El fin de la moratoria alivia a los bancos ante los mercados
Los impagos a la banca suben por primera vez desde mayo a pesar de la caída del saldo crediticio
La morosidad de la banca española, determinada por el porcentaje de créditos impagados en relación con el total concedido por las entidades financieras, subió ligeramente en agosto hasta el 4,43 por ciento pero no es una mala noticia para los bancos.
A pesar de la suave subida, la tasa de morosidad está muy lejos de sus medias históricas, un alivio ante los mercados para los balances de los bancos españoles.
Y es que la morosidad bancaria llegó a superar el 10 por ciento tras la crisis financiera y el estallido de la burbuja inmobiliaria y como recordó el organismo regulador detrás de esto estuvo la concesión desorbitada del crédito. En esa época, la morosidad alcanzó el 10,12 por ciento a cierre de 2015, para posteriormente comenzar a caer.
Este repunte de la morosidad fue tan preocupante que dio lugar a la reestructuración bancaria y a la aparición de Basilea III y la posterior realización de los 'test de estrés' para poder identificar entidades sistémicas.
Provisiones para hacer frente a una subida de la morosidad
Con el fin de que no se repitieran los efectos de la anterior crisis y, ante un temor de un repunte de la morosidad, la banca acometió fuerte provisiones para hacer frente a la crisis provocada por el coronavirus.
Los datos de este viernes reflejan la primera subida desde mayo de este año y se sitúa en niveles de junio de este año y ya comienza a notar el final de las moratorias concedidas por la crisis provocada por el coronavirus. En julio, el ratio de dudosos era del 4,39 por ciento.
Además, esta subida se produce a pesar del descenso registrado de la cartera crediticia. Según los datos del Banco de España, ésta alcanzó los 1,209 billones de euros, frente a los 1,220 del mes anterior.
El volumen de créditos cae, por tanto, a su nivel más bajo desde el cierre de 2018. En lo que va de año, la morosidad de la banca se ha movido entre el 4,55 por ciento, de los meses de febrero y mayo, y el 4,39 por ciento que marcó como decíamos en agosto.
El saldo de créditos impagados se sitúa en el nivel más bajo de 2021
El saldo de los créditos impagados se redujo un 0,18 por ciento al pasar de 53.644 a 53.543 millones, lo que no ha impedido el repunte del indicador.
Aunque esta cifra es casi la mitad de los picos registrados en los años 2015 y 2016 cuando superaron los 100.000 millones de euros.
Establecimientos de crédito
Por lo que respecta a los establecimientos financieros de crédito (EFC), especialistas en financiar grandes bienes de consumo, la tasa de mora también repuntó.
En concreto, se situó en el 6,53 por ciento desde el 6,50 por ciento registrado en julio.
El volumen de dudosos de 2.600 millones de euros en agosto es inferior los registrados en julio (2.650 millones de euros en julio) para una cartera crediticia de 39.816 millones de euros, la cifra más baja desde febrero.
Se comienza a notar el final de las moratorias
La morosidad bancaria estuvo contenida gracias a la moratorias aprobadas por el Gobierno de Pedro Sánchez. En el caso de las hipotecarias, los clientes bancarios tenían hasta el 31 de marzo de este año para solicitarla.
No obstante, este repunte de la morosidad a pesar de la caída del saldo crediticio corresponde a la subida de los impagos tras el final de las moratorias iniciales.
La buena noticia es que la llegada de las vacunas y la reapertura económica podría limitar estos impagos, lo que a su vez daría más aire a las entidades financieras.