Draghi arrebata los 9.200 al Ibex-35
Que el BCE haya retrasado hasta mediados de 2020 la primera subida de los tipos de interés tras la crisis y que haya planteado incluso la posibilidad de más estímulos provocaron fuertes caídas en los bancos que redujeron la subida del Ibex-35.
Si el martes fue el presidente de la Reserva Federal norteamericana, Jerome Powell, quien transmitió al mercado que prestará todo su apoyo a la economía estadounidense, potencialmente afectada por la guerra comercial, en la jornada de hoy le ha tocado a su homólogo europeo, Mario Draghi. En la rueda de prensa posterior a la reunión ordinaria de política monetaria, el presidente del BCE afirmó que no mostrará remilgos a la hora de dar soporte a la economía de la zona euro. Draghi puso de manifiesto la determinación de la institución para actuar si fuera necesario ante la prolongada persistencia de las incertidumbres y la creciente amenaza del proteccionismo. En este sentido, algunos miembros del Eurobanco incrementaron la perspectiva de nuevos recortes en el precio del dinero o del reinicio del programa de compra de bonos. Se abre paso, por tanto, el debate sobre la necesidad de nuevos estímulos en el Viejo Continente. Aún puede resultar algo pronto para hablar de ello. Pero de momento, eso sí, de acuerdo con el comunicado del BCE tras la reunión de política monetaria, el consejo de gobierno de la autoridad monetaria europea espera que los tipos de interés se mantendrán en los niveles actuales al menos durante la primera mitad de 2020 y cuanto tiempo más sea necesario para que sea posible la convergencia de la inflación de la zona euro hacia el 2%.
Pero ello no sentó nada bien a las Bolsas. El Ibex-35, que se había asentado sobre los 9.200 puntos desde las diez de la mañana, a partir de las dos y media, coincidiendo con el inicio de la rueda de prensa de Draghi, perdió ese nivel y no sólo esto, sino que amenazó con entrar en números rojos. Al cierre daba un último cambio en los 9.169,20 puntos, lo que supone una discreta subida del 0,20%. Ya son cuatro sesiones consecutivas de ascensos para el selectivo español.
Si el Ibex-35 se desinfló fue porque eso fue lo que les pasó a los bancos. No les viene nada bien a sus cotizaciones el retraso de las subidas de los tipos de interés, porque su negocio fundamental, el del préstamo de dinero, se ve penalizado. Quien anticipó que la de hoy podía ser una jornada peligrosa para las cotizaciones bancarias sin duda acertó. Entre todas, las que más sufrieron fueron las del Sabadell: recortaron un 5%. Después se colocó Bankia, que retrocedió un 4,24%. Bankinter y CaixaBank se dejaron un 2,77% y un 2,03%, respectivamente. Santander y BBVA bajaron un 1,02% y un 0,71%, por ese orden.
También pudo perjudicarles a las entidades que, como apunta Julien Pierre- Nouen, de Lazard Frères Gestión, los detalles esperados de las operaciones de financiación son ligeramente menos favorables que para la operación anterior con un aumento de diez puntos básicos del coste de financiación.
En el lado contrario se colocaron los valores más defensivos, cuya rentabilidad por dividendo gana competitividad frente a los cupones de los bonos en el entorno que dibuja Draghi. Grifols (5,08%) fue el valor que más subió. Iberdrola se apuntó un 2,02%. Endesa, Acciona, Red Eléctrica y Enagás también se colocaron entre los que más ganaron, con revalorizaciones superiores al punto porcentual.
Los valores defensivos actuaron de fuerte contrapeso de los bancos. El selectivo español, pese a la importante ponderación de las entidades financieras, no sólo logró cerrar en verde, sino que se colocó entre los mejores índices del día, únicamente superado por el Ftse 100 británico (0,55%). También en positivo cerró el PSI-20 de Lisboa (0,17%).
En rojo, el Cac 40 francés y el Dax alemán, con pérdidas de alrededor de un 0,25%.
Intereses de la deuda, a la baja
En el mercado de deuda, los rendimientos de los bonos europeos se movieron a la baja, aunque muy ligeramente. El interés del título alemán a diez años retrocedió hasta el -0,24%, otro mínimo histórico. La rentabilidad de su comparable español se colocó en el 0,60%, también mínimos. El único que no siguió ese camino fue el bono italiano, cuyo rendimiento pasó del 2,47% al 2,49%, ante los problemas domésticos del país con su deuda y la multa que podría ponerle la Unión Europea.
En Estados Unidos, la rentabilidad del bono americano bajó desde el 2,13% hasta el 2,10%.
En el mercado de divisas, contra-intuitivamente, el euro se apreció con respecto al dólar. La moneda comunitaria, al cierre de la sesión, avanzaba un 0,64%, hasta rozar el nivel de 1,13 unidades.
En Wall Street, el Dow Jones y el S&P 500 se movían al alza: avanzaban un 0,25% y un 0,30%, respectivamente. Pero el Nasdaq se dejaba alrededor de un 0,05%. Esta moderación en el comportamiento de la Bolsa de Nueva York se puede explicar porque acaban de vivir su mayor rally de dos sesiones desde enero. Además, los ánimos continúan bajos por la preocupación que suscita la guerra comercial. Se prevé que Estados Unidos y México retomen las negociaciones este jueves. Y Donald Trump ha afirmado que decidirá si establecer nuevos aranceles sobre otros 325.000 millones de dólares en importaciones chinas después de la reunión del G-20 que tendrá lugar a finales de este mes.
En el mercado de materias primas, el barril de Brent volvía a caer: retrocedía un 0,26%, hasta los 60,47 dólares. El de West Texas, de referencia en Estados Unidos, se dejaba un 0,58%, hasta los 51,38 dólares.