El Ibex-35 recupera los 9.200 amparado en un buen desenlace del Brexit y la guerra comercial

El selectivo español cerró la semana con una revalorización del 3,5%, la mayor desde enero de 2018. Al indicador le auparon valores cíclicos como ArcelorMittal, Indra o IAG, además de los bancos.

Jornada gemela a la de ayer. El selectivo arrancó la sesión sin mucha fuerza pero, a medida que fueron pasando las horas, las ganancias fueron yendo a más. El Ibex-35, al cierre, daba un último cambio en los 9.273 puntos, lo que supone una revalorización del 1,86%, la mayor desde febrero. Con esta última sesión, el selectivo suma un 3,5% en la semana, lo que la convierte en la mejor desde la primera de enero de 2018. 

Sólo cinco valores del selectivo terminaron con pérdidas. MásMóvil fue el peor, con un recorte del 1,44%. Mediaset, Iberdrola, Colonial y Ferrovial fueron los otros cuatro en negativo.

En verde, IAG encabezó los ascensos, con una revalorización del 10,68%, debido, posiblemente, al incremento de la probabilidad de un Brexit acordado. A continuación se colocó Indra, que sumó otro 7% tras ganar ayer un 9,5%. El Sabadell se revalorizó más de un 6%. ArcelorMittal y CaixaBank ganaron más de un 5%. Ence, Santander y BBVA, más de un 4%. Otros bancos, como Bankinter y Bankia también se colocaron entre los mejores, con ascensos de más de un 3%.

En la semana, destacaron ArcelorMittal (14%), Indra (12,75%) o IAG (12,42%). En rojo, los peores fueron Acciona (-4,60%) o Iberdrola (-1,85%).

Ganancias muy importantes en la sesión también en el resto de las Bolsas europeas. Sobre todo en la alemana: el Dax terminó el día con un repunte del 2,86%, gracias al gran impulso de SAP, que subió más de un 10%, después de los cambios en su cúpula. Además, es el índice más industrial y el más expuesto a la guerra comercial, por lo que es el principal beneficiario de las buenas noticias que se producen a su alrededor. 

El Ftse Mib de Milán se apuntó un 1,88% y el Cac 40 francés se anotó un 1,73%. Algo más atrás se situaron el PSI-20 de Lisboa, que subió un 1,20%, y el Ftse 100 británico, que avanzó un 0,84%. 

En Wall Street, al cierre de la sesión europea, el S&P500 se anotaba un 1,6%, mientras que el Dow Jones ganaba un 1,75%, y el Nasdaq, alrededor de un 1,90%. 

La clave comercial y la del Brexit

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El rally en los mercados, que arrancó ayer, tuvo lugar gracias a la convicción de que Estados Unidos y China acordarán al menos una tregua en la guerra comercial. Ello, en primer lugar, debido a la disposición que se ha observado en el equipo negociador chino. Y, también, por las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que afirmó "que están pasando cosas buenas" en las conversaciones con su contraparte. 

También es un factor positivo con el que cuentan los mercados la sensación de que pueda llegar a haber un acuerdo entre Irlanda, el Reino Unido y la Unión Europea sobre la frontera irlandesa, que dé lugar a un Brexit pactado. Ello llevó a la libra esterlina a registrar una apreciación de casi un 2% frente al billete verde, para marcar su nivel más alto desde junio. 

La explosión en un petrolero iraní cerca de Arabia Saudí, lo que recordó los riesgos existentes de conflicto abierto entre Oriente Medio, no enturbió la jornada. Como tampoco los ataques que persisten de Turquía contra el pueblo kurdo en el noreste sirio. Y eso que el petróleo se disparó un 2% en Europa, para rebasar los 60 dólares, mientras que el West Texas avanzó un 1,7%, hasta los 54,45 dólares. Aunque es difícil atribuir este movimiento únicamente a la cuestión geopolítica, teniendo en cuenta que la sesión fue positiva, en general, para todos los activos de riesgo. 

Sale dinero de la deuda y del oro

Y, de hecho, vimos salida de dinero del mercado de deuda, síntoma de que los inversores no querían refugios. Así, se registraron fuertes subidas de las rentabilidades de los bonos. Sobre todo en Estados Unidos. El interés del diez años americano avanzó desde el 1,67% hasta el 1,75%. 

Y eso que la Reserva Federal norteamericana ha anunciado que comprará 60.000 millones de dólares al mes en deuda a corto plazo para calmar al mercado repo y engordar las reservas a disposición del sistema. 

También importante ascenso en el rendimiento de los títulos británicos a diez años, que pasó del 0,58% al 0,52%. 

En el mercado de deuda de la Europa continental, más mesura. Así, la rentabilidad del bono alemán a diez años pasaba del -0,47% al -0,44%. El interés de los títulos españoles al mismo plazo pasó del 0,22% al 0,23%. 

Salió dinero también del oro, ante la falta de necesidad de refugios: al cierre, el precio de la onza retrocedía cerca de un 0,9%, hasta los 1.481 dólares. 

Si los dos asuntos que más inquietan a los inversores, el Brexit y la guerra comercial, se terminan despejando, habrían desparecido dos de las principales amenazas contra el crecimiento económico y, por tanto, podrían mejorar las perspectivas de los activos de riesgo frente a los más seguros. 

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