Invertir en los reyes del dividendo: ¿Es oro todo lo que reluce?

Royal Dutch Shell, Exxon Mobil y Apple son las empresas que encabezan el ránking internacional en generosidad con sus accionistas. En el Ibex-35, los valores con mayor rentabilidad por dividendo son Mediaset, Mapfre y Endesa. Analizamos sus perspectivas.

Cuando hay volatilidad en el mercado o la economía empieza a flaquear, los inversores comienzan a fijarse más en las compañías con alta rentabilidad por dividendo, porque sus acciones están algo más protegidas contra los descensos y porque proporcionan un retorno periódico que reduce el impacto de las caídas que puedan sufrir los precios de los títulos. Ahora estos inversores o los más conservadores, que con frecuencia ponen un foco especial en este tipo de títulos al margen de la coyuntura de los mercados, están de enhorabuena: según un informe de Janus Henderson, los dividendos mundiales marcaron récord en 2018 y se espera que este año lo revaliden. Janus Henderson también ha elaborado un ránking con las principales empresas del mundo en la distribución de dividendos: son dos petroleras (Royal Dutch Shell y Exxon Mobil) y una tecnológica: Apple.

El poderío del petróleo

Jaime Espejo, de Imantia, explica que las petroleras han sabido adaptarse al entorno de precios del petróleo a la baja, con control de costes y de las inversiones. En particular de Royal Dutch Shell comenta que su rentabilidad por dividendo ronda el 6 por ciento, a lo que hay que sumar los 2.500 millones de euros en recompras de acciones, lo que eleva en otros tres o cuatro puntos el retorno de la remuneración al accionista. Destaca la sostenibilidad de esa retribución: la compañía genera una caja libre de 31.000 millones de euros, suficiente para mantener pagos e inversiones. Espejo no tiene en cartera a Royal Dutch, pero sí otras petroleras con alta rentabilidad por dividendo, como Total, Galp o Eni. Ignacio Cantos, de Atl Capital, cree que Repsol es mejor opción: su retribución no sufre doble tributación por ser extranjera. 

Cristina Llahí, de Caja Ingenieros, valora Exxon Mobil, la mayor compañía integrada de petróleo y gas cotizada en Bolsa. Ese modelo integrado le proporciona diversificación y capacidad de superar los ciclos energéticos con menos volatilidad que sus rivales. El histórico de su remuneración al accionista habla de recurrencia: «Exxon ha pagado un dividendo trimestral ininterrumpido desde 1882 y lo ha aumentado durante más de treinta años consecutivos. Durante la última década creció casi un 9% anual». Felipe López-Gálvez, de Self Bank, destaca que la compañía sea una de las «aristócratas del dividendo» por su consistencia en la retribución a los accionistas, «lo que demuestra su capacidad de desenvolverse en diferentes ciclos económicos». Y Llahí espera que la compañía sostenga su retribución los próximos años, por su generación de caja, su modelo de negocio, los avances en la negociación comercial entre EE.UU. y China y por la renovación del acuerdo de recorte de producción. 

Sin embargo, según López-Gálvez, a corto plazo sería mejor mantenerse al margen del valor. Ello, debido a que la mayor parte de su negocio proviene de EE.UU., «un mercado donde el coche eléctrico está al alza y tiene grandes competidores, como Chevron». Además, la mayoría de su negocio de extracción está en países con inestabilidad política. «Si consigue diversificar su negocio, sus nuevos descubrimientos funcionan y si el precio del petróleo sigue al alza, podría ser un valor interesante», concluye. 

Apple: dividendos al alza

Apple tiene una rentabilidad por dividendo reducida (no llega al 2%), pero su tamaño, el de sus beneficios y el volumen de dinero que reparte entre sus accionistas convierten a la compañía en una de las más destacadas por sus dividendos. Además, cada vez apuesta más por incrementar la retribución al accionista. Carlos Camacho, gestor del fondo tecnológico de Caja Rural, explica: «En los últimos doce meses ha pagado 13.941 millones de dólares en dividendos y ha hecho recompra neta de acciones por importe de 70.770 millones. Es decir, en total la suma asciende a 84.711 millones». Y aún podría incrementar más esa cifra: la compañía cuenta con una caja neta de 130.000 millones de euros y generará un flujo de caja libre de 60.000 millones en 2019. Su director financiero, Luca Maestri, quiere llevar su posición de caja neta a cero, lo que implicará que la remuneración al accionista se incrementará. 

