El Ibex-35 baja a los 9.000 y marca otro mínimo anual y desde 2016
Nuevas jornada de fuertes descensos en las Bolsas a nivel global por el miedo a las subidas de los tipos de interés, a la desaceleración económica que puede llegar a continuación y al conflicto entre la Fed y Donald Trump.
Jornada de fortísimos descensos de nuevo en los mercados mundiales después de otra sesión, la de ayer, de caídas también muy relevantes y especialmente preocupantes en Estados Unidos, donde hubo pérdidas de más del 3% y de más del 4% en los principales índices y además con un volumen negociado que fue un 55% superior a la media de las treinta últimas sesiones.
Esta mañana vimos retrocesos de ese mismo estilo en Asia: el CSI 300 de China bajó un 4,80% y el Nikkei de Tokio, un 3,89%.
Con ello, se anticipaba un día doloroso en el Viejo Continente. Y, efectivamente, aquí todos los indicadores bajaban más de un punto porcentual al cierre. El Ibex-35 perdía un 1,69%, para dar un último cambio en los 9.007,9 puntos, con lo que marcaba un nuevo mínimo anual y desde finales de 2016.
Las pérdidas del Ftse 100 británico y del Cac 40 francés se acercaron a los dos puntos porcentuales. Mientras, el Ftse Mib de milán perdió un 1,84%, y el Dax alemán, casi un 1,5%.
Sólo cuatro valores del selectivo esquivaron las pérdidas en el Ibex-35: Grifols fue el más rentable, con una subida del 0,64%, mientras que Cellnex se anotó un 0,33%, y Meliá, un 0,22%. Técnicas Reunidas también se salvó de los números rojos, pero apenas consiguió cerrar en tablas.
En negativo, los peores valores del día fueron Endesa, Acciona y Naturgy, que perdieron más de un 4%. Y después se colocaron Mapfre, Repsol, Bankia y ACS, que bajaron más de un 3%.
Joe Kinahan, de TD Ameritrade, interpretaba para la agencia Bloomberg el movimiento que observamos: "Estamos ante un cambio en los mercados debido al enorme movimiento que ha habido en los tipos de interés. Por eso, el mercado está tratando de averiguar qué hacer a continuación". Uno de los problemas de los mercados es que la subida de los tipos de interés ha elevado la preocupación que tienen los inversores sobre la posibilidad de que la economía haya entrado en las últimas fases del ciclo expansivo. Y a ello hay que añadir el impacto de la guerra comercial que está provocando, entre otras cosas, una caída del yuan chino, lo que puede generar, a su vez, réplicas en el resto del mundo emergente, como vimos hace dos veranos.
La volatilidad ha aumentado con fuerza: el índice Vix, que mide la del S&P 500, se encuentra en los 24 puntos, su nivel más alto desde el pasado mes de marzo, aunque todavía sigue lejos de los más de 35 puntos que marcó en febrero, coincidiendo con otro tirón al alza de los tipos de interés de los bonos que también puso muy nerviosos a los inversores.
Un hito que pudo cambiar la sesión: la inflación americana
Pudo haber habido una tregua en los miedos de los mercados si es que se derivan del recalentamiento de la economía estadounidense, de las subidas de los tipos de interés que podrían acelerarse y acercar a continuación una desaceleración del crecimiento. ¿Por qué? Porque en Estados Unidos se publicó un dato de inflación correspondiente al mes de septiembre más bajo de lo esperado: bajó desde el 2,7% de agosto al 2,3% de septiembre, cuando se esperaba que se colocara en el 2,4%. Bien es verdad que la inflación subyacente, la que no recoge los elementos más volátiles se mantuvo en el mismo 2,2% de agosto (aunque una décima por debajo de lo previsto). De todas maneras, hubo un amago en Wall Street de comenzar al alza la jornada tras publicarse el dato de inflación. Pero al final se impuso la lógica bajista. El único que trataba de entrar en números verdes era el Nasdaq.
A este respecto, ha surgido una importante polémica en Estados Unidos, puesto que el presidente Donald Trump acusa a la Reserva Federal norteamericana de haber provocado esta corrección. Trump ya se había manifestado en contra de las subidas del precio oficial del dinero con anterioridad, mientras que el presidente de la Fed, Jerome Powell, ha defendido recientemente, tanto en la reunión de Jackson Hole, como en la última reunión de política monetaria, la senda que está siguiendo la institución. Trump también ha dicho que no va a quitar a Powell de su puesto.
Huida hacia los bonos refugio
En todo caso, no se revirtió el movimiento que vimos ayer en los bonos americanos: la rentabilidad del diez años estadounidense se mantuvo en el 3,15%, frente al 3,25% que había llegado a rozar en los últimos días. En el Viejo Continente, la rentabilidad del bono alemán bajaba del 0,55% hasta el 0,51%.
Sí está habiendo, por tanto, huida del dinero hacia los activos refugio, al menos en la renta fija.
En cambio, están subiendo las rentabilidades de los bonos de las economías más endeudadas, las de la periferia europea: el interés del título italiano a diez años pasó del 3,50% hasta el 3,57%; el del español, del 1,60% hasta el 1,64%, y el del portugués, del 1,95% al 2,01%.
El oro actuó como refugio y subió: al cierre de la sesión avanzaba un 1,85%, hasta los 1.216 dólares la onza, máximos desde finales del mes de julio.
Pero justo lo contrario le sucedió al petróleo. El miedo a la desaceleración económica cotizó a la baja en el crudo. El barril de Brent, de referencia en Europa, retrocedía un 2,61% al cierre de la sesión europea, hasta los 80,92 dólares, cuando hace dos sesiones se movía en el entorno de los 85 dólares. El barril de West Texas, de referencia en Estados Unidos, retrocedía un 2,54%, hasta los 71,31 dólares.
En el mercado de divisas, el euro volvió a reforzarse frente al billete verde: al cierre de la sesión europea avanzaba un 0,4%, hasta el nivel de 1,1563 unidades.