Cuatro clases de activos para invertir en 2020
El año que viene no será fácil para los inversores, pues son muchas las incertidumbres que complican el panorama internacional[…]
El año que viene no será fácil para los inversores, pues son muchas las incertidumbres que complican el panorama internacional y hace que el comportamiento de los mercados sea muy impredecible. Desde las elecciones en Estados Unidos hasta la guerra comercial, pasando por el desenlace del Brexit, el agotamiento de las políticas monetarias y la necesidad de estímulos fiscales, todas estas cuestiones, que se dirimirán en las esferas políticas, afectarán a la decisiones de inversión.
La economía mundial seguirá creciendo en 2020 y para el caso de España el PIB aumentará el 1,7%, frente al 2% con el que estima que nuestro país concluirá 2019, de acuerdo con el banco suizo UBS, que ha publicado el informe sobre las perspectivas de inversión de 2020 y de la próxima década, 'The Year Ahead 2020'. Según el CIO de UBS Global Wealth Management, Mark Haefele, "El calendario electoral, las tensiones comerciales y los cambios en la política fiscal y monetaria probablemente convertirán a 2020 en un 'año de elecciones', si bien los inversores deberían mirar más allá de los próximos doce meses y fijarse en una 'década de transformación' que podría modificar la forma en que los inversores deben gestionar sus inversiones". Estas son las cuatro clases de activos que recomiendan en UBS para el próximo ejercicio.
1.- Acciones de calidad y con dividendos
En un mundo donde el ciclo inversor ya está maduro y los retornos son bajos, los analistas del banco suizo prefieren las acciones de calidad y que aporten dividendos Además, aconsejan diversificar a nivel mundial, al elegir empresas nacionales y centradas en el consumidor que probablemente ofrezcan retornos más fiables, frente a las expuestas al gasto comercial y empresarial, que siguen dependiendo de resultados políticos favorables para impulsar el rendimiento.
En la zona euro, los analistas piensa que los dividendos son atractivos, dada la brecha casi récord entre la rentabilidad vía dividendos y los retornos de los bonos. "Buscamos acciones con alto potencial de dividendos sostenibles", añaden en UBS. En Estados Unidos, los expertos tienen un sesgo hacia compañías de alta calidad, que deberían proporcionar cierta protección en caso de que empeoren las perspectivas económicas.
Por sectores, e incluso en el caso de un acuerdo comercial provisional entre Estados Unidos y China, la incertidumbre política probablemente continuará afectando la inversión empresarial. Por eso mismo, dicen en UBS, "esperamos que los sectores orientados al consumidor sean más resistentes" gracias al "mayor dinamismo del mercado laboral y al saludable crecimiento de los salarios".
2.- Bonos emergentes denominados en dólares
En renta fija, los rendimientos de los bonos han caído con fuerza durante el último año, y aunque los analistas de UBS ven complicado que sigan cayendo mucho más, también opinan que es difícil que este entorno mejore sustancialmente. Las bajas rentabilidades pueden suponer una tentación para que los inversores busquen alternativas más arriesgadas, pero los fundamentales del crédito en algunas compañías 'high yield' están mostrando síntomas de deterioro.
Por eso, los analistas sugieren apostar por alternativas intermedia, evitando tanto la emisiones con más riesgo como las más seguras (que menos rentabilidad ofrecen), y sugieren inversiones alternativas y sostenibles. Entre estas apuestas destacan los bonos emergentes denominados en dólares, que ofrecen rendimientos en torno al 5%.
Otra forma de mejorar la calidad de la cartera de renta fija para por buscar alternativas "sostenibles" a los bonos tradicionales. Por ejemplo los bonos verdes, que tienen menos exposición a sectores cíclicos y una mayor calidad crediticia. Otra alternativa son los fondo de bonos de alto rendimiento con criterios de inversión socialmente responsable.
3.- Divisas seguras junto con monedas emergentes
Los economistas de UBS consideran que el dólar se debilitará el año que viene, una previsión que justifican debido a factores como la incertidumbre antes de las elecciones, la convergencia de los tipos de interés con los del resto del mundo.
En este sentido, la posición exclusiva del dólar en los últimos años como una moneda de altos rendimientos y utilizada como refugio será difícil de replicar, pero los analistas piensan que los inversores pueden optar por una cesta de divisas que combine rendimientos relativamente estables con otros altos y más prometedores. "En un entorno incierto, creemos que el yen japonés y el franco suizo se beneficiarán de los flujos de refugio seguro", apuntan.
Si esta es la alternativa estable, la "búsqueda del rendimiento" debe conducir a los inversores hacia mercados emergentes. En particular, es probable que aquellos países que disfrutan de un crecimiento creciente del PIB, la inversión, la productividad y el estímulo fiscal vean como sus monedas son más demandas. Así los expertos propone la rupia de India y la rupia de Indonesia.
4.- Oro y metales preciosos
El año que viene, los economistas de UBS consideran que el oro se apreciará, aunque a un ritmo más lento de lo que lo ha hecho este ejercicio. La cuestión es que las menores perspectivas de crecimiento y los tipos de interés más bajos reducen el coste de oportunidad de tener oro en las carteras. Eso sí, la incertidumbre política podría hacer que entraran flujos monetarios en el oro de inversores buscando refugio, y puesto que el metal amarillo se comercia en dólares, una mayor debilidad del billete verde haría subir los precios del oro.