El BCE contempla bajar más los tipos de interés si la situación empeora

El Banco Central Europeo (BCE) contempla bajar más los tipos de interés en la zona del euro si la situación[…]

El Banco Central Europeo (BCE) contempla bajar más los tipos de interés en la zona del euro si la situación empeora y se producen perturbaciones que cambien las perspectivas de inflación.

Así se desprende de las actas de la última reunión de política monetaria del BCE de marzo, publicadas hoy, en las que el consejo de gobierno de la entidad aprobó estímulos monetarios agresivos para evitar la deflación.

"El consejo de gobierno no descarta más recortes de las tasas de interés en caso de que nuevos impactos cambien las perspectivas de inflación, lo que puede justificar más acciones de política monetaria", según las actas.

Los tipos de interés siguen siendo parte de las herramientas de que dispone el consejo de gobierno del BCE, añade el informe.

El BCE bajó en marzo su tasa de interés rectora, que cobra a los bancos por refinanciarse a una semana, hasta el 0 % y cobra a los bancos un 0,40 % por sus depósitos a un día en la entidad monetaria.

El BCE y los bancos centrales nacionales comenzaron el 9 marzo del año pasado a comprar grandes cantidades de deuda pública y privada de la zona del euro y en diciembre decidieron adquirir también deuda emitida por administraciones regionales y locales de la zona del euro.

El BCE ha comprado el primer año deuda pública y privada por valor de 60.000 millones de euros mensuales y en marzo decidió que a partir de abril de este año comprará por hasta 80.000 millones de euros.

La entidad decidió comprar también deuda emitida por empresas denominada en euros con grado de inversión.

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Además, el BCE decidió en marzo ofrecer a los bancos liquidez a cuatro años al 0 % y, en caso de que presten a la economía real suficientemente durante los dos primeros años, les premiará y pagará un 0,40 % por los préstamos que hayan tomado.

El economista jefe del BCE, Peter Praet, dijo hoy en una conferencia que la entidad monetaria podría aplicar más estímulos monetarios en caso necesario para afrontar perturbaciones.

En su intervención en la conferencia "El Banco Central Europeo y sus observadores", Praet declaró: "Si se materializan más impactos adversos, nuestras medidas podrían ser calibradas de nuevo de forma proporcionada a la fuerza del viento en contra, pero también teniendo en cuenta los efectos secundarios".

Las actas revelan que el presidente del BCE, Mario Draghi, concluyó que una amplia mayoría de los miembros del consejo de gobierno que votaron apoyó el paquete de medidas de política monetaria" para llevar la inflación a casi un 2 %.

No obstante, hubo diferentes opiniones respecto a los diferentes componentes del paquete propuesto, destaca el analista de Commerzbank Michael Schubert.

El consejo de gobierno mostró un amplio respaldo a la decisión de bajar más los tipos de interés, pero hubo preocupaciones por los efectos indeseados de adentrarse más en territorio negativo, especialmente con un rápido crecimiento del exceso de liquidez y por la presión sobre la rentabilidad de los bancos.

Las nuevas inyecciones de liquidez a cuatro años contaron con un "muy amplio" apoyo entre los miembros del consejo de gobierno del BCE, integrado por el comité ejecutivo de la entidad y los gobernadores de los bancos centrales de los 19 países de la zona del euro, en total 25 personas, aunque no todos votan en cada reunión, sino que lo hacen de forma rotatoria.

La mayor parte de ellos consideró que estas operaciones de liquidez a muy largo plazo debían estar equipadas "con fuertes incentivos de precios para animar nuevos préstamos a la economía real".

En este sentido, algunos argumentaron que premiar a los bancos con un 0,40 % era "bastante generoso", podría crear "distorsiones en el mercado" y contribuir a que algunos bancos mantengan "modelos de negocio débiles".

Asimismo recibió un amplio apoyo la decisión de ampliar el volumen mensual de compra de deuda pública y privada, aunque algunos miembros mantuvieron sus reservas respecto a las adquisiciones de bonos del sector público.

Algunos pocos miembros del consejo de gobierno mostraron preocupación por que las operaciones del banco central continúen sustituyendo el funcionamiento de los mercados privados y perpetúen la dependencia de los bancos de la financiación del BCE.

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