El mercado desconfía del BCE y prevé que suba tipos en 2022

El mercado prevé que la resistencia del BCE a subir tipos no podrá mantenerse más allá de 2022

La desconfianza hacia la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) en los mercados se ha hecho notar más que nunca.

A pesar de que la presidenta del organismo, Christine Lagarde, insistió en la pasada rueda de prensa en que la inflación es de carácter temporal y que mantendrán una política acomodaticia, los inversores no lo ven así.

Y es que el mercado espera que el alza de tipos que prepara la Reserva Federal para el próximo año sea un catalizador para que el BCE haga lo propio a finales de 2022.

Dos subidas de tipos en diciembre

Ya cuando terminó la reunión del BCE de octubre, los mercados apostaron por una subida de tipos de 10 puntos básicos para julio de 2022 y dos subidas para octubre de 2022.

Aunque la inacción del Banco de Inglaterra, que dejó los tipos de interés sin cambios cuando se esperaba que fuera el primer gran banco central en subir tipos, hizo que las expectativas se relajaran.

Sin embargo, las cifras de inflación de octubre en Estados Unidos, que fueron más altas de lo esperado el miércoles, hasta el 6,2 por ciento desde el 5,9 por ciento del consenso, volvieron a saltar a la palestra como el factor determinante para que no se retrase durante más tiempo una subida de tipos por parte de la Fed, siendo más rápida de lo esperado.

El dato de inflación estadounidense, por lo tanto, se tradujo en nuevas expectativas de subidas para el BCE para septiembre de 2022 a lo que se unirían otros dos incrementos para diciembre de 2022 el viernes.

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La clave está en los swaps

Para hacer tal afirmación, los analistas se han fijado en los swaps, que registraron grandes movimientos esta semana.

Por ejemplo, los diferenciales de los swaps a dos y cinco años se encuentran en su punto más alto desde el inicio de la pandemia, en una señal de que los mercados empiezan a tener aversión al riesgo.

Los analistas señalan que la escasez de bonos de cara al final del año debería apoyar los precios de los bonos, que se mueven de forma inversa a los rendimientos.

Por su parte, los diferenciales de los swaps pueden reflejar más las expectativas de subida de tipos y la tensión en los mercados monetarios.

El mercado presiona y el BCE se resiste

La inflación seguirá al alza, han reconocido diferentes voces desde el BCE. Así, esperan que siga alta hasta el primer trimestre de 2022, cuando comenzaría a moderarse.

Y presionan para que el BCE adelante la decisión que no estaba prevista hasta finales de 2024 o, incluso, principios de 2025.

¿Qué es lo que frena al BCE? El organismo quiere ser muy prudente. Todavía pesa en Fránkfurt los errores cometidos en los albores de la crisis financiera cuando el presidente de entonces del BCE, Jeann Claude Trichet, subió tipos (en 2009 y 2011) con una inflación similar, mientras que el resto de bancos centrales recortaban tipos.

Jon Day, Gestor de carteras de renta fija en Newton Investment Management, parte de BNY Mellon Investment Management explica que “el BCE intentó hacer retroceder las expectativas del mercado en su reunión de octubre, pero todavía cree firmemente que la inflación es transitoria y caerá hacia el objetivo el próximo año, pero incluso el BCE admitió que la inflación durará más de lo esperado”.

El analista añade que “los rendimientos de la eurozona siguen siendo muy bajos según los estándares globales, lo que refleja la política monetaria ultra-flexible del BCE, siguen siendo de bajo valor en comparación con los mercados que están valorando la normalización de tipos".

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