El Ibex-35 recorta un 0,09% con la banca en contra y salva por la mínima los 9.400 puntos
El selectivo español cierra la semana con un descenso de un punto porcentual.
El Ibex-35 estuvo dubitativo entre los números rojos y los verdes durante la mayor parte de la sesión. Ello, en un rango estrecho, entre los 9.445 y los 9.410 puntos, y hasta las cuatro de la tarde, cuando pareció decidirse más claramente por los descensos. Al cierre daba un último cambio en los 9.409,6 puntos, lo que supone un recorte del 0,09%. Al menos, logró mantenerse sobre los 9.400 puntos, algo que no estuvo claro hasta el final: marcó mínimos de la sesión en los 9.390 puntos a las cuatro y media de la tarde.
Si el índice español fue ayer con sus pérdidas el peor de la sesión en Europa, en la jornada de hoy fue el único que terminó en negativo. Aunque también es verdad que el resto de índices del Viejo Continente no despuntaron demasiado con sus ascensos. El mejor fue el Dax alemán, que se anotó un 0,55%, mientras que el Ftse 100 británico se apuntó un 0,40%. El Ftse Mib de Milán y el Cac 40 francés cerraron la sesión con ganancias de un 0,24% y de un 0,18%, respectivamente.
En la semana, el Ibex-35 cedió un 1,01%, frente a la subida del 0,79% del Dax alemán. Éstos fueron la cara y la cruz de los mercados europeos en la última semana.
Al selectivo doméstico, en la sesión de hoy, le penalizó el comportamiento de los bancos y de algunos de los grandes valores. Así, el peor del día fue el Sabadell, que retrocedió un 2,63%. Mientras, Bankia y Bankinter cayeron algo más de un punto porcentual, y el Santander, casi un 0,6%. BBVA, por su parte, perdió un 0,24%. En el sector sólo se salvó CaixaBank, que sumó un 0,42%.
Entre los grandes valores, al Ibex-35 le fallaron también Repsol (-0,44%) y Telefónica (-0,38%).
En verde, el más rentable fue Siemens Gamesa (1,65%). También Merlin, Endesa, Grifols y Enagás se apuntaron más de un 1%.
De los valores de mayor capitalización del índice, se pusieron de su parte Inditex, que sumó un 0,42%, e Iberdrola, que se anotó un 0,38%.
La banca española fue inmune al repunte de la inflación europea que podría ser aviso de, quizás, un endurecimiento de la política monetaria europea antes de lo esperado. Así, si la inflación del mes de abril se situó en el 1,7%, por encima del 1,6% previsto, el rendimiento del bono alemán se mantuvo en el 0,02%. Y en el resto del Viejo Continente, ocurrió casi lo mismo: el interés del bono español retrocedía marginalmente, hasta el 0,98%, y el de su comparable italiano seguía en el 2,55%.
Pero es que también hay que tener en cuenta que la inflación subyacente (la que no tiene en cuenta los precios más volátiles, los de los alimentos y combustibles), pese a subir más de lo previsto, se encuentra todavía en un más que discreto 1,2% en la zona euro.
La clave americana
Uno de los principales centros de atención del día estuvo en Estados Unidos, donde se publicó el informe oficial de empleo. En los últimos días los inversores habían mostrado su preocupación por que finalmente la Fed prácticamente descartara la posibilidad de una bajada de tipos amparándose en el optimismo de su presidente, Jerome Powell, sobre la situación de la economía americana. En la jornada de hoy la fortaleza de la coyuntura que atraviesa Estados Unidos quedó ratificada con la publicación de los datos del mercado de trabajo: durante el mes de abril se crearon 263.000 nuevos empleos en la economía no agrícola, por encima de los 190.000 esperados, con lo que la tasa de paro caía por sorpresa desde el 3,8% hasta el 3,6%, su nivel más bajo en 49 años. Eso sí, hubo referencias no tan positivas como éstas en el mismo informe de empleo: por ejemplo, el crecimiento de los salarios decepcionó, así como las horas semanales trabajadas, que retrocedieron, o la tasa de participación en el mercado de trabajo, que también cayó.
A esos en general, aunque con 'peros', positivos datos de empleo había que sumar el debilitamiento del índice de gestores de compras del sector servicios.
La interpretación del mercado de esta batería de datos no fue muy favorable, es decir, no hay una gran confianza en que la fortaleza estadounidense sea tal, puesto que el interés del bono americano cayó desde el 2,55% hasta el 2,52%. Además, en el mercado de divisas, el euro recuperó posiciones frente al billete verde: al cierre de la sesión el tipo de cambio pasó de niveles de 1,1150 unidades hasta casi recuperar el nivel de 1,12 unidades. A ello quizás influyeran las declaraciones del asesor económico de Donald Trump, Larry Kudlow, que afirmó que la Fed sigue teniendo en mente una bajada de los tipos de interés. Además, el presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, explicó que el riesgo sigue residiendo en una tasa de inflación subyacente estancada por debajo del 2%.
Como contrapartida, los índices de Wall Street se movían en positivo en el momento del cierre europeo. Así, el Dow Jones se anotaba alrededor de medio punto porcentual, mientras que el S&P 500 se apuntaba un 0,81%, y el Nasdaq, alrededor de un 1,25%.
Este último indicador se vio beneficiado por el comportamiento de Tesla, después de su ampliación de capital por 2.350 millones de dólares, y por el de Amazon, después de que Warren Buffett confesara a la CNBC que su instrumento inversor, Berkshire Hathaway, ha entrado en el valor.