El Ibex-35 rompe al alza... ¿llegará a los 10.000?

Tras una docena de semanas sin moverse, el selectivo ha roto niveles clave que hacen pensar en más subidas, pero el panorama no está tan claro

El Ibex-35 llevaba desde mediados de diciembre atrapado en una horquilla muy reducida alrededor de los 9.400 puntos. O, como matiza Óscar Germade, de BNP Paribas Personal Inverstors, después de haber corrido de los 8.500 puntos a los 9.500 muy rápido, el índice se había atascado en un proceso de consolidación. O, como apunta Nicolás López, de MG Valores, el selectivo, tras superar la importante resistencia de los 9.250 puntos en diciembre, se tomó una pausa normal, para ahora registrar otro tirón alcista. Así ha sido: el pasado 1 de marzo, después de la primera comparecencia de Donald Trump ante el Congreso, rompió al alza, salió de su apatía, para acabar por encima de los 9.700 puntos.

¿Qué esperar a partir de ahora? Para Nicolás López, de MG Valores, los avances deberían tener continuidad los próximos días o semanas, porque el telón de fondo es favorable, con buenos resultados empresariales y positivos datos macroeconómicos. Pero, de acuerdo con Jesús de Blas, de Bankoa-Crédit Agricole, si lo que ha estado frenando al Ibex-35 y, en general, a Europa, ha sido el miedo a que Wall Street pudiera darse la vuelta, la Bolsa española ha acelerado justo cuando más tensa está la cuerda en la de Nueva York, es decir, cuando el riesgo de corrección se ha incrementado por lo mucho que lleva subiendo. En otras palabras: el Ibex-35 no ha acompañado al Dow Jones cuando éste subía y ha roto al alza cuando puede que la renta variable americana esté llegando al límite de sus fuerzas. Y también cuando más cerca están las citas electorales que pueden poner patas arriba a la Unión Europea y a la zona euro: el 15 de marzo son las elecciones holandesas y a finales de abril, las francesas. Son los riesgos de este avance. Por eso De Blas advierte: «Por análisis técnico se ha podido abrir la puerta a más subidas, pero no debemos interpretarlo como una señal de compra, sólo de mantener posiciones».

¿Objetivo en los 10.000?

Óscar Germade, optimista, comenta que este movimiento puede tener como objetivo los 10.000 puntos, un nivel en el que el índice podría tomarse otro respiro. Sería sano, según Germade, que el índice se moviera entre los 9.600 y los 10.000 puntos y que no perdiera los 9.360 puntos, un soporte importante. También Luis Lorenzo, de Dif Broker, comenta que ahora el objetivo estaría entre los 9.900 y los 10.000 puntos. «No creo que sea complicado llegar a esos niveles, porque la ruptura se ha producido con fuerza, y acompañada de una reducción de las primas de riesgo europeas, aunque hay que tener cuidado, porque se pueden complicar las cosas y hay un exceso de complacencia en los mercados», añade Lorenzo. También coincide este analista en que el índice no debería perder los 9.400 puntos en una futura corrección, porque ello abriría la puerta a pérdidas adicionales. Lorenzo añade como argumento favorable para las subidas del Ibex-35 el hecho de que se hayan ido sumando cada vez más sectores, empezando por la banca y terminando por el de las 'utilities', que parece estar rebotando en las últimas sesiones.

Nicolás López baja un poco el listón: añade que una corrección podría llevar al índice, como mucho, en condiciones normales, a los 9.250 puntos y afirma que ése es el nivel clave que no debe perder para que la situación no se ponga más fea. La salvedad que incluye en su argumento es la cita electoral en Francia: una victoria de Marine Le Pen sería muy negativa, dado que el impacto en el mercado sería peor que el que tuvo el 'Brexit'.

Más optimista, Roberto Moro, de Apta Negocios, apunta que el Ibex-35 podría tener incluso más recorrido: en su opinión, podría extender los avances hasta los 10.250 puntos o incluso hasta los 10.600 puntos, en un plazo de dos meses y pese a los riesgos que hay por delante. Argumenta que tanto los bancos, a falta de que BBVA confirme su tendencia alcista superando los 6,60 euros, como Telefónica y Repsol, además de Inditex, están acompañando al índice en su mejora. Pero, una vez alcanzado su objetivo, el Ibex-35 podría sufrir un repliegue de entre un 10% y un 12%, hasta los 9.200 o 9.300 puntos, para volver a registrar un último tirón alcista que llevaría a una nueva caída.

Falta por confirmar la ruptura

Eduardo Faus, de Renta 4, es el analista que más dudas muestra respecto a la fiabilidad de la ruptura alcista del Ibex-35. «Las subidas deberían ser limitadas. Los riesgos a la baja son muy importantes», apunta Faus. Para confirmar que el índice seguirá subiendo, los avances deberían ser fuertes, con resolución, en las jornadas siguientes a la sesión de ruptura, a la superación de los 9.700 puntos el 1 de marzo. Si se va agotando, si comienza con un movimiento en zig-zag, el repunte puede terminar siendo peligroso para los inversores que se han fiado y han considerado el primer fuerte avance como una señal de compra. Tras tanto tiempo en rango, la ruptura siempre es violenta, y si no lo es al alza, lo será a la baja. Hay síntomas ya presentes que le hacen desconfiar de que ésta ruptura alcista haya sido «la buena». Por ejemplo, que el petróleo esté cayendo, o que el Russell 2000, el índice de las pequeñas y medianas compañías americanas, no esté acompañando del todo los avances de los principales índices de Wall Street, o que el índice belga, normalmente muy correlacionado con el Eurostoxx 50, se esté quedando al margen de los avances. Si al final el indicador se viene abajo, de acuerdo con Faus, no debería perder los 9.375 puntos para no ver caídas adicionales. Si, por el contrario, la ruptura ha sido seria, entonces no le extrañaría llegar a ver los 10.250 puntos.

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