¿Hay valor en la inversión «value»?

En los últimos años, las acciones de tipo «crecimiento» ('growth') y «calidad» ('quality') han obtenido mejores rentabilidades que las de tipo «valor» (value). Esta tendencia se ha hecho más evidente en los últimos 18 meses

En los últimos años, las acciones de tipo «crecimiento» ('growth') y «calidad» ('quality') han obtenido mejores rentabilidades que las de tipo 'value'. Esta tendencia se ha hecho más evidente en los últimos 18 meses y quizás tiene sentido si tenemos en cuenta en qué momento del ciclo nos encontramos.

Las acciones de valor tienden a cotizar a un precio más bajo en relación con sus fundamentales, como los dividendos, los beneficios y las ventas. Este tipo de empresas tienden a estar más ligadas al ciclo económico, por lo que sus beneficios son menos predecibles, especialmente a medida que la economía mundial se desacelera. Por el contrario, las acciones de crecimiento suelen tener unos beneficios más visibles y, hasta ahora, el mercado ha estado dispuesto a pagar por ello en forma de cotizaciones cada vez más elevadas. Dado el tiempo que ha durado este ciclo económico, tal vez no sorprenda que las acciones de crecimiento sigan subiendo, ya que los inversores todavía se cuestionan si la economía va a empeorar.

Sin embargo, en Schroders pensamos que también hay otros factores en juego que debemos tener en cuenta. Los mercados bursátiles han recibido grandes flujos de dinero procedente de la gestión pasiva en los últimos años, alimentando lo que se conoce como 'momentum trade'. En este caso, el dinero entra en aquellas empresas que ya han tenido un buen comportamiento y que, por lo tanto, han ganado mayor ponderación en sus índices. Este impulso podría llegar a ser bastante preocupante a medio plazo, ya que el dinero sigue fluyendo hacia estas acciones sin tener en cuenta sus fundamentos subyacentes.

En este punto, pensamos que puede llegar el momento en el que las acciones de valor sean tan baratas que ya no puedan ser ignoradas. Cuando lleguemos a esa situación, el 'value' debería empezar a funcionar mejor.

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Para que esto suceda, sin embargo, es necesario que los inversores miren más allá de este ciclo económico y empiecen a pensar en la próxima recuperación de los beneficios. Es entonces cuando los elementos de valor de las bolsas podrían comenzar a recuperarse realmente.

Esta divergencia de valor frente a crecimiento y calidad es significativa en todos los mercados del mundo, aunque se acentúa en Europa. Globalmente, las empresas de calidad -con una rentabilidad consistente, posiciones líderes en el mercado y un bajo nivel de endeudamiento- han superado a las acciones de valor en casi un 5 por ciento anual en el último lustro, por lo que nos encontramos en niveles extremos en cuanto al diferencial de valoración.

Este comportamiento extremadamente superior significa que las acciones de crecimiento podrían parecer muy vulnerables si nos enfrentáramos a un entorno de aversión al riesgo, en el que los inversores nerviosos huyen de los activos de mayor riesgo, como la renta variable, y se inclinan por la seguridad relativa de los bonos, por ejemplo. En ese escenario, creemos que las acciones de calidad y crecimiento con altas calificaciones sufrirían más. Sobre todo, si comenzaran a no lograr cumplir con sus expectativas de beneficios. En cambio, las acciones 'value' funcionarían relativamente mejor.

Leonardo Fernández es director del canal intermediario de Schroders.

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