Grifols: la clave de su evolución futura está en los márgenes
Grifols fue una de las compañías del Ibex que más subió durante 2015. Sin embargo, los últimos resultados arrojan un estrechamiento de los márgenes. ¿Es preocupante o sigue siendo una opción para invertir?
La compañía catalana de hemoderivados Grifols fue uno de los valores más rentables del Ibex durante 2015, un ejercicio en el que se revalorizó un 28,55 por ciento y tocó máximos históricos, en los 22,7 euros. Estos días, ha vuelto a ser noticia con la presentación de sus resultados del año pasado, unas cuentas que han batido las estimaciones de beneficio de los analistas pero que han decepcionado en márgenes, precisamente el punto sobre el que los inversores tenían puesta toda su atención, ante un aumento de la competencia en el mercado estadounidense que estaría obligando a la compañía a ser más competitiva en su política de precios. En concreto, el margen bruto se ha reducido desde el 50,6 por ciento hasta el 49,1 por ciento; mientras que el margen ebitda se ha contraído hasta el 29,5 por ciento desde el 31,2 por ciento, «alejándose cada vez más del objetivo de estabilización en torno al 31-33 por ciento», y arrojando «un estrechamiento de los márgenes preocupante», según explicaban los analistas de Bankinter tras publicarse las cuentas de la compañía.
No obstante, muchos expertos creen que es preciso poner en contexto este deterioro de los márgenes, que no consideran tan alarmante y que la compañía ya había avisado de que se iba a producir. «Los márgenes de la compañía han quedado por debajo, pero un mínimo respecto al consenso; no suponen una sorpresa», asevera Elena Fernández, de Intermoney. «Es verdad que continúa la presión competitiva en Estados Unidos y que tienen que ser muy activos allí, pero los volúmenes siguen bien», añade.
¿Por qué se ha producido el deterioro de los márgenes?
Javier Mielgo, analista de Mirabaud Securities en España, explica que hay una «serie de factores que explican ese empeoramiento de los márgenes durante todo este ejercicio», de manera «incluso un poco más acusada en el último trimestre». Para empezar, la pérdida de unos ingresos por royalties de Novartis (los royalties van directamente al margen) y también la duplicidad de gastos en que Grifols ha incurrido de manera temporal en Estados Unidos al tener abiertas dos plantas simultáneamente (una nueva y una vieja), hasta que la nueva esté plenamente operativa, según explica Álvaro Arístegui, de Ahorro Corporación.
Pero la mayor parte de esa caída «se ha producido porque se están haciendo inversiones para aumentar la capacidad», según Mielgo. «Estás sacrificando márgenes para garantizar crecimiento futuro. Es decir, es por un buen motivo, así que bienvenido sea. Además, esto te indica que las perspectivas de demanda en el sector están incrementándose; y eso que ya eran buenas de por sí», añade Mielgo, quien dice tener una visión positiva sobre la evolución del valor en bolsa.
Aun así, Mielgo avisa de que «el tema de los márgenes va a seguir siendo una preocupación» para los inversores de cara al futuro, de manera que va a seguir acaparando la atención del mercado. En ese sentido, Mielgo advierte de que hay factores que van a seguir «lastrando» este capítulo (como la nueva capacidad que, en principio, siempre es menos eficiente). Sin embargo, opina que los márgenes deberían mantenerse estables en 2016, si el crecimiento sigue fuerte, como apuntan sus previsiones. «Las perspectivas de demanda seguirán fortaleciéndose», cuenta Mielgo.
También Arístegui es optimista, pues piensa que se va a producir «una recuperación paulatina de los márgenes de la compañía en los próximos años».
Más allá de los márgenes, un asunto que ha marcado las cuentas de Grifols en el último año (en este caso para bien) ha sido la fortaleza del dólar, relacionada con la subida de tipos de la Reserva Federal. En ese sentido, la evolución del dólar durante 2016 también va a jugar un papel importante. «Grifols tiene más del 50 por ciento de los ingresos en dólares y, en la medida en que la divisa se mueva a su favor, le va a ir bien. Eso sí, se espera que el factor divisa aporte menos a las cuentas de 2016 que a las de 2015», dice Iván San Félix, de Renta 4.
Asimismo, el otro catalizador de cara al futuro es el próximo plan inversor de la empresa. «El mercado está ahora pendiente del nuevo plan inversor. En 2016 finaliza el último y en los próximos meses conoceremos el nuevo plan, probablemente antes de la Junta, que suele ser a finales de mayo», dice Elena Fernández.
¿Y el independentismo en Cataluña?
Una de las dudas que podría afectar marginalmente al valor es el independentismo en Cataluña, aunque los expertos le restan importancia. «El tema catalán no afecta. La exposición a España es de, apenas, el 5 por ciento», apunta Mielgo.
Y es que, en general, Grifols es un valor que gusta a los analistas, quienes valoran que «lo ha hecho muy bien, pertenece a un sector defensivo, en crecimiento, con barreras de entrada muy importantes, intensivo en capital, plazos de maduración de las inversiones muy largos, con pocos competidores y que opera en un negocio muy rentable», enumera Arístegui.
Además, le ven recorrido pues se encuentra lejos de los máximos del año pasado. «La visibilidad es buena y puede tener un poco más de recorrido. Quizá no demasiado, pero es una compañía que está creciendo», asevera San Félix.
En ese sentido, ¿qué acciones es mejor comprar en caso de que nos seduzca la compañía?, ¿las de clase A o las de B? Arístegui aconseja adquirir títulos de clase B porque tienen un descuento que, a juicio de muchos analistas, «no está justificado».
«Las de clase A tienen más liquidez pero yo no veo sentido a tanto descuento. Además, las de clase B dan más dividendo, un céntimo más. Están baratas, yo soy positivo», dice Arístegui.