El petróleo enfila una recuperación moderada
Los analistas confían en una recuperación progresiva de los precios del crudo tras la volatilidad de las últimas semanas
El petróleo continúa mostrando los síntomas de recuperación después de cerrar el pasado viernes su peor semana desde octubre.
El petróleo de Texas, referencia en América, perdió más de un 6% la semana pasada pese a remontar un 2,4% en la última sesión hasta los 61 dólares.
En Europa, el barril de Brent registra su segunda jornada consecutiva en verde tras dispararse un 3% el viernes.
El crudo de referencia en Europa se consolida, de esta forma, por encima de los 64 dólares después de que el jueves su precio se desplomara más de un 8%.
2023: más de 101 millones de barriles
Las caídas, además, contrastan con las fuertes subidas registradas por el petróleo en el último mes, en las que el Brent llegó a cotizar por encima de los 67 dólares.
El West Texas, por su parte, se disparó a mediados de febrero hasta superar los 66 dólares, su mayor nivel desde comienzos de la pandemia.
El pasado miércoles, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) señaló que la demanda subirá progresivamente hasta quedar por encima de sus niveles previos a la crisis en 2023.
Para ese año, el organismo prevé que la producción superará incluso los 99,7 millones de barriles diarios de 2019 y llegará a rebasar los 101 millones de barriles.
Recuperación progresiva
Pese a la volatilidad de las últimas semanas y a la oleada de ventas entre los inversores, los analistas son optimistas de cara a la recuperación de la materia prima.
“Lo razonable es una recuperación de los precios, pero progresiva”, señalan los analistas de Bankinter.
Según los expertos del banco, un “alza fuerte continuado” de los precios del crudo sería un riesgo para los mercados por su impacto tanto en el crecimiento económico como en el aumento de la inflación.
Otro informe de Goldman Sachs cifró en un 7% la pérdida de contratos futuros negociados en los Estados Unidos la pasada semana.
Sin embargo, los analistas de la firma de inversión sostienen que la oleada de ventas fue “transitoria” y que el mercado se reequilibrará a medida que avance la vacunación.
La solidez de Aramco
Prueba de la mayor resistencia mostrada por la industria está en los resultados anuales presentados por la petrolera estatal saudí Aramco, que superaron las previsiones del consenso.
La compañía obtuvo un beneficio neto superior a 49.000 millones de dólares en 2020 y prometió el reparto de 75.000 millones de dólares en dividendos.
Pese a que la pandemia le costó casi un millón de barriles diarios a la petrolera, Aramco puso el foco en haber logrado mantener una “sólida posición financiera” pese al “enorme impacto de la pandemia en la economía global”.
Según explicó el presidente ejecutivo de la petrolera, Amin Nasser, los planes de Aramco pasan por aumentar la producción hasta los 13 millones de barriles de forma "gradual" en los próximos años.
“Es importante destacar que la compañía casi cubrió el dividendo trimestral mínimo gracias al cuarto trimestre”, explican los analistas de Bank of America en un comentario.
La buena valoración no es suficiente para que BofA modifique su posición sobre Aramco, a la que mantiene en neutral.
Le da, además, un precio objetivo de 36 riyals (unos 8 euros) apenas por encima de los 35 en los que se mueven las acciones de la petrolera ya que considera que están “en su precio”.
El riesgo de la vacunación
El optimismo de los inversores respecto al petróleo solo se desvanecería en función de que se produjera una vuelta atrás en la lucha contra la pandemia.
Países como España, Francia o Alemania ya han dado luz verde a ampliar las restricciones a la actividad ante el incremento de casos y los retrasos de vacunas como la de Astrazeneca.
Sin embargo, los últimos ensayos de la farmacéutica británica, que confirman una eficacia del 79%, sumado a que la Comisión Europea prevé que la mayor parte de la población comunitaria esté vacunada en junio, podrían “impulsar moderadamente” la recuperación del petróleo.