Ello supone un cambio de rumbo: como recuerda Llahí, la empresa no pagó dividendos durante la mayor parte de su historia. Suspendió la retribución al accionista a mediados de los noventa para volver a ella en 2012 y ahora es la única de las FAANG que reparte dividendo. En estos últimos siete años, Apple ha casi duplicado el pago de dividendos y el pasado mayo anunció un incremento de éste del 16%, el mayor de este periodo. «En adelante, a pesar de la desaceleración de la economía china y un mercado de iPhone cada vez más saturado, la tecnológica debería seguir aumentando su dividendo», confía Llahi.

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Mediaset reina en España 

En España, las tres compañías con mayor rentabilidad por dividendo en estos momentos son Mediaset, Mapfre y Endesa. Juan Llona, de Imantia, no ve atractiva a la cadena de televisión. Considera que la elevada rentabilidad por dividendo que tiene obedece a que el precio de su acción ha caído mucho «y ese descenso de su precio ha tenido lugar por razones de peso»: «Es cierto que es una compañía que genera caja, que apenas tiene necesidad de inversiones, que opera en un casi oligopolio, pero se enfrenta a un gran riesgo de disrupción». Y es que en su negocio están entrando competidores muy potentes, que ponen en riesgo la generación de caja a futuro, puesto que la inversión publicitaria está abandonando la televisión para buscar los soportes digitales. Xavier Cebrián, de GVC Gaesco, no es tan pesimista: opina que el mercado, con estas caídas, descuenta que los beneficios van a caer, aunque éstos sigan creciendo y pese a que su evolución esté siendo mejor que la de Antena 3. Cebrián recuerda que a finales de enero la compañía rebajó el «pay out»· (porcentaje del beneficio que se reparte en forma de dividendos) a la mitad, del 100% al 50%, pero lo más que compensó con el anuncio de una recompra de acciones, lo que implicará que los accionistas cobrarán un dividendo más sustancioso en total. También augura una recuperación de la acción, que ha caído pese a que los beneficios han ido creciendo año a año, a lo que se suma el hecho de que pueda haber movimientos de consolidación en el sector. 

Endesa: la más defensiva

La compañía preferida de Llona de entre las tres españolas de las que hablamos sería Endesa: «Es cierto que el precio de la acción ha corrido mucho, pero es la eléctrica más estable en generación de caja y en dividendos futuros. Aunque tiene necesidad de acometer inversiones, sabe cómo adaptar su capex a las circunstancias y así no entorpecer su dividendo», razona. 

Ángel Pérez, de Renta 4, explica que para hacer frente a esas inversiones en energías verdes que tiene que realizar porque España las necesita y también la empresa, porque le urge sustituir su generación en vías de extinción nuclear y de carbón, la compañía ha reducido su 'pay-out' del 100% al 80%. De momento, está teniendo éxito en las subastas de energía verde a las que acude. Pese a todo, Pérez considera que Endesa continúa siendo una buena compañía para sacar partido del dividendo, puesto que reduce la retribución al accionista para incrementar su beneficio a futuro: el aumento de éste llegará a ser superior a la merma que supone el recorte del 'pay out'. Por ello, este experto confía en que el dividendo de Endesa va a seguir siendo recurrente. 

Mapfre: más riesgo

La aseguradora es el tercer valor del Ibex-35 con mayor rentabilidad por dividendo. El fondo Magallanes Iberian Equity tiene una importante posición en Mapfre. Sus gestores le ven un potencial alcista superior al 50%. Destacan de la compañía su fuerte posición de capital y su compromiso con el accionista, lo que tiene el soporte de su fuerte posición en España y su exposición a Latinoamérica, donde tiene un gran margen de crecimiento rentable en el futuro, impulsado por la penetración de los seguros en línea con el desarrollo de la clase media. Actualmente, cuenta con unas primas por 22.500 millones, es la aseguradora de referencia en el mercado español, la tercera del sector en América Latina y uno de los diez mayores aseguradores europeos por volumen de primas. 

Llona no la tiene en cartera, pero cree que es una compañía solvente cuyo dividendo no está en riesgo. Considera a la aseguradora una opción atractiva por su dividendo, pero siempre y cuando el inversor se olvide de la evolución del precio de la acción en el corto plazo: como valor del sector financiero que es, puede estar sujeto a una mayor volatilidad que otros de sectores más seguros. «Si se apuesta por Mapfre sólo por el dividendo, sí es una buena opción, pero hay que mantener esa disciplina personal», asegura Llona.

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