El Ibex-35 suma su segunda sesión a la baja y se unen al rojo el resto de Bolsas
Valores cíclicos y bancos meten presión al selectivo español en una jornada en la que vuelven a aflorar los miedos a la irresolución de la guerra comercial y a sus consecuencias económicas.
Segunda sesión de pérdidas para el Ibex-35 tras seis seguidas de ganancias. Y en la jornada de hoy, a diferencia de la de ayer, el resto de indicadores europeos le acompañaron con sus descensos. Al cierre de la sesión, el selectivo español se dejaba un 0,47%, para dar un último cambio en los 9.238,5 puntos.
Algo más bajaron el Ftse Mib de Milán y el Cac 40 francés, que retrocedieron un 0,71% y un 0,62%, respectivamente. El PSI-20 de Lisboa se dejó algo más de medio punto porcentual. El Dax alemán perdió un 0,33%.
Al indicador doméstico le penalizó el comportamiento de los valores más cíclicos. Técnicas Reunidas registró un retroceso del 4,66%. A continuación se colocó Ence, con un descenso del 3,32%. Amadeus, ArcelorMittal, Indra, Bankinter y Repsol se dejaron más de un 2%.
Entre los valores a la baja, más bancos: Sabadell y CaixaBank bajaron un 1,77% y un 1,67%, respectivamente. BBVA y Bankia también cayeron más de un punto porcentual. El Santander se dejó un 0,89%.
Inditex, que presentó sus resultados de su primer trimestre fiscal, cerró la sesión con un descenso del 1,03%.
En verde, Cellnex encabezó las ganancias, con una subida del 2,31%. Cie Automotive, Red Eléctrica e Iberdrola ganaron más de un punto porcentual.
Caídas en Wall Street, inflación y guerra comercial
En Wall Street, también números rojos. Al cierre de la sesión europea, el Dow Jones y el S&P 500 retrocedían alrededor de un 0,20%, mientras que el Nasdaq perdía alrededor de un 0,45%. Y eso que el dato de inflación publicado hoy en Estados Unidos sería un aliado más con que contaría la Reserva Federal para bajar los tipos de interés. En el mes de mayo, los precios crecieron a un ritmo interanual del 1,8%, una décima menos de lo previsto y dos décimas por debajo de la inflación de abril. La inflación subyacente, que descuenta la evolución de los elementos más volátiles, los alimentos y los combustibles, se colocó en el 2%, una décima por debajo de lo esperado.
Aunque el mercado pueda estar dando por hecho que la Fed bajará los tipos de interés este año y eso le guste, está verdaderamente preocupado por que la razón que subyace a ese movimiento sea un gran deterioro económico provocado por la guerra comercial. En este sentido, preocupa que Donald Trump haya manifestado que está retrasando personalmente el acuerdo comercial con China y que no firmará ningún pacto si Pekín no regresa a los términos negociados a principios de año. Como no se está seguro de que China se encontrará con Estados Unidos en el marco de la reunión del G-20 de finales de mes, las tensiones comerciales continúan alimentando la incertidumbre en el mercado. Hans Redeker, de Morgan Stanley, ve una reducida probabilidad de una pronta resolución de la cuestión comercial. De ahí que las pérdidas hayan vuelto a hacer acto de presencia a nivel global en los mercados tras una tregua que ha durado algo más de una semana. Y que los números rojos ataquen sobre todo a las acciones más cíclicas.
Geográficamente, a este movimiento bajista fue especialmente vulnerable el mundo emergente, que sufría su mayor descenso en tres semanas.
En este marco, la rentabilidad del bono americano a diez años cayó del 2,15% hasta el 2,13% y la de su comparable alemán se mantenía en el entorno del -0,24%.
Y volvía a entrar el dinero en refugios como el oro. El precio de la onza avanzaba un 0,6%, hasta los 1.334 dólares.
También se apreciaba el yen japonés, otro refugio. El euro, mientras tanto, bajaba un 0,10% frente al billete verde, hasta el nivel de 1,1318 unidades.
El petróleo volvía a caer con fuerza. El barril de Brent, de referencia en Europa, se dejaba un 2,12%, hasta los 60,97 dólares. El de West Texas, de referencia en Estados Unidos, perdía un 2,68%, hasta los 51,84 dólares. Ello, después de conocerse que los inventarios de crudo en Estados Unidos han alcanzado sus niveles más altos en casi dos años. Además, la guerra comercial continúa poniendo presión a la demanda.