Inditex, expuesta a una decepción después del 'rally'
La compañía ha subido cerca de un 20 por ciento desde sus mínimos anuales. La tentación de recoger beneficios antes de que presente sus cuentas y así protegerse de una posible frustración de expectativas es importante.
Inditex, desde que marcó mínimos el 7 de marzo en los 24 euros, sube cerca de un 19 por ciento, frente al 1,75 por ciento que se revaloriza el Ibex-35. A la cadena de distribución textil fundada por Amancio Ortega sólo le ganan ACS, que sube un 35 por ciento en estos casi tres meses, y Repsol, que avanza un 21%. ¿Qué le ha ocurrido a Inditex para rebotar desde sus niveles más bajos desde principios de 2015?, ¿se podrá sostener este avance cuando se acerca la presentación de sus resultados, cita que suele ser conflictiva para la compañía en bolsa, el próximo 13 de junio?
Juan Gómez Bada, gestor del Avantage Fund, explica que previamente sus acciones sufrieron un descenso demasiado grande (desde los máximos de 2017, situados en los 36 euros, hasta los mínimos en los 24 euros, de un 35 por ciento) y muchos inversores, como él mismo, vieron una oportunidad de entrada. Así, si en 2015, el peso de Inditex en su cartera era de un 3 por ciento, a final de 2017 suponía apenas un 0,4 por ciento, para alcanzar el 3,4 por ciento en el primer trimestre de 2018.
Iván San Félix, de Renta 4, coincide en que la caída había sido excesiva y añade como argumento para el rebote que el arranque de su año fiscal, probablemente, haya sido bueno, tanto por la reducción de stock en el último tramo del pasado ejercicio como por el clima, porque ha hecho un poco de todo, frío y calor, y ello habrá animado a la gente a acercarse a las tiendas.
Rafael Bonardell, de GVC Gaesco Beka, señala que las caídas obedecieron a la percepción de que Inditex había alcanzado la madurez y no iba a crecer, y el rebote se ha debido a que los inversores han corregido esa primera idea y sí ven potencial de crecimiento en ciertos mercados, como Estados Unidos o India, además de en la venta on-line, sólo operativa de momento en 45 de los 90 países en los que opera. El mercado, por tanto, en su opinión, ha recogido la idea de que aún tiene elevado margen para aumentar su negocio. Idea parecida muestra Antonio Manzano, de AlphaPlus: si a la compañía le castigó comprobar que el crecimiento que venía demostrando es cada vez más complicado de mantener, el consenso de mercado ha ajustado sus números, descontando crecimientos de ventas sanos sin llegar a las exigencias del doble dígito. El valor habría experimentado un ajuste de expectativas.
Juan Llona, de Imantia, que aprovechó las caídas para comprar, señala, en general, la calidad de la compañía como factor determinante para entender sus avances: los fundamentales siguen ahí. Pero también apunta el hecho de que se encuentra al margen del ruido político y geopolítico que ha estado presente en los últimos tiempos: así, el dinero que sale de compañías más expuestas a esos riesgos entra en empresas como Inditex, que además se había quedado barata, afirma.
A este respecto, Francisco Veiga, de Orey Financial, apunta: «No creemos que sea un valor refugio. Creemos que el rebote reciente del título está más relacionado con la pérdida de valor del euro que con una característica de valor refugio de Inditex, que no tiene mucho sentido por tratarse de una empresa de bienes de consumo discrecional, sector que tiene, históricamente, una correlación alta con el ciclo económico».
¿Recogida de beneficios inminente?
