El FMI aporta el dato que hace imposibles los presupuestos de Sánchez

El FMI recorta las previsiones de crecimiento para 2022 de España y compromete los presupuestos generales de los próximos 2 años

Las previsiones económicas con las que el Gobierno realizó los presupuestos generales del Estado siguen sin convencer. Es más, empiezan a ser consideradas como imposibles. El último organismo en poner en cuestión estos datos ha sido el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha aplicado un drástico recorte a sus anteriores estimaciones.

Según el nuevo cálculo, la economía española crecerá un 4,6 por ciento este año, lo que supone una reducción de 1,1 puntos sobre su previsión para este año -que en octubre colocaba en el 5,7 por ciento-.

Estos números contrastan con el cuadro macro del Gobierno español, que estima un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 6,5 por ciento este año y del 7 por ciento para 2022. El FMI calcula que la economía española crecerá el 5,8 por ciento.

Tal vez las previsiones del Ejecutivo eran más realistas cuando se elaboraron los presupuestos por primera vez, en mayo, ya que se esperaba un mayor gasto del consumo, una reactivación más potente de la economía y un final de la pandemia más próximo.

Implicaciones negativas de la rebaja de las previsiones

Ahora este alejamiento supone una menor creación de empleo, por tanto, menos recaudación de cotizaciones sociales, una tasa mayor de paro y más gasto en seguros de desempleo. Sin olvidar que también pone en cuestión los ingresos por IVA y hace imposible que las familias destinen el ahorro logrado durante la pandemia al consumo, clave para reactivar la economía.

BBVA Research proyecta un crecimiento del consumo de los hogares en España del entorno del 4,5 por ciento, menor al previsto tres meses antes, mientras que estima que se acelere hasta un rango del 5,5 por ciento al 6,5 por ciento en 2022.

Además de la incertidumbre, hay otros factores que impiden el despegue del consumo. Uno de ellos es la inflación, que reduce la capacidad de compra de los hogares al tener menos renta disponible.

Publicidad

Otros factores que influyen en este menor consumo es el precio del petróleo, ya que las estimaciones del Gobierno estimaban los 60 dólares el barril de Brent, frente a los 74 dólares actuales.

Los principales problemas para el FMI son la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia, con la aparición de nuevas variantes, así como los problemas de los suministros.

Asimismo, incumplir los presupuestos genelares del Estado para 2022 lastra también las cuentas de años sucesivos.

El INE hizo saltar la liebre

La pérdida de tracción de la economía española la destapó el Instituto Nacional de Estadística (INE), cuando rebajó en 1,1 puntos el PIB del segundo trimestre, desde el 2,8 por ciento al 1,7 por ciento.

Y generó una cascada de revisiones a la baja. El Banco de España ha sido de las últimas instituciones en hacerlo.

El organismo que dirige Pablo Hernádez de Cos recortó en casi dos puntos la previsión de crecimiento del PIB para 2021, desde el 6,3 por ciento que proyectó el pasado mes de septiembre hasta el 4,5 por ciento.

Para el próximo ejercicio, el supervisor estima que el PIB aumentará un 5,4 por ciento, cinco décimas menos de lo que consideró hace tres meses (5,9 por ciento), de nuevo, en el rango más pesimista.

Por su parte, la OCDE también ha recortado las previsiones pasando del 6,8 por ciento hasta el 4,5 por ciento de ahora. Para 2022 las estimaciones no son mucho mejores. Las proyecciones se reducen del 6,6 por ciento hasta el 5,5 por ciento.

Se retrasa la vuelta a la normalidad de la actividad económica

El FMI también ha puesto en duda las palabras de la ministra de Economía y Competitividad, Nadia Calviño, sobre la vuelta de la actividad a niveles previos a la pandemia. Algo fundamental para la evolución del PIB.

Así, el organismo internacional no cree que se dé hasta finales de 2022 o principios de 2023, mientras que Calviño lo fecha a principios del próximo año.

En portada

Noticias de