El Bundesbank y la Fed enfrían la expectativa de estímulos y el Ibex-35 sufre para salvarse
El selectivo pasó de marcar los 8.800 puntos a sufrir por cerrar en positivo. En su camino se interpuso el banco central alemán, varios miembros de la Fed y un mal dato industrial en Estados Unidos.
El Ibex-35 arrancaba la jornada levemente en negativo, aunque los números rojos sólo duraron unos minutos. A partir de ahí, sus avances fueron 'in crescendo', hasta que tocó los 8.800 puntos a las tres de la tarde. Después, el índice fue adelgazando sus ganancias hasta llegar a borrar los números verdes. Al cierre, dio un último cambio en los 8.716 puntos, lo que supone un discreto ascenso del 0,17%. Sufrió para cerrar en verde. A punto estuvo de entrar en negativo.
El índice español fue, durante toda la sesión, el mejor indicador del día. En algunos momentos de la jornada fue, incluso, el único que se encontraba en positivo con el apoyo de los grandes valores y de los bancos.
Al cierre, el indicador doméstico también fue el mejor. En verde sólo le acompañó el PSI-20 de Lisboa, que se anotó un 0,08%. En rojo, el peor fue el Ftse 100 británico, que bajó un 1,05%, mientras que el Cac 40 francés se dejó un 0,87%. El Dax alemán perdió casi medio punto porcentual y el Ftse Mib de Milán, un 0,14%.
En el selectivo, Mediaset y el Sabadell encabezaron las ganancias, con revalorizaciones de más de un 3%. Con subidas de casi ese porcentaje se colocaron ArcelorMittal y CaixaBank. Y después se situaron otros dos bancos: Bankia y BBVA avanzaron más de un 2%. Bankinter (1,73%) y Santander (1,23%) también terminaron en positivo.
Entre los 'blue chips' también cerraron en verde, aunque con ganancias discretas, Telefónica (0,35%) e Inditex (0,29%).
En negativo, Cellnex (-2,39%) sufrió el mayor recorte, seguido del de Amadeus (-1,90%). Grifols, Endesa, Viscofán y Naturgy también bajaron más de un punto porcentual.
Europa: una de cal y otra de arena
Las noticias por la mañana no fueron malas: en la zona euro, los índices de gestores de compras de los sectores industrial y servicios superaron expectativas, aunque el manufacturero continúe en zona contractiva. Además, durante la jornada trascendió que el Banco Central Europeo estaría planeando una ronda de estímulos para dar certeza a los inversores respecto a su capacidad para reactivar la inflación y el crecimiento económico.
Pero a primera hora de la tarde el Bundesbank soltaba un jarro de agua fría al manifestar que no ve ahora la necesidad de poner en marcha estímulos fiscales en el país. Con ello, se reduce la expectativa que saltó la semana pasada sobre la posibilidad de una expansión presupuestaria en la primera economía europea, que está al borde de la recesión. Según el banco central germano, la economía alemana se contraerá un 0,1% en el tercer trimestre, lo mismo que en el segundo.
Wall Street: la macro y la Fed
En Estados Unidos las noticias fueron mixtas y no sentaron bien. Si el paro semanal fue mejor de lo esperado, porque creció menos de lo previsto, y el indicador de indicadores superó las expectativas, los índices de gestores de compras de los sectores industrial y servicios decepcionaron. El de las manufacturas cayó desde los 50,4 hasta los 49,9 puntos, lo que implica que acaba de entrar en zona contractiva. El del sector servicios retrocedió desde los 53 puntos hasta los 50,9, cuando se esperaba que se situara en los 52,8 puntos.
Al mal tono que esto insufló hay que añadir que tres miembros de la Reserva Federal norteamericana se han mostrado contrarios a que haya más bajadas de los tipos de interés. En primer lugar, Esther George, presidenta de la Fed de Kansas, afirmó que en este momento no es necesario reducir el precio del dinero. Su homólogo de Filadelfia, Patrick Harker, defendió que la Fed debería mantenerse a la espera. Esas declaraciones se unieron a las del presidente de la Fed de Boston, Eric Rosengren, de hace unos días, también contrario a más relajación monetaria.
Esta batería de opiniones tiene lugar la víspera de que el presidente de la Reserva Federal norteamericana, Jerome Powell, pronuncie su esperado discurso en Jackson Hole y dé pistas respecto a su diagnóstico de la economía americana y los siguientes pasos a seguir en materia de política monetaria. Según se conoció ayer, en la última reunión de política monetaria, aquella en la que se decidió la primera bajada de los tipos de interés en más de una década, hubo mucha división entre los miembros y, por ello, la Fed renunció a dar una guía exacta sobre el futuro más cercano.
Con ello, Wall Street, al cierre de la sesión europea, tendía al rojo: el Dow Jones estaba plano, pero el S&P 500 se dejaba un 0,30%, y el Nasdaq, algo más de medio punto porcentual.
Otros mercados
En el mercado de deuda no hubo mucho movimiento en Estados Unidos: la rentabilidad del bono americano a diez años se mantuvo a las puertas del 1,60%.
En el Viejo Continente, el interés del título alemán a diez años pasó del -0,67% al -0,65%; el de su comparable español subió del 0,10% al 0,14%; y el del italiano se mantuvo ligeramente por encima del 1,30%.
En el mercado de divisas, el tipo de cambio entre el euro y el dólar se mantuvo en el entorno de 1,109 unidades.
En cuanto a las materias primas, el oro volvió a bajar, pero mantuvo los 1.500 dólares la onza. Mientras, el precio del petróleo cayó tras cuatro sesiones consecutivas de ascensos, hasta perder la cota de los 60 dólares.