¿Qué puede pasar a partir de ahora?, ¿llegaría a tiempo el inversor que entrara en este momento en el valor? Álvaro Arístegui, de Ahorro Corporación, explica que a 24 euros la compañía sí constituía una oportunidad técnica, pero señala que ha rebotado muy rápido sin que los fundamentales hayan variado, lo que deja al valor expuesto a una posible decepción en los próximos resultados, lo que podría agotar su movimiento alcista. Apunta, asimismo, que sí existe riesgo de caída en el valor. Y, de hecho, Iván San Félix señala que el momento previo a la presentación de resultados puede ser bueno para deshacer posiciones o para recoger beneficios tras la subida. «Los inversores pueden vender, ver qué pasa con los beneficios y, después, quizás, volver. Igual hay gente que no quiere estar mientras se presentan los resultados», razona San Félix. El mercado también puede, como señala Gómez Bada, vender con la excusa de los resultados de otras compañías competidoras, como pista de los que puede presentar Inditex. Quizás porque, como apunta Manzano, las dinámicas del sector están siendo más negativas de lo que se pensaba.
¿Es que está cara la compañía? Francisco Veiga contesta: «No creemos que Inditex cotice cara en relación al mercado, pero sí es cierto que sus ratios fundamentales no son favorables si los comparamos con los de sus pares. Nuestras dos métricas favoritas de valoración, per (precio entre beneficio) y ev/ebitda (valor de la empresa sobre el beneficio bruto de explotación), muestran que Inditex cotiza a precios por encima de la mediana del sector. Si comparamos con uno de sus principales competidores en Europa, H&M, vemos que el per de Inditex es de 26,27 veces, frente a las 15,09 de H&M y con un ev/ebitda de 15,75, frente al 8,40 de H&M y al 10,20 del sector».
Aunque Juan Llona destaca que ahora mismo Inditex cotiza por debajo de su per medio, lo que podría darle mayor potencial alcista.
Si en lugar de hablar de ratios lo hacemos de precio objetivo, si bien para Arístegui su valoración estaría ya en su entorno de cotización actual, para San Félix estaría algo por encima de los 30 euros, y para Bonardell, en los 35,50 euros. Diversidad que se aprecia también en el consenso, que de media valora sus acciones en los 30,26 euros.
Claves de los resultados
Si hay expertos que consideran que la presentación de resultados puede llevar a caídas o a que haya inversores que no quieran estar expuestos al riesgo de la decepción de las cuentas, ¿es que pueden ser negativas?, ¿dónde puede esta la vulnerabilidad de los números de Inditex? Veiga contesta que la principal debilidad de la compañía se encuentra en su base de ingresos en diversas monedas extranjeras, frente a la gran parte de sus costes en euros, lo que la deja con un nivel alto de sensibilidad a variaciones cambiarias que afectan toda su operación. Además, añade Veiga, «la 'inflación de costes' es un factor más que puede deteriorar sus márgenes y poner presión en sus operaciones». Bien es cierto que, como señala Manzano, el efecto negativo de la divisa irá desapareciendo según avance el año. Además, el propio Veiga destaca cómo la gran ventaja de Inditex es su dimensión y su poder apoyado en sus proveedores y asociados, lo que le permite negociar condiciones a precios competitivos y por debajo de la media del mercado. Por eso, Juan Llona añade que, pese al efecto de las divisas, los resultados, a nivel operativo y orgánico, serán buenos y confía en que el mercado los acoja favorablemente.
Arístegui no se muestra tan positivo y cree que las ventas se van a ver presionadas, así como los márgenes. «No va a ser un trimestre muy boyante», añade. De ahí que tras la subida vea la posibilidad de una recogida de beneficios. Además, en su opinión, a estos niveles ya no tiene potencial.
Gómez Bada cree que los inversores también prestarán mucha atención a su negocio online, a cómo canibaliza sus ventas presenciales y si ello afecta a sus márgenes, en definitiva, cómo de rentable va a ser el nuevo negocio, aunque esto habrá que irlo analizando trimestre tras trimestre, como tendencia, y no en unas cuentas aisladas. Por eso, dice: «En estos resultados, hay que tomar los datos con mucha cautela, sean como sean». Por el momento, Gómez Bada destaca cómo, dentro del sector, la compañía sigue teniendo la sartén por el mango, por su ventaja competitiva por ofrecer moda rápida y a buen precio. «Inditex tiene unas fortalezas que sabe defender», concluye Juan Llona.
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