El Ibex-35 reduce al mínimo su caída pese a Wall Street y Hong Kong
El selectivo español tuvo un cierre prácticamente en tablas. No se dejó sentir apenas el resultado electoral y la falta de claridad sobre cómo se puede desatascar la situación política que se deriva de él.
El Ibex-35 estuvo durante prácticamente toda la jornada en negativo. Marcó mínimos de la sesión poco por debajo de los 9.340 puntos pasadas las doce de la mañana. Pero, a partir de ahí, fue poco a poco recortando las pérdidas, para terminar el día con un mínimo descenso del 0,06% y dar un último cambio en los 9.388,5 puntos.
El elemento diferencial de la jornada en el mercado español fue el resultado de los comicios que se celebraron ayer y que no dejó clara cuál puede ser la salida a la situación de bloqueo que dura ya seis meses. Pero las acciones domésticas no se mostraron muy sensibles a esta circunstancia y se comportaron más o menos en línea con el resto de las europeas a lo largo de la sesión, aunque cerraron con un tono algo mejor. Así, el Ftse 100 británico fue el peor índice del día, con un recorte del 0,42%. Mientras, el Dax alemán, el PSI-20 de Lisboa y el Ftse Mib de Milán retrocedieron alrededor de un 0,20%. El único indicador en verde fue el Cac 40 francés, que subió un 0,07%.
En el selectivo español, Indra lideró los ascensos, con una subida del 1,73%. Meliá y Siemens Gamesa también ganaron más de un punto porcentual.
Entre los grandes valores, destacó Telefónica, que se anotó un 0,71%. También ascensos para Inditex, que se apuntó un 0,29%.
En rojo, CaixaBank fue el peor, con un recorte del 1,04%. Después se situó Cellnex, que retrocedió un 0,88%. Iberdrola y MásMóvil se dejaron alrededor de un 0,75%. Entre los 'blue chips' cerraron en negativo también Santander y BBVA, con descensos de un 0,58% y de un 0,29%, respectivamente. Repsol también cerró a la baja: se dejó un 0,07%.
Atención al mercado de deuda
Aunque es posible que la deuda sí se mostrara algo más reactiva a la situación política doméstica. Porque, desde principios del mes de octubre, los inversores llevan exigiendo una prima (muy pequeña, eso sí) para invertir en deuda española en lugar de hacerlo en la portuguesa. Es la primera vez que ocurre en la historia o, al menos, desde el estallido de la crisis financiera global. Esa prima ronda, desde las primeras sesiones de noviembre, los ocho puntos básicos para los bonos a diez años.
En la jornada de hoy, la rentabilidad del bono español a diez años subió desde el 0,38% hasta el 0,42%. Pero el interés de su comparable italiano subió más: desde el 1,19% hasta el 1,25%.
En todo caso, la prima de riesgo española tomando como referencia la deuda alemana ronda los 67 puntos básicos, nivel que se encuentra muy cerca de los mínimos desde 2010 que marcó en los 59 puntos básicos el pasado mes de julio. No se puede hablar de tensión en el mercado doméstico de deuda por cuestiones de política interna.
Pero, quizás, como apunta Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum AM, una gestora de Natixis IM, este limitado impacto de la incertidumbre política en los mercados se deba al nuevo programa de compra de activos puesto en marcha por el Banco Central Europeo.
Además, España tampoco frenó al euro. La moneda comunitaria se apreciaba un 0,20% respecto al dólar al cierre de la sesión europea, para colocarse el tipo de cambio en 1,104 unidades.
Razones políticas globales
Pero si ampliamos el foco y buscamos explicación para la debilidad que reinó en los mercados globales sí hay que hacer referencia a cuestiones políticas o geopolíticas. Así, las Bolsas se vieron afectadas por los comentarios de Donald Trump este fin de semana respecto a que aún China y Estados Unidos no han llegado a un acuerdo comercial y que en ningún caso levantaría los aranceles ya establecidos.
A ello hay que sumar las nuevas protestas en Hong Kong, que provocaban descensos de más de un 2,5% en esa plaza y que, además, pueden complicar todavía más las relaciones entre China y Estados Unidos.
Al cierre de los mercados del Viejo Continente, los índices de Wall Street estaban en negativo. El Dow Jones retrocedía un 0,44%, mientras que el S&P 500 y el Nasdaq se dejaban alrededor de un 0,3%.
Además hay que contar con las novedades del Brexit: el Brexit Party que lidera Nigel Farage ha decidido no presentarse a las elecciones británicas del próximo 12 de diciembre, lo que ayuda a la victoria de Boris Johnson. La libra esterlina fue la divisa del G-10 que más se apreció: al cierre avanzaba un 0,66% frente al billete verde. Y eso que la cargada agenda macroeconómica de la sesión no fue muy favorable para el Reino Unido: el PIB del tercer trimestre, aunque esquivó la contracción, se colocó por debajo de lo esperado y la producción industrial también fue peor de lo previsto.
En el mercado de materias primas, retroceso para el oro: al cierre de la sesión europea se dejaba un 0,26%, hasta los 1.455 dólares la onza. El crudo también cotizaba a la baja: el barril de Brent se dejaba un 0,24%, hasta los 62,36 dólares, y el de West Texas retrocedía un 0,5%, hasta los 56,95 dólares.