El dilema de la renta fija: ¿Vender o esperar un último tirón antes de que se dé la vuelta?

Una subida de los tipos de interés en EE.UU. puede ser un hito que sacuda al mercado de deuda, pero el europeo seguiría protegido por el BCE

La presunta burbuja del mercado de deuda, lejos de pincharse, sigue hinchándose. Los precios de los bonos no dejan de subir y las rentabilidades no frenan su descenso. El interés de los títulos alemanes a diez años no ha abandonado las cifras negativas desde junio y la rentabilidad de sus comparables españoles cayó del 1% por primera vez en la historia el 8 de agosto y sigue por debajo de esa simbólica cota. La curva alemana está en negativo hasta duraciones de 15 años y el 40% de la deuda que ha emitido el Tesoro español este año ha sido con tasas por debajo de cero. 

Con este último tirón de los bonos públicos, la rentabilidad media de los fondos que invierten en este tipo de activos se acerca al 5%, porcentaje no muy lejano al de los productos de deuda privada en euros (5,38%). Pese a que el rendimiento que ofrecen vía cupón lleva mucho tiempo siendo raquítico, los inversores están ganando gracias a la revalorización de los precios de los bonos. Pero existe el riesgo de que se den la vuelta. Por ejemplo, con una subida de los tipos en Estados Unidos, aunque en las últimas dos semanas las especulaciones sobre un posible cercano endurecimiento monetario no han producido tensiones. Sin ir más lejos, el rendimiento del bono americano a diez años sigue clavado entre el 1,50% y el 1,60%, y muy lejos de los máximos en el entorno del 2,20% en que empezó este 2016. En todo caso, hay que seguir ojo avizor.

La Fed y Europa

Óscar Moreno, de Renta 4, comenta que el hito que puede desencadenar el giro puede ser la Reserva Federal, pero sólo en EE.UU. «Extrapolar ese movimiento a Europa es difícil», asegura. «Mientras no haya cambios en la política del Banco Central Europeo, seguirá comprándose de todo. Sigue habiendo mucha liquidez ociosa y con el tipo de depósito en el
-0,40%, no hay más remedio que invertir», continúa este experto. Ignacio Cantos, de Atl Capital, coincide: «Mientras el BCE siga comprando, es difícil que los precios bajen. Además, el mercado cuenta con el apoyo de aseguradoras y fondos de pensiones, instituciones atrapadas en la deuda porque no tienen activos alternativos sin riesgo en los que invertir». Así, Cantos apunta: «Me temo que la burbuja va a seguir hinchándose». 

Borja Gómez, de Inverseguros, sin embargo, cree que un movimiento en el precio del dinero de EE.UU. puede tener consecuencias en Europa en forma de subidas en las rentabilidades, pero, a cambio, considera que la Fed puede permitirse retrasar las subidas de tipos porque la evolución del mercado monetario por sí misma está endureciendo ya las condiciones de financiación. Pero advierte: dado que los inversores no lo descuentan, un incremento en los intereses oficiales en septiembre puede ocasionar una convulsión en el mercado. La lectura positiva es que, de acuerdo con Gómez, en los títulos europeos podrían generarse oportunidades, dado el apoyo del BCE que continuará e incluso aumentará: este experto prevé que se incremente el soporte del Eurobanco a finales de año. Así, según Gómez, a medio plazo las perspectivas son buenas, aunque a corto pueda haber algo de ruido. A esa volatilidad, de acuerdo con Óscar Moreno, serán especialmente vulnerables los títulos financieros, más los portugueses e italianos que los españoles, la deuda subordinada y la híbrida. 

La deuda soberana tiene recorrido, dicen algunos expertos. Según Moreno, la española tenderá a converger con la irlandesa. Ahora, el interés del bono español a diez años está en el 0,94% y el del irlandés, en el 0,42%. Pero según Gómez, si no es posible formar Gobierno o el que se configura no es lo suficientemente fuerte y estable, la deuda española puede volver a empeorar, aunque no de forma sustancial, por el BCE.

Cantos, optimista, no descarta que el interés de la deuda española baje medio punto lo que puede resultar en una subida del 4% en el precio del bono. Y es que ahora eso es lo que hay que jugar: la ganancia de rentabilidad vía precio y no vía cupón. 

Pero Cantos también apunta que con las valoraciones actuales, ya se está jugando al juego de la cerilla y el último, o el más resistente, puede acabar quemándose: «Potencialmente puede haber algo más de recorrido, pero hay que ser consciente que se está en la parte final». En este sentido, Markus Allenspach, de Julius Baer, comenta que sólo es cuestión de tiempo que las rentabilidades suban y recomienda a sus clientes evitar el intervenido mercado europeo.

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Selección en bonos privados y emergentes

En la renta fija corporativa, según Moreno, hay oportunidades, pero sólo incrementando el riesgo asumido con duraciones más largas y emisiones de menor calidad, porque la deuda 'senior' tiene en gran medida rentabilidades de entre el 0% y el 1% y negativas en un tercio de los casos por la intervención del BCE. Aconseja mirar bono por bono y empresa por empresa con todo detalle. Así, Repsol tiene híbridos atractivos, pero el inconveniente de que va a seguir emitiéndolos, lo que puede depreciar el valor de los títulos más viejos. 

Otra opción de inversión puede estar en los bonos emergentes. Allenspach sí se los aconseja a sus clientes, tanto en moneda fuerte como en local. Óscar Moreno reconoce que lo han hecho muy bien este año, pero ante posibles subidas de los tipos de interés en EE.UU., aconseja precaución. También Borja Gómez, que no descarta que afloren oportunidades en este universo si sufre por la Fed, pero sólo con vistas al medio plazo. Moreno, para esquivar los posibles efectos de la subida de los tipos de interés en EE.UU., aconseja deuda emergente con vencimientos cortos y en euros, aunque hay menos que emitida en billete verde.

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