El Reino Unido y los ‘descendientes’ de la variante delta
Los valores turísticos anticipan problemas en la movilidad con la aparición de la variante AY.4.2
El camino hacia la normalidad está lleno de trampas. Y quien no se lo crea que pregunte a los valores turísticos de la bolsa española, que cuando intentan enderezar el rumbo siempre aparece una noticia que vuelve a tumbar su cotización.
Ahora ha sido la aparición en el Reino Unido de lo que ha sido calificada como “descendiente” de la variante delta, de la que afirman podría ser un 15 por ciento más contagiosa que la propia delta.
La nueva variante, denominada AY.4.2, ya está causando estragos entre los británicos. Los casos diarios de contagio se acercan a 50.000 y el número de muertes está alrededor de las 200 cada día.
Viajar en metro sin mascarillas
Pero, de momento, en Londres se viaja en metro sin mascarillas o se visitan los museos sin ningún tipo de protección.
El primer ministro Johnson gestionó mal el inicio de la pandemia, enmendó la plana con una vertiginosa campaña de vacunación (que se ha quedado frenada en el 67 por ciento) y ahora en lo que todo el mundo espera sea la etapa final vuelve a las andadas.
Sigue sin prestar atención a las demandas de los sanitarios del país, que quieren que las mascarillas vuelvan a ser obligatorias para evitar una crisis este invierno por los contagios de Covid-19.
La bolsa suele anticiparse a los acontecimientos y lo que los valores turísticos descuentan con las fuertes caídas registradas ayer (Meliá Hoteles e IAG fueron los más afectados) son próximos problemas de movilidad si no se toman medidas para frenar a esta “descendiente” de delta.
El Covid arrasa Europa del Este
Y no solo por lo que está sucediendo en el Reino Unido. Otros países europeos vuelven a ser arrasados por la pandemia. Rusia contabiliza más de 33.000 casos diarios y unas 1.000 muertes. Ha anunciado que cerrará los centros de trabajo durante una semana.
Letonia vuelve al confinamiento durante un mes. En Rumanía, las funerarias se quedan sin ataúdes, en Polonia, República Checa, Eslovaquia y Serbia viven una nueva ola.
La pandemia está muy lejos de ser controlada en Europa. El que España se encuentre en una posición privilegiada ahora mismo no debe servir para acelerar el fin de algunas medidas, como el uso de las mascarillas en lugares cerrados.
Por ahora, el impacto los vemos reflejado únicamente en las cotizaciones de los valores turísticos, los más sensibles a la explosión de nuevos casos en países clave, como el Reino Unido.
Pero si no hay una rápida reacción para frenar esta nueva expansión del virus, las economías europeas volverán a resentirse.