La banca puede volver a atacar máximos anuales si sus resultados no decepcionan

Las entidades rinden cuentas esta semana al mercado: los expertos creen que no tienen ya mucho potencial, pero tampoco ven gran riesgo de caídas

Los bancos han terminado la semana con varias jornadas de rebote después de haber mostrado síntomas de agotamiento e incluso haber sufrido una recogida de beneficios que hacía pensar en el final de su 'rally', aunque, en opinión de Luis Lorenzo, de Dif Broker, esto último era sólo una fase correctiva lógica después de un extraordinario mes de marzo. Ahora el sector está a expensas de los resultados del primer trimestre que presentará casi en su totalidad en la semana que entra. Contamos con el antecedente de las cuentas del último tramo de 2016 que sirvieron para apuntalar y acelerar sus avances. ¿Puede ocurrir ahora lo mismo? Luis Lorenzo comenta que si el Ibex-35 intenta recuperar los 10.500 puntos lo hará con la banca, que sí podría intentar tantear los máximos del mes de marzo. En su opinión, los números del primer trimestre, si son como se esperan, pueden ayudar a mantener los precios actuales, mientras que si sorprenden positivamente, sí podrían superar los máximos anuales. Pero se inclina más por el primer escenario que por el segundo o que porque las cuentas justifiquen nuevos descensos. 

Ignacio Cantos, de Atl Capital, explica que las valoraciones de los bancos ahora son superiores a las de principios de año, lo que merma el potencial impacto alcista de los resultados en las acciones bancarias. Por eso, considera que la cotización de los resultados puede ser entre neutral y ligeramente alcista, pero no exponencialmente positiva. 

Nicolás López, de M&G Valores, cree que los avances bursátiles del sector, que este año son muy importantes, en general, a excepción del Popular, tienen más que ver con el escenario económico que con los números concretos que han ido presentando las entidades: «Aún no se ha producido un cambio importante en sus cuentas», afirma. Pero sí cree que ayudará a sus cotizaciones que se vaya confirmando que los márgenes han tocado fondo, así como la demanda de crédito, o que la necesidad de provisiones va reduciéndose. De todas estas claves, Cantos cree que la más importante está en la evolución de los volúmenes de crédito. En todo caso, López avisa que los movimientos de corto plazo en las acciones son imprevisibles. Máxime si tenemos en cuenta que hoy mismo se celebra la primera vuelta de las elecciones francesas y su resultado puede convertir a la rendición de cuentas de la banca en algo prácticamente irrelevante. 

Expectativa o fundamento

Gonzalo Sánchez, de Gesconsult, coincide en que lo que de verdad ha impulsado a los bancos ha sido el cambio de expectativas en cuanto a los tipos de interés: entre finales de 2016 y principios de 2017 se ha estado descontando la mayor cercanía de las subidas del precio del dinero. Por eso, como recuerda Nuria Álvarez, de Renta 4, fue la rebaja de esas expectativas por parte del propio Banco Central Europeo lo que desató la recogida de beneficios en sus acciones. «El euribor se ha dado la vuelta y eso va a presionar a la banca», añade Nagore Díez, de Norbolsa, porque, como continúa Álvarez, mientras no recupere, será difícil ver crecimientos importantes y sostenidos en los ingresos. También, el retraso en las medidas de estímulo de Trump ha contribuido con el parón del sector financiero. Si se despejara el riesgo político europeo y el presidente americano detallara su programa fiscal podría ayudar al sector bancario a volver a subir. Si las acciones se mueven más por expectativas que por realidades, hay que tener en cuenta, como apunta Álvarez, que sus precios han corrido más que sus fundamentales, pero esta experta, a la vez, señala la importancia del 'feeling' que el sector transmita en las presentación de resultados con vistas al conjunto del ejercicio. 

Sánchez concede que, pese a los bajos tipos de interés, los bancos han mostrado brotes verdes. Y en este primer trimestre, aunque los márgenes van a seguir cayendo, podríamos ver un incremento del margen de intereses, así como mejoras en el ratio de los créditos concedidos frente a los depósitos, algo importante porque con las hipotecas a tipo fijo, los préstamos nuevos tienen intereses más altos. 

Javier Bernat, de GVC Gaesco Beka, incluye otro factor a vigilar: el ROE, la rentabilidad sobre el capital. En su opinión, las entidades tienen que demostrar que su recuperación es sostenible, al igual que la del valor contable por acción. Afirma que ello es necesario para que los inversores se animen a pagar precios más altos. Pero añade que ha aumentado el riesgo de que no se cumplan expectativas a largo plazo, de que el ROE no llegue al doble dígito porque se ha enfriado el escenario de tipos de interés en EE.UU. y en Europa y porque el crecimiento económico no permite un gran avance de la cartera crediticia. Además, como continúa Bernat, si bien ha bajado el coste del riesgo crediticio, las entidades aún tienen muchos activos improductivos, lo que hace que el riesgo de que los reguladores exijan más provisiones para cubrirlo sea elevado.

Banco por banco 

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¿Qué bancos se encuentran en mejor situación y cuáles en peor?, ¿cuáles tienen mejores expectativas y cuáles peores? Javier Bernat se centraría en los grandes, porque son los que tienen una mayor capacidad de superar los imprevistos. Para Nicolás López, Santander y BBVA son las mejores opciones para el largo plazo, sobre todo el Santander, debido a que tiene una diversificación internacional menos arriesgada que su competidor. A Ignacio Cantos, a corto plazo, le preocupa la actividad de BBVA en Turquía, mientras que prevé que el Santander siga recibiendo buenas noticias de Brasil.

Gonzalo Sánchez, en cambio, prefiere estar expuesto a la banca doméstica ante un contexto de subidas de los tipos de interés, dado que en los grandes, debido a su diversificación internacional, se diluye el impacto. Así, en este momento, está invertido en Liberbank y Bankia por su fuerte sesgo hipotecario, lo que les hace mucho más sensibles a la repreciación de la cartera que haga posible la subida del euribor. Además, apuesta por CaixaBank, debido a su fuerte diversificación y a su conservadora cartera de bonos. Y, por último, por Bankinter, debido a una estrategia acertada que le permite estar creciendo a nivel orgánico, es decir, incrementando su cuota de mercado.

Los gestores de Bestinver comunicaban esta última semana que los principales movimientos que han hecho en su cartera en las últimas semanas ha sido incrementar posiciones en Bankia y CaixaBank, debido a su sensibilidad ante un incremento de los intereses a largo plazo, así como por la robustez de su modelo de negocio, el exceso de capital y la calidad del equipo directivo. Y, precisamente, para Ignacio Cantos, sus resultados este trimestre pueden ser relativamente buenos.

Para Javier Bernat, la mejor opción dentro de la banca doméstica es Bankinter: el mantenimiento de una continuada retribución a los accionistas es reflejo de su capacidad de generación de capital a lo largo del tiempo. Y es que, de acuerdo con Cantos, Bankinter ha estado un poco más a salvo que el resto de los bancos de los bajos tipos de interés debido a que su cartera hipotecaria es más reducida, y a que ha dirigido su actividad hacia la gestión de activos: «Bankinter es una entidad diferente, es un banco semiprivado», asegura Cantos. 

Mientras tanto, los bancos que Nuria Álvarez tiene con recomendación de compra son Santander y Liberbank. 

Ninguno de los analistas consultados lo menciona, pero de momento, este año, el banco más rentable es el Sabadell.

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