El Ibex-35 sube un 0,10% hasta los 10.529 puntos
Los inversores titubearon ante la inestabilidad por el ataque de EE.UU. a Siria y malos datos de empleo americanos. El dinero volvió a fluir hacia los activos refugio como el oro y los bonos del Tesoro estadounidense
De nuevo, los mercados se decantan por las compras en los últimos minutos de la sesión. Tras un arranque a la baja que parecía no lograr superar, el Ibex-35 aceleró en los últimos cambios para terminar finalmente con una subida del 0,10%. Así se coloca sobre nuevos máximos desde agosto de 2015, en los 10.529 puntos. El índice nacional cierra la semana en positivo, con una subida del 0,63%. De nuevo, el mejor de los europeos.
Dos nuevas dudas asaltaron a los inversores, que optaron prácticamente toda la sesión por recoger beneficios en la última jornada de la semana. La primera, si el ataque de Estados Unidos a Siria de esta madrugada es señal de un importante cambio en la estabilidad geopolítica. Y segundo, si los malos datos de empleo estadounidenses son un presagio de que su economía estaba ralentizándose.
En el resto de Europa, el Dax alemán corrigió un 0,05%, el Cac francés,subió un 0,27% mientras que el FTSE 100 británico subió un 0,63%.
Dentro del índice español, destaca el 2,17% que subió Melia Hotels y el 1,16% que remontó Mediaset. Repsol repuntó un 1,15% y hasta el Popular ( 0,87%) se colocó entre los valores más alcistas de la sesión.
Del lado de las caídas, Gamesa se dejó un 13,24%. También cedió significativamente Amadeus (-2,96%) y Grifols (-0,94%).
En el mercado continuo, Gestamp rompió la racha de las salidas a bolsa cómodas en España. La empresa de componentes automovilísticos se estrenó hoy viernes con una caída del 4,46%. Sus acciones, que salieron a 5,60 euros cedieron hasta los 5,35 euros la acción.
Se termina una semana prácticamente plana para la mayoría de los índices del Viejo Continente y lo hace con dos dudas importantes, tanto en el frente geopolítico como en la economía.
Las bolsas empezaron negativas con el ataque lanzado en Siria por Estados Unidos esta madrugada. El optimismo del cierre de ayer jueves dio paso al pesimismo tras conocerse que dos naves norteamericanas había lanzado más de 50 misiles Tomahawk a una base siria. Según declaraciones del secretario de Estado norteamericano, el Gobierno de Trump ya no cree que Bashar al-Assad deba seguir siendo el líder de Siria y que "no hay duda" de que el régimen sirio se hallaba detrás del ataque con armas químicas perpetrado en el país hace unos días.
Los ánimos se templaron según avanzaba la mañana, pero al arranque de Wall Street llegó el disgusto de la mano de la macroeconomía. Frente a los 180.000 puestos de trabajo que se esperaba que Estados Unidos había creado en marzo, solo fueron 98.000. Si bien es cierto que la tasa de desempleo bajó al 4,5%, su mínimo casi en 10 años, la fuerte diferencia entre lo que esperaban los analistas sembró inicialmente las dudas.
Con todos estos frentes abiertos, los inversores optaron por recoger algo beneficios en la bolsa y llevárselo a los tradicionales activos refugio: el oro y la deuda gubernamental. El metal precioso subió un 1,14%, hasta los 1.266,02 dólares la onza.
La rentabilidad del Tesoro estadounidense cayó al 2,327% con la entrada de capital. Una tendencia similar a la de la demás deuda gubernamental de Europa, especialmente notable en países periféricos como Italia, Portugal y Grecia.
La deuda país de España también se ha visto beneficiada. La rentabilidad exigida al bono español a 10 años cayó un 2,5%, al 1,603% y con ello la prima de riesgo de España se sitúa en los 137,4 puntos básicos.
El petróleo también ganó con el susto inicial. El barril de crudo Brent, el de referencia en Europa, llegó a tocar los 56 dólares el barril durante la sesión, aunque esa subida se redujo hasta los 55,29 dólares a medida que los nervios se calmaron.
En el mercado de divisas se aprecia una ligera apreciación del dólar frente al euro. A cierre del mercado europeo, 1 euro se intercambiaba por 1,0615 dólares estadounidenses