Con pies de plomo: el Ibex-35 deja la conquista de los 10.400 para otro día
Las incertidumbres que se ciernen sobre la próxima negociación del techo de deuda en Estados Unidos y los discursos que Janet Yellen y Mario Draghi pronunciarán mañana invitan a la prudencia, aunque la mayoría de las Bolsas cierran al alza.
El Ibex-35 ha estado en positivo durante todo el día. Incluso se podría decir que ha ido de menos a más conforme transcurría la sesión si no fuera porque tras la apertura de la Bolsa de Nueva York todo se complicó: pasó de los recién recuperados 10.400 puntos hasta los 10.360. Desde este último punto, desde las cuatro de la tarde en que ocurrió, trató de remontar. Parecía que lo hacía, que lograba volver sobre los 10.400 puntos. Y lo hizo. Pero muy brevemente: en la última media hora de la jornada los volvió a perder. Al final, dio un último cambio en los 10.357 puntos, lo que supone un avance del 0,19%.
Las dudas de primera hora de la tarde en la Bolsa de Madrid tenían que ver con las que también mostró Wall Street: daba sus primeros cambios en positivo, pero se vino abajo, para entrar en negativo, durante unos breves instantes. De todas maneras, al cierre de los parqués del Viejo Continente el de Nueva York no mostraba demasiada fortaleza. Y no es para menos: los riesgos que se ciernen sobre Estados Unidos son graves, empezando por el de cierre de la Administración, que se ha incrementado después de las declaraciones de Donald Trump respecto a que estaría dispuesto a incurrir en ese cierre si no logra el apoyo del Congreso para una partida presupuestaria para financiar el muro en la frontera entre Estados Unidos y México. A ello hay que sumar el riesgo de que el presidente Trump eche abajo el NAFTA, el tratado de libre comercio del Atlántico Norte.
A esas incertidumbres había que añadir las que hay alrededor de la reunión de los banqueros centrales en Jackson Hole, con los esperadísimos discursos de la presidenta de la Fed, Janet Yellen, y su homólogo del Banco Central Europeo, Mario Draghi, que tendrán lugar mañana, ya con los mercados cerrados.
En general, los inversores prefirieron ir con pies de plomo antes de la jornada fuerte de Jackson Hole y ante los problemas políticos de EE.UU. Así, el índice más rentable del día fue el Ftse Mib de Milán, que se anotó un discreto 0,50%, mientras que el PSI-20 de Lisboa sumó un 0,45%. El Dax alemán ganó apenas un 0,05%, mientras que el Cac 40 francés cedió un 0,04%.
Por lo demás, los datos económicos con que contábamos eran mixtos en Estados Unidos, con paro semanal y actividad manufacturera de la Fed de Kansas batiendo expectativas, mientras que decepcionaron las ventas de viviendas de segunda mano. En el Viejo Continente, en España se confirmaba un crecimiento interanual del 3,1% en el segundo trimestre, y del 1,7% en el Reino Unido.
La banca salvó al Ibex-35
Los principales apoyos del selectivo fueron Indra, Acerinox e IAG, que ganaron un 1,90%, un 1,13% y un 1,03%, por ese orden. Después se colocaron dos entidades financieras, Sabadell y Bankia, con ganancias de un 0,98% y de un 0,88%, respectivamente. Entre los grandes los que destacaron fueron, precisamente, los bancos: BBVA y el Santander sumaron un 0,74% y un 0,68%, respectivamente. Se puede decir, por tanto, que el sector financiero fue el que salvó al Ibex-35 de las caídas.
Otros grandes valores que terminaron al alza, aunque con ganancias muy inferiores fueron Telefónica (0,12%) e Inditex (0,03%).
En rojo, el peor fue Siemens Gamesa, con un recorte del 2,77%, seguido de Dia, que perdió un 1,11%, mientras que Amadeus perdió un 0,91% y Mediaset y Meliá, alrededor de un 0,80%.
En el Índice General de la Bolsa de Madrid, Prosegur Cash, Reno de Medici, Pescanova y Quabit fueron los valores más rentables, con ganancias de más de un 3%. En negativo, el que más bajó fue Borges, que retrocedió un 8,52%.
Euro, bonos y materias primas
En este contexto, el tipo de cambio entre el euro y el dólar pivotaba alrededor de la cota de 1,18 unidades, es decir, cerca de los máximos anuales que la moneda comunitaria ha marcado este año (1,1870 unidades el pasado día 3 de agosto).
En el mercado de deuda, mientras tanto, veíamos al bono americano estabilizado en una rentabilidad ligeramente por debajo del 2,20%, mientras que el interés de los títulos alemanes a diez años continuaba bajo el 0,40%. Pero se movían al alza los rendimientos tanto del bono español como del luso: el del primero, se acercaba al 1,60%, mientras que el del segundo llegaba al 2,82%. El de su comparable italiano seguía en el entorno del 2,10% al que ha subido en los últimos días desde el 2% debido a las declaraciones de Silvio Berlusconi respecto a la posibilidad de introducir una divisa paralela, así como al incremento de las emisiones.
En el mercado de materias primas, al oro le tocaba hoy bajar: retrocedía un 0,24%, hasta los 1.287 dólares. Pese a los riesgos que han saltado en las últimas semanas (una posible guerra entre Corea del Norte y Estados Unidos o la posibilidad de un cierre de la Administración americana porque no se apruebe el incremento del techo de deuda en EE.UU.), no ha logrado superar de manera sostenida los 1.290 dólares la onza.
También tocaba recogida de beneficios en el petróleo después de dos sesiones consecutivas de ascensos: el barril de Brent, de referencia en Europa, perdía un 0,7%, hasta los 52,21 dólares; el de West Texas, de referencia en Estados Unidos, bajaba un 0,85%, hasta situarse levemente por debajo de los 48 dólares. De todas maneras, el barril de West Texas parece haberse acomodado en el entorno de los 48 dólares (lleva moviéndose entre los 47 y los 49 dólares desde finales del mes de julio), mientras que el barril de Brent lleva entre los 50 y los 52 dólares, sobre todo en los alrededores de este último nivel, desde las mismas fechas.