El Ibex-35 cierra en los 8599,9 puntos al subir un 0,19%

Golpe de efecto en las últimas horas de cotización de la semana. Al Ibex-35 se le ha escapado en el último suspiro la cota psicológica de los 8.600 puntos, pero logró cerrar la semana en positivo ( 0,84%). El principal indicador de la Bolsa española ha cerrado en los 8.599,9 puntos al repuntar un 0,19%.

Esto en un contexto de corrección y pocos ánimos entre los inversores en Europa. Lograron cerrar en positivo el FTSE 100 ( 0,46%), el Cac francés ( 0,11%) y el Eurostoxx ( 0,13%). Y terminaron con pérdidas el Dax alemán (-0,09%) y el FTSE MIB italiano (-0,16%).

Los principales motores de la subida han sido Bankia ( 3,08%), Telefónica ( 1,75%), que se recupera del castigo de la sesión anterior, y Gamesa ( 1,46%). En el caso del banco español, responde a una buena acogida de los resultados presentados hoy tras anunciar un beneficio neto de 481 millones de euros en el primer semestre del año, un 13,4% menos, y que reducía su morosidad por debajo del 10% por primera vez en cuatro años.

Una financiera que también ha sido noticia, pero para mal ha sido el Sabadell, que ha visto como su anuncio de un beneficio de 425,3 millones hasta junio, un 20,7% más, era acogido por el mercado con una caída del 7,47%.

También se situaban en el lado de las pérdidas Banco Popular, que cedía un 1,69%, ACS, que perdía un 1,95%, Acerinox, que caía un 1,32%, Caixabank (-1,65%) y Técnicas Reunidas (-1,45%).

Ha sido una sesión bastante plana con el Ibex fluctuando entre las pérdidas y las ganancias. Una apatía que ha tirado más bien hacia la decepción en el resto de Europa. Los inversores no esperaban ningún anuncio de medidas concretas en la reunión de ayer jueves del Banco Central Europeo, pero sí alguna pista a la que poder aferrarse hasta la convocatoria de septiembre. Lo poco que dijo -que se podría crear una red pública para apoyar a los bancos con problemas de morosidad- ayudó a las financieras, pero los mercados esperarán a buscar señales más claras de reuniones próximas de otros bancos centrales.

La única referencia destacable ha llegado desde Reino Unido y no ha sido buena. Se ha visto un un fuerte deterioro del PMI en julio que lleva a registrar el menor dato en el área monetaria en 18 meses, y el más bajo en Reino Unido desde 2009. «Si bien estos datos sólo suponen varias semanas de información y podría producirse un repunte tras el mazazo inicial del 'Brexit', la magnitud de la caída de la actividad es alarmante», afirma Azad Zangana, economista y estratega europeo de Schroders. Es un consuelo para este experto que al menos estos datos probablemente respalden al Banco Central de Inglaterra de cara a un posible recorte de tipos por primera vez en 7 años el próximo 4 de agosto. Esta debilidad en la economía y posibilidad de nuevos estímulos monetarios ha sentado muy bien al FTSE 100 ya que implica una depreciación de la libra. Y, en consecuencia, una alegría para un índice compuesto principalmente por exportadoras.

El mercado de deuda se ha mantenido con pocos cambios. La prima de riesgo de España se mantiene en los 114,9 puntos y el diferencial con el bono alemán en el 1,122%.

«Como vemos, el mercado sigue dominado por las intervenciones monetarias de los bancos centrales. Esta perversión económica permite ver a bonos e índices en máximos históricos a pesar de las amenazas de recesión para este año o el próximo en importantes zonas como Reino Unido y Estados Unidos», señala Jaime Díez, analista de XTB.

Para la semana próxima llegarán importantes referencias macroeconómicas de Reino Unido, incluyendo datos de confianza del consumidor y del mercado inmobiliario. En el caso de Europa, solo habrá que estar atentos al indicador adelantado de la inflación para junio.