El dólar y el crudo favorecen el rebote en las Bolsas de América Latina

En tanto se mantenga la estabilidad en las materias primas y el mercado de divisas, los activos latinoamericanos podrían continuar al alza

El índice brasileño sube un 11% en lo que va de año, el peruano, casi un 20%, el colombiano, un 14%... El Latibex, el índice español a través del que se puede invertir en compañías latinoamericanas en euros, un 13%. Estos números son aún más sustanciosos desde los mínimos anuales. El índice carioca, el Bovespa, los marcó el 26 de enero. Desde esa fecha gana cerca de un 30%, mientras el Latibex acumula una ganancia de más de un 40% desde el 20 de enero en que tocó su nivel más bajo. ¿Por qué esta recuperación? Klaus Bockstaller, gestor del Pictet-Emerging Markets High Dividend, explica las razones de la remontada: «Hasta enero hubo trece semanas consecutivas de salidas de fondos de acciones de emergentes. Los bajos precios del petróleo y materias primas contribuyeron a la debilidad de acciones brasileñas y en conjunto de exportadores de materias primeras en América Latina, incluyendo Colombia y Perú. Desde mediados de febrero la bolsa emergente se ha estabilizado, favorecida por la subida del petróleo. A esta mejora del sentimiento con el impulso del crudo y materias primas se añade que los bancos centrales han mostrado más apoyo. Además, el tipo de cambio del dólar no ha aumentado al ritmo que muchos analistas habían temido». Luis Ribeiro, gestor del Deutsche Invest Latin America Equities, cree que América Latina es la región que se va a beneficiar más de un entorno más estable a nivel global, aunque también sufrirá más si vuelven las turbulencias, como ha demostrado estos últimos días el Latibex. Así que precaución. 

¿Continuará la buena marcha?

Alejandro Vidal, de Banca March, comenta que, en la medida en que se mantenga la menor fortaleza del dólar, la menor previsión de subida de los tipos en EE.UU. y la recuperación en las materias primas, las economías emergentes sufrirán una menor presión. Desde Lombard Odier confían en que lo peor estaría a punto de terminar, gracias, por ejemplo, al exceso de liquidez global que reduzca los tipos del dólar, o bien por un boom impulsado por las materias primas. Además, como las valoraciones de los activos emergentes quedaron en niveles atractivos tras las fuertes caídas de 2015 tanto en términos absolutos como relativos, Vidal apostaría por un buen comportamiento, aunque con volatilidad. Bert Van der Walt, de Mirae Asset Global Investments, recuerda las débiles revisiones de beneficios, así como un crecimiento económico aún lejos de su potencial en muchos casos. Vidal añade: «A corto plazo pueden seguir haciéndolo bien los activos más vinculados a la recuperación de las materias privas, aunque la volatilidad de esos mercados y sus divisas nos siguen haciendo mantener la prudencia, especialmente donde el panorama sigue muy complejo, como Brasil». 

¿Seguir fuera de Brasil?

Y eso que a los activos brasileños, en particular, les ha ayudado que las investigaciones sobre la corrupción hayan crecido hasta tal punto, como explica Ribeiro, que podría abrir la puerta a políticas económicas sostenibles. En ello ahonda Didier Saint-Georges, de Carmignac: «Brasil sigue sufriendo. La economía se ha hundido un 3,5% en 2015 y la inflación sigue preocupantemente alta. Pero las atractivas valoraciones y el posible 'impeachment' de la presidenta Roussef podrían hacer posible un cambio de tendencia y dar la oportunidad de volver a Brasil en 2016», explica. Louis d'Arvieu, de Amiral Gestión, afirma que, a largo plazo, hay empresas infravaloradoras y bien gestionadas, sobre todo pequeñas y medianas. Éstas aprovechan los malos tiempos para ganar cuota de mercado mientras las más débiles quiebran. Ribeiro apunta que, pese al riesgo político, le gustan compañías domésticas y, en particular, en el sector consumo y financiero. Pedro Lacambra Prieto, de Ibercaja Gestión, en cambio, apunta que infraponderaría Brasil que, «tras el excepcional comportamiento de su mercado, debe acometer serias reformas estructurales y esperar a ver sus efectos en la economía». Según el experto de Carmignac, en un entorno como el actual, habría que escoger países con buenos fundamentales, sectores poco maduros, altos crecimientos y poco ligados a la dirección general del mercado, así como empresas con generación de caja sostenible. Así, ve oportunidades en México, Argentina y Colombia.

Ribeiro coincide en su apuesta por México, país del que comenta que está bien posicionado para sacar partido de la recuperación global debido a su ligazón con EE.UU., además de porque las reformas importantes están hechas. El inconveniente es que las valoraciones no son muy atractivas, lo que es lógico, teniendo en cuenta que lo ha hecho mejor que el resto de la región. Lacambra seguiría cómodo invertido en México, debido a que es el único país emergente junto a Turquía donde las revisiones a la baja de beneficios se han estabilizado. Ribeiro precisa que le gustan también en este país el sector financiero y las empresas ligadas al consumo.

«Chile, Perú y Colombia han hecho mucho para ajustarse a un entorno de precios más bajos en las materias primas, pero una recuperación más sostenible requeriría la estabilización del dólar», añade Ribeiro. A Chile le ve atractivo en su conjunto, debido a sus valoraciones por debajo de los niveles históricos y a sus empresas de calidad. En Perú y Colombia, pese a que son mercados pequeños, busca oportunidades en sectores que sacan partido de su favorable estructura demográfica y de la aún baja penetración de muchos productos y servicios. Para Ribeiro, la selección de acciones puede marcar la diferencia y para Saint-Georges, las mejores opciones son el sector bancario en Colombia, México y Perú; la industria cementera de Colombia; y el e-commerce de Argentina. 

Más allá de la Bolsa

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Otros expertos, como Fabrizio Quirighetti, de SYZ Asset Management, preferiría, en Bolsa, optar por otros emergentes, como los asiáticos. En cambio, en el mercado de bonos sí cree más atractivos los de América Latina, en particular los títulos a diez años de Perú, México, Colombia, Brasil y Panamá, pero en moneda fuerte. En cuanto a las divisas, Quirighetti apunta que han empezado a tomar posiciones en el peso mexicano en febrero, cuando el banco central subió los tipos adelantándose a la Reserva Federal. Además, conservan posiciones en el real brasileño y acaban de invertir en el peso argentino a través de futuros de la divisa.

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