Ibex: tenemos una buena noticia
Es posible que a estas alturas del verano ya no esté al cien por cien delante de las pantallas ni[…]
Es posible que a estas alturas del verano ya no esté al cien por cien delante de las pantallas ni de los acontecimientos minuto a minuto de lo que ocurre en los mercados. Sin embargo, es obvio que por poco que siga los mercados tras volver de la playa o la piscina sepa que las tensiones de las últimas sesiones han llevado al selectivo español a romper el rango de lateralidad en el que se estaba moviendo con anterioridad.
Sin embargo, entre tantas tensiones y tiempo dedicado al ocio es probable que se le haya pasado que este viernes tenemos vencimiento de opciones y futuros en el selectivo español y a la vista de las opciones de venta colocadas estratégicamente en los 9.400 puntos hace pensar que los inversores en opciones tienen muy claro que no veremos nuevos mínimos anuales o por lo menos apuestan por ello. Así que, con los niveles de extrema sobreventa que tenemos y con los inversores profesionales no viendo nuevos mínimos anuales es muy probable que la reacción alcista haya comenzado ayer por la tarde.
No obstante, no podemos dejar pasar de largo dos cosas que considero muy importantes. La primera de ella es que la reacción alcista no puede ser pobre y corta. Con esto me refiero que una reacción alcista hasta lo que era el soporte anterior en los 9.650 puntos es lo mínimo que debemos esperar si de verdad queremos ver al mercado sobreponerse a la presión vendedora de medio plazo. Y la segunda y mucho más importante, debemos pensar por qué hemos bajado. No es mi intención comparar la crisis asiática de agosto de 1998 con la actual turca, por lo menos por el momento, pero esta crisis no se soluciona en una semana. El miedo de los turcos deshaciéndose de sus liras y comprando euros y dólares mientras que su gobierno vende oro para comprar esas liras a la par que su banco central inyecta en el sistema liquidez para sus bancos es el inicio de un problema de difícil contención y ahí sí que hay riesgo de contagio a otro tipo de economías débiles como la argentina.
De momento, lo dejamos como una fuerte tormenta de verano, pero si la problemática va a más el poder de hacer estallar la mega burbuja de China podría ser una realidad que dejaría la crisis asiática de chiste.