El mercado está a punto de capitular
En lo que va de año, el Ibex pierde un 11,26% pero no es el único en sufrir la sangría. El Dax se deja un un 11,37%, el EuroStoxx 50 el 10,16% y el Dow Jones y el S&P 500 un 8%. El ánimo de los inversores está completamente por los suelos, y está semana no será mejor. Lo bueno, que el mercado está a punto de capitular y quizás no merece la pena vender a estos niveles.
La semana no ha podido empezar peor para las bolsas. El Ibex perdió ayer un 0,87% y ya está por debajo del crucial soporte de los 8.500 puntos, un nivel de congestión pura que el selectivo ha testeado en varias ocasiones. En lo que va de año, el Ibex pierde un 11,26% pero no es el único en sufrir la sangría. El Dax se deja un un 11,37%, el EuroStoxx 50 el 10,16% y el Dow Jones y el S&P 500 un 8%, sin contar con el festivo de ayer. Pero el ánimo de los inversores está completamente por los suelos, igual de deprimido que los precios del petróleo, por lo que las mejores opciones de rebote a muy corto plazo pasan por recuperar los 8.500 puntos y esperar a que el petróleo, China, o puede que los resultados, den una alegría.
La mala noticia es que "esta semana no tiene por qué ser mejor que la pasada", advierten los analistas de Bankinter. Por el lado bueno, explican, la buena noticia es "el mercado está a punto de capitular y no merece la pena vender a estos niveles", salvo que las caídas de bolsa terminen afectando a la confianza, al consumo, al empleo y al propio ciclo. "Pero aún no estamos ahí", apuntan estos expertos.
La temporada de resultados es una de las pocas balas que queda en la recámara de los inversores. "Una buena temporada podría dar las vuelta a las cosas", resume Brian Jacobsen, gestor de fondos de Wells Fargo. En su opinión, lo que hace falta es superar esta caída en el sentimiento de los inversores y "volver a los fundamentales".
En Estados Unidos, de momento, JP Morgan ha presentado unas cuentas mejores de lo esperado, y el consejero delegado, Jamie Dimon, ha explicado a los analistas que las perspectivas de la economía estadounidense son ahora mismo muy buenas, con la calidad del crédito tan buena como ha sido siempre.
Pero cuidado, esto es solo el principio. Los analistas de Goldman Sachs prevén un recorte del beneficio por acción de las compañías del S&P 500 de un 7% en 2015, lo que convertiría al pasado año en el peor para las cuentas de las empresas del S&P 500 desde 2009. Si es cierto que para 2016 prevén una subida del 16%, pero es algo que ahora mismo no se va a mirar con tanto detalle.
Además, si tenemos en cuenta que los tenedores de deuda están pagando unas cantidades que están en máximos de tres años para protegerse de posibles impagos en compañías estadounidenses, y que China ha quemado una parte importante de sus reservas de divisas para frenar la sangría bursátil, entonces se puede entender que las pérdidas en la renta variable global desde principios de año ronden los 5 billones de dólares.
Con todo, en Bankinter apuntan que para que las bolsas se puedan dar la vuelta hacen falta al menos dos condiciones a corto plazo.
1.- Estabilización del mercado chino. En su opinión, "debería ir aterrizando poco a poco", si bien va más lento e inseguro de lo que pensaban.
2.- Estabilización del petróleo: La caída del crudo por debajo de los 30 dólares "está haciendo mucho daño al mercado en términos de confianza", añaden en Bankinter. De hecho, admiten que podría retroceder hasta los 20 dólares tras el fin de las sanciones a Irán. Aquí seguramente "tendría lugar la capitulación", por lo que el petróleo todavía tiene margen para seguir haciendo daño al mercado.
El caso es que el mercado "no va a estabilizarse hasta que China y el petróleo se estabilicen, lo cual creemos que sucederá antes de que termine enero", conceden estos expertos. A su modo deber, salvo que estemos entrando de nuevo en otra recesión, "vender ahora sería un error". El riesgo de que estemos entrando en una nueva crisis de economía y/o mercado es bajo, por lo que "creemos que a finales de enero habrá terminado el proceso de ajuste y el año irá de menos a más", remachan en Bankinter.