El BCE baja los tipos un 0,25%, el cuarto recorte en un año para estimular la economía

El Banco Central Europeo ha adoptado este jueves la cuarta bajada de los tipos de interés en un año con el objetivo de reanimar la renqueante economía europea. 

En concreto, el consejo de gobierno del BCE ha adoptado un recorte de los tres tipos de interés oficiales de 25 puntos básicos, tal y como estaba previsto, hasta situar la facilidad de depósito en el 3 por ciento. 

El BCE ha podido adoptar este recorte de los tipos de interés gracias al margen de maniobra que le permite el hecho de que la inflación de la zona euro se haya reducido hasta niveles del 2,3 por ciento, según datos del mes pasado.

De hecho, el BCE calcula que la inflación seguirá controlándose en los próximos años.

En concreto, ha rebajado sus perspectivas de precios para este año y los siguientes, según ha anunciado la institución en el comunicado que ha enviado tras la decisión de tipos.

Así, ha reducido sus cálculos en una décima hasta el 2,4 por ciento en 2024, otra décima hasta el 2,1 por ciento en 2025, los ha mantenido invariables en el 1,9 por ciento para 2026 y los ha situado en el 2,1 por ciento en 2027 (si bien, la inflación subyacente será algo más pegajosa, según sus previsiones, que se mantienen invariables en el 2,9 por ciento para este año y el 2,3 por ciento para 2025, aunque sí las reduce en una décima al 1,9 por ciento tanto para 2026 como para 2027).

El BCE recorta sus previsiones de crecimiento

El BCE ha adoptado esta decisión en un entorno de ralentización económica que, a juicio de su equipo de economistas, también se va a acentuar.

Específicamente, el BCE ha rebajado sus perspectivas de crecimiento una décima en 2024, hasta el 0,7 por ciento; y dos décimas en 2025 y 2026, hasta el 1,1 por ciento y el 1,4 por ciento, respectivamente. Por su parte, sitúa el crecimiento de 2027 en el 1,3 por ciento. 

"La economía europea debería fortalecerse con el tiempo, pero más despacio de lo inicialmente previsto", ha advertido la presidenta de la institución, Christine Lagarde.

De hecho, Lagarde ha reconocido que los miembros del consejo del BCE han llegado a debatir un recorte de los tipos aún mayor, de medio punto, aunque finalmente se ha llegado al acuerdo de que la bajada de 25 puntos básicos era la acertada.

Dado que la bajada de tipos y de las previsiones de inflación y crecimiento estaban descontadas, la atención del mercado se ha situado especialmente en identificar pistas sobre los próximos pasos de la institución. 

¿Cuáles serán los próximos pasos del BCE? 

En el comunicado aparecen algunos indicios al respecto, al haberse retirado las referencias a una política restrictiva, lo que ha sido interpretado como un giro hacia un discurso más "dovish" (más favorable a una política monetaria expansiva), que permite anticipar varios recortes en 2025.

"El Consejo de Gobierno tiene la determinación de asegurar que la inflación se estabilice de forma sostenida en su objetivo del 2 por ciento a medio plazo, y aplicará un enfoque dependiente de los datos, en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, para determinar la orientación apropiada de la política monetaria", dice el documento.

Asimismo, la rueda de prensa posterior a la reunión también ha sido interesante.

Durante la misma, los periodistas han preguntado con insistencia sobre el nivel de tipos que el BCE considera neutral (aquel que ni estimula ni frena la economía), pues se cree que ahí podría terminar la actual racha de flexibilización monetaria.

Al respecto, Lagarde ha dicho que los estudios del personal del BCE lo sitúan entre el 1,75 por ciento y el 2,5 por ciento, pero ha advertido que este debate es prematuro y que no se ha tratado en la reunión de hoy, pues todavía estamos lejos de ahí.

Lagarde también ha realizado comentarios sobre cómo puede afectar el regreso de Donald Trump a la economía europea, si el republicano aprueba aranceles a los productos europeos; así como el impacto de la inestabilidad política en Francia y Alemania. 

Sin mencionar ningún país en concreto, pero en una referencia que ha sido interpretada como un mensaje a su propio país (con un serio problema de déficit fiscal), Lagarde ha dicho que los gobiernos deben cumplir con sus compromisos al respecto "sin retraso". Lagarde ha extendido esta petición a todos los estados miembros que carecen de presupuestos para 2025 (como es el caso de España).

Sobre Trump, se ha limitado a explicar que sus políticas serán probablemente inflacionarias en el corto plazo pero que se desconoce su impacto en el largo plazo. 

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