La banca supera expectativas y se prepara para un mejor 2017

Las cotizaciones descuentan las rentabilidades más normalizadas que se atisban en los últimas cuentas, pero aún es necesario más crecimiento

A falta de Liberbank, que rendirá cuentas al mercado el próximo 24 de febrero, ya conocemos los números con que terminaron 2016 las entidades españolas. Desde hace unos meses, desde que arrancó el que se denomina en jerga bursátil el «reflation trade» a cuenta del repunte de la inflación y la previsión de unos tipos más altos, sobre todo en Estados Unidos, pero con cierto contagio a Europa, las cotizaciones bancarias han comenzado a despertar. Pero necesitaban un cierto respaldo vía fundamentales, es decir, unas cifras de resultados que sustentaran su remontada. Y parece que, al menos, los números que han presentado han logrado el parabién de los inversores, en términos generales. Las cifras ratifican que el sector puede caminar hacia rentabilidades más normalizadas, aunque algunos analistas apuntan que, para continuar al alza en Bolsa, necesitan algo más de crecimiento y tipos más altos, aunque de momento siguen reduciendo costes, incluidos los ligados a la remuneración de los depósitos, lo que facilita una mejora del margen financiero, mientras que la bajada de la mora hace posible un menor esfuerzo en provisiones.

Nuria Álvarez, de Renta 4, comenta que los resultados se han caracterizado por una recuperación de beneficios en términos interanuales en el conjunto del año. Además, añade que se ha confirmado la estabilidad del margen de intereses en los últimos dos trimestres estancos, un comportamiento que apoya la idea de estabilidad de cara a 2017, aunque su evolución pudiera ser dispar entre entidades, lo mismo que los ingresos por comisiones. Otro de los aspectos positivos que destaca Álvarez tiene que ver con la mejora del coste del riesgo generalizado, -al margen del impacto de la nueva circular del Banco de España y la resolución sobre las cláusulas suelo-, que debería continuar este año, aunque de manera más suave porque el recorrido no es tan amplio.

Pero Jesús de Blas, de Bankoa Crédit Agricole, comenta que los de 2016 aún no fueron unos resultados de un año normal que ayuden a valorar si las acciones de las entidades están caras o baratas. Puede que en 2017 sean más claras, con más negocio que valorar, con una mejora de la actividad e incremento de diferenciales, y menos extraordinarios.

¿Han despuntado unas entidades sobre otras? Según Álvarez, los números de Santander y BBVA han sido algo mejores, mientras que los de Sabadell y Bankinter han sido algo más en línea de lo esperado. Pero sí es verdad que la acogida de las cifras de cada cual ha sido bastante dispar.

¿BBVA o Santander?

Hablando de los grandes bancos, mientras Santander subió de forma importante el día que publicó sus números, BBVA bajó con fuerza en Bolsa. Esto último, según Álvarez, no tanto por los resultados, como por la guía que dio, aunque no fue mala, el mercado no se la terminó de creer. A juicio de Nagore Díez, de Norbolsa, lo que le penalizó a BBVA fue la bajada del dividendo que comunicó al mercado, dado que lo dejará reducido al que remunera en efectivo, eliminando el «scrip», y eso, según Díez, además de imprevisto, no gustó nada.

BBVA está entre los diez peores valores del selectivo español en este recién estrenado 2017. Díez dice que por su presencia en México y en Turquía. Pero Jesús de Blas apuesta por él, dado que el mayor impacto de la caída del peso y de la lira ha debido quedar atrás. Pese a que reconoce que tiene riesgo, confía en que puede convertirse en recompensa.

A Javier Bernat, de GVC Gaesco Beka, le gustan BBVA y el Santander. Opina que en ambos su diversificación internacional es una fortaleza, puesto que cuentan con negocios en economías con tipos de interés y márgenes elevados y, aunque algunas de ellas atraviesen dificultades, no prevé deterioros adicionales de sus carteras de crédito en esos países. Además, según valora Bernat, tanto BBVA como Santander están registrando una clara mejora en su negocio español. Díez se queda con el Santander: cree que el mercado no valora en su justa medida toda la capacidad que tiene de generación de ingresos. Pero es que, como añade Gemma Hurtado, de Mirabaud, si bien Santander tiene buenas perspectivas en España y sigue funcionando bien en Brasil, lo que tiene mérito en la difícil situación que ha atravesado el país, sigue teniendo la incógnita del impacto del «Brexit» en el Reino Unido y eso es lo que le puede frenar, aunque ya se encuentra entre los diez valores más rentables del Ibex-35 en lo que llevamos de 2017. En Renta 4 lo tienen con recomendación de compra y un precio objetivo de 5,36 euros. De Blas cree que se puede dar la vuelta el comportamiento relativo que mantiene con BBVA a favor de este último.

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CaixaBank despunta

El banco que ha brillado de verdad, al menos en Bolsa, ha sido CaixaBank, cuya rentabilidad saltó tras presentar sus cuentas de 2016 el pasado jueves para convertirse en el valor que más gana del Ibex-35 este año, con una subida superior al 10%. De Blas opina que es una entidad que ha salido reforzada de la crisis, para convertirse en el jugador número uno del ámbito doméstico, hasta el punto de que, para el inversor que quiera jugar la recuperación española, el valor más aconsejable es éste. