Euro/dólar: ¿llegó la hora de estar cortos?

Las bolsas vivieron la semana pasada uno de los momentos más convulsos del año, tras confluir en el mercado un[…]

Las bolsas vivieron la semana pasada uno de los momentos más convulsos del año, tras confluir en el mercado un cóctel explosivo de noticias que deprimió el sentimiento de los inversores y disparó la aversión al riesgo. Muchos de los problemas tienen que ver con la escalada de las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, cuyos efectos ya tienen importantes daños colaterales, empezando por Alemania, cuya economía se ha contraído un 1% y está al borde de la recesión. Ello ha provocado una huida masiva hacia el mercado de bonos, invirtiéndose la curva de tipos y provocando por primera vez en la historia que los bonos estadounidenses a 30 años caigan por debajo del 2%. 

Antes incluso del último choque entre chinos y estadounidenses, la economías de EEUU y la zona euro ya se estaban desacelerando, mientras que la inflación se sitúa de manera persistente por debajo de los objetivos oficiales de los bancos centrales. Y es aquí precisamente donde pondrán el foco los mercados, en los movimientos de la Reserva Federal y el BCE para atajar una recesión que parece venir en camino. 

En este sentido, los operadores del mercado de opciones está comenzando a apostar porque el euro caiga por debajo del soporte psicológico de los 1,10 dólares, descontando para ello que el BCE prepara un importante paquete de estímulos para hacer frente a la recesión que viene. 

De este modo, las probabilidades de que el euro rompa el nivel de 1,10 dólares para finales de agosto ha aumentado hasta el 49%, el triple que hace una semana, según muestran los modelos de opciones de Bloomberg. El sentimiento de mercado de los inversores es ahora bajista respecto a la moneda única, aunque la convención de bancos centrales de Jackson Hole que tendrá lugar este viernes podría introducir más volatilidad en el mercado. 

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La evolución de la política monetaria de ambos bancos centrales puede favorecer a los bajistas del euro como; uno de los miembros más 'dovish' de la Fed, James Bullard, ha evitado referirse a más recortes de tipos en septiembre por parte del banco central estadounidense, y ha recordado la solidez de los datos que se han venido publicando. Por el contrario, el BCE está preparando su propio paquete de estímulos, que debería ser "impactante y significativo", en palabras de Olli Rehn, ex comisario de Asuntos Económicos y actual gobernador del Banco de Finlandia.

Por otro lado, la guerra comercial sigue siendo un quebradero de cabeza para los inversores, y Europa no está ni mucho menos a salvo, pues el propio Trump ha dicho que los europeos tratan a Estados Unidos incluso peor que China. Por eso, si la escalada de las tensiones va a más e incluye a Europa, la moneda común se podría ver sometida a una presión bajista adicional. 

Cuidado con la opinión contraria

A pesar de los mercados descuentan un euro a la baja, cuidado porque puede operar en este contexto la teoría del sentimiento contrario. Y no faltarían motivos tampoco para que el euro/dólar se moviera al alza. A este respecto, no hay que descartar que la Reserva Federal haga una aparición estelar en el mercado y tire la casa por la ventana, tal y como comentan los analistas de UBS: "creemos que la Fed tiene mejores herramientas a mano para flexibilizar su política de forma rápida y agresiva, si es necesario"

En este escenario de mayor escalada en las tensiones comerciales que sigan perjudicando a la economía de Estados Unidos, los economistas del banco suizo consideran que el euro/dólar tienen mayores perspectivas alcistas que lo que están descontando los mercados. 

Su escenario base es que los riesgos arancelarios persistirán pero no aumentarán más. "La Reserva Federal "debería reducir las tasas de interés en 75 puntos básicos entre septiembre de 2019 y marzo de 2020 para salvaguardar la economía estadounidense", apuntan en UBS. Y esperan que el BCE recorte los tipos en 10 puntos básicos en septiembre y nuevamente en octubre. 

Como resultado de todo esto, reconocen que será muy complicado que el euro/dólar salga del rango lateral durante los próximos tres meses. Sin embargo, a largo plazo ven más argumentos que justifiquen un euro/dólar alcista. No olvidan las reiteradas peticiones de la administración Trump a favor de un dólar débil, y aunque no tienen claro que se vaya a producir una intervención en el mercado, creen que las probabilidades se inclinan a favor del billete verde. 

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