El Ibex-35 cierra al alza un día volátil por el BCE

La reacción de los mercados a los anuncios de Mario Draghi fue bastante irregular. Pero, al cierre, las Bolsas europeas estaban en positivo, el euro se apreciaba y las primas de riesgo de la periferia se estrechaban.

Llegó el decisivo día en que el Banco Central Europeo volvió a sacar todo su arsenal anti-crisis. El Eurobanco bajó el tipo de depósito en diez puntos básicos (los analistas habían hablado de un recorte de hasta 20 puntos), hasta situarlo el -0,50%, y alivió a las entidades del daño que podría propinarles esa medida con el diseño un sistema de tramos, además de con unas mejores condiciones para acceder a las subastas de liquidez que se reanudan este mes. Asimismo, anunció un programa de compra de activos por valor de 20.000 millones de euros al mes y sin fecha de caducidad. Quizás el mercado esperaba una cantidad algo más generosa de inversión mensual, pero ello se compensó no poniéndole fecha de término. Pero esto, quedarse un poco corto en su actuación, a decir de los analistas, le da margen a la autoridad monetaria de tomar más medidas en lo sucesivo: "Tanto la menor reducción de la tasa que penaliza los depósitos de los bancos como un anuncio de las compras mensuales de activos por debajo de lo esperado apunta a que el BCE puede seguir avanzando en un futuro en la relajación monetaria. Creemos que la introducción de un sistema de dos niveles de penalización con tipos negativos de las reservas bancarias puede permitir recortes adicionales si la inflación y, lo que es más importante, las expectativas de inflación se mantienen bajas", valora Andrew Wilson, de Goldman Sachs AM. Paul Diggie, de Aberdeen Standard Investments, añade: "Seguimos pensando que el BCE tendrá que hacer más con el tiempo, incluyendo recortes aún más profundos de los tipos de interés". 

Bien es verdad que el presidente del Banco Central Europeo afirmó que la política fiscal debería ser la principal herramienta económica para lograr la reactivación del crecimiento. Y, además, también hay que contar con que un buen grupo de miembros del BCE, sobre todo los de la Europa 'core', se opusieron al reinicio del programa de compra de activos. 

En el mercado, la reacción fue bastante volátil. El selectivo español, que estuvo prácticamente plano durante la primera parte de la sesión, hasta la decisión del BCE, que se produjo a las dos menos cuarto de la tarde, empezó a moverse con brusquedad desde ese momento, aunque siempre en un rango estrecho. En un primer momento, puso en peligro los 9.000 puntos, para marcar poco después máximos del día poco por encima de los 9.100 puntos. Al cierre daba un último cambio en los 9.082,3 puntos, lo que supone un discreto ascenso del 0,25%.

Estas variaciones tuvieron lugar porque las de la banca, el sector más sensible a la política monetaria, también fueron bruscas. Así, por ejemplo, Bankia, que llegó a subir un 3,4% tras la decisión de Draghi, después llegó a caer más de un 4%. Al cierre, perdía un 1,73%. Y también a la baja cerraron CaixaBank (-.0,93%) y Sabadell (-1,10%). 

Pero los grandes, Santander (0,47%) y BBVA (1,12%), y también Bankinter (0,48%) terminaron en positivo. 

En verde destacaron los valores más defensivos, como Cellnex, que fue el más rentable, con un ascenso del 2,32%, seguido de Ferrovial, que también se anotó más de un 2%. MásMóvil subió un 1,60%. 

En negativo, los peores fueron Ence, Viscofán y Meliá, que retrocedieron más de un 3%. 

Todos los indicadores europeos terminaron con ganancias. El Ftse Mib de Milán fue el mejor, con una subida del 0,88%. El Cac 40 francés y el Dax alemán se anotaron algo más de un 0,4%, mientras que el PSI-20 de Lisboa se revalorizó un 0,22%. El Ftse 100 británico se apuntó un 0,09%. 

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Deuda y divisas

También fue irregular y desigual el efecto de las medidas de Mario Draghi en el mercado de deuda. Así, la rentabilidad del bono alemán a diez años pasó del -0,56% hasta el -0,53%; mientras que la de su comparable español cayó del 0,25% al 0,21%; y la del título italiano pasó del 0,96% hasta el 0,86%. Son datos del momento del cierre de los mercados del Viejo Continente. Porque el primer impacto de las noticias fue bajista para todas las rentabilidades de los bonos. Después la foto se fue reordenando. Los analistas creen que uno de los activos ganadores debería ser el bono italiano, dado que sigue teniendo una prima de riesgo muy relevante. 

Por cierto que en la sesión de hoy las primas de riesgo se estrecharon con bastante fuerza: la de España cayó desde los 80 hasta los 73 puntos básicos; y la de Italia, desde los 153 hasta los 138 puntos básicos. 

La volatilidad que reinó en la Bolsa y en los bonos también se observó en el mercado de divisas. El efecto inmediato de las medidas de Draghi fue depreciatorio para la divisa comunitaria, que llegó a caer hasta el nivel de 1,093 unidades. De hecho, provocó el enésimo tuit de queja de Donald Trump contra la Reserva Federal norteamericana. Pero al cierre de la sesión europea subía para colocarse en el entorno de 1,105 unidades. 

Ello, quizás, por el impacto que tuvo la publicación del IPC estadounidense del mes de agosto, que se situó en el 1,7%, por debajo del 1,8% previsto, en tasa interanual. Este dato podría dar margen a la Reserva Federal norteamericana, que celebra su reunión ordinaria de política monetaria la semana que viene, para bajar los tipos de interés.

En Wall Street, los índices se movían discretamente al alza. El Dow Jones y el S&P 500 se apuntaban alrededor de un 0,37%, mientras que el Nasdaq avanzaba algo más de medio punto porcentual. 

Esos ascensos en la Bolsa de Nueva York, y quizás también en los de las plazas europeas, además del comportamiento de los bonos, primero con rentabilidades a la baja y a continuación con subidas, se explican, posiblemente también, por las buenas noticias que llegaban del frente arancelario. Se publicó que los negociadores estadounidenses habrían discutido ofrecer un acuerdo comercial a China, aunque luego esas informaciones fueron desmentidas. 

En el mercado de materias primas, el oro reaccionó al alza y, al cierre de la sesión europea, se apuntaba un 0,33%, para recuperar la cota de los 1.500 dólares. 

En cambio, el precio del crudo cayó por tercera sesión consecutiva: al término de la jornada en el Viejo Continente, el barril de Brent se dejaba un 1,7%, hasta los 59,78 dólares. 

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