Elecciones generales: ¿por qué no asustan a los inversores?
Los españoles tienen que votar...otra vez. La cita con las urnas será el próximo 10 de noviembre, pero mientras que[…]
Los españoles tienen que votar...otra vez. La cita con las urnas será el próximo 10 de noviembre, pero mientras que el pesimismo en las esferas políticas es total ante la incapacidad de los dirigentes de sacar adelante un Gobierno, entre los inversores reina la calma y la confianza. ¿Por qué? Por la robusta situación de la economía española y por el hecho de que desde fuera ven un importante consenso pro europeo, algo que no ha sucedido con Italia y el Reino Unido, dos países donde los euro escépticos pegan fuerte y que que han coqueteado peligrosamente con las elecciones, encendiendo todas las alarmas.
"Prevemos escasa reacción por parte del mercado español dadas las favorables condiciones de crédito", alertan los analistas de UBS. Sin embargo, estos expertos consideran que, dada la prolongada incertidumbre política, será difícil que se estrechen los diferenciales de la deuda soberana y que el Ibex 35 revierta su peor desempeño frente al resto de bolsas europeas. Es decir, que no se espera un desplome del mercado pero tampoco una explosión alcista.
El escenario base que manejan los economistas de la entidad suiza contempla una victoria en minoría del PSOE, con lo que probablemente será difícil profundizar en las reformas económicas. Lo que es seguro es que España no llegará a tiempo para presentar los presupuestos de 2020 a Bruselas, donde deberían estar antes del 15 de octubre. Además, el gobierno provisional continuará operando sobre la base de el presupuesto de 2018, ya que el de 2019 no se aprobó en el Congreso, y desencadenó las elecciones anticipadas del 28 de abril.
Lo que sucede, apuntan en UBS, es que "el impacto económico del estancamiento político sigue siendo manejable a corto plazo gracias a las condiciones financieras favorables y a una fuerte recuperación en la construcción residencial y comercial".
Lo cierto es que la estabilidad política en España ha brillado por su ausencia durante los últimos cuatro años, aunque en las esferas europeas gusta mucho que los partidos populistas no hayan sido capaces de llegar al poder, lo que ha estado a punto de suceder en caso de que hubiese triunfado la alianza entre el Partido Socialista y Unidas Podemos.
"Esta no es una inestabilidad política como vemos en Italia", dice a Bloomberg Alfonso Benito, director de Inversiones de Dunas Capital. "Los dos partes con posibilidades reales de liderar un gobierno son partidos principales y proeuropeos, que es los que importa a los mercados", asegura este experto. Los inversores no parecen temer que un nuevo gobierno decida elevar excesivamente los impuestos o abrumar a las empresas con nuevas y más duras regulaciones, pues saben que el principal dolor de cabeza el nuevo ejecutivo es la cuestión catalana.
Es cierto que la economía española se está desacelerando, como sucede en el resto de Europa, pero está en mucho mejor posición, por ejemplo, que la alemana, donde la recesión está a la vuelta de la esquina. Y si además el BCE está prometiendo más flexibilización monetaria, no hay motivos aparentes para la intranquilidad.
Especialmente porque cabe la posibilidad de que el PSOE salga más reforzado y no tenga necesidad de contar en una eventual Ejecutivo con la compañía de Unidas Podemos, un partido populista que genera muchas dudas entre los inversores.