Implacables mercados: no quieren parches contra la crisis

Los asesores financieros no dan crédito a lo que está sucediendo y sólo se les ocurre pedir tranquilidad y confianza[…]

Los asesores financieros no dan crédito a lo que está sucediendo y sólo se les ocurre pedir tranquilidad y confianza a la clientela. Lo malo es que utilizaron el mismo recurso hace ahora un mes y la Bolsa, en lugar de mejorar, ha caído desde entonces un 20 por ciento. Tienen la suerte de que el derrumbe de los mercados haya cogido a mucho de sus clientes de vacaciones y ellos mismos se hayan impuesto un periodo de calma en la esperanza de que la situación amaine con el paso de los días.

En el Gobierno no tienen una explicación clara de lo que está ocurriendo porque no quieren reconocer que España está en el centro de esa tormenta que venía barrutándose desde hace un tiempo.

El veredicto de los mercados es claro: en la situación actual ya no caben soluciones intermedias, parches para salir al paso hasta la próxima crisis. El pacto europeo en auxilio de Grecia no ha sido tal y tampoco el acuerdo de demócratas y republicanos norteamericanos es una verdadera solución al ingente problema de su deuda. La cada día más profunda crisis económica se sigue utilizando como escenario para batallas políticas donde lo que se persigue son objetivos e intereses individuales. En este juego el Tea Party republicano, como Alemania, se guardan algunas cartas para ponerlas en la mesa cuando les convenga y bombardear las soluciones ahora alcanzadas. Y en tal circunstancia los mercados son implacables porque intuyen que, lejos de tratar de resolver los problemas, lo que se está dirimiendo, ni más ni menos, es una lucha por el control y la soberanía política, cualquiera que sea su coste económico.

Cada día que pasa, cada hora que transcurre sin que los responsables políticos europeos y estadounidenses encuentren una solución convincente para afrontar la creciente crisis, se tiene la sensación de que van asumiendo con más tranquilidad e irresponsabilidad la caída al abismo. El abismo antes que hacer dejación de lo que consideran que son sus propios derechos, de abandonar las posiciones recuperadas con motivo de una crisis de la que ellos fueron en buena parte responsables.

Ahorradores, inversores, empresarios, trabajadores... participan como auténticos convidados de piedra en este conflicto que les ha hecho perder ya mucho dinero y empleos. Sólo les queda esperar que en algún momento se imponga una cierta sensatez. Vana esperanza, teniendo en cuenta hasta donde hemos llegado.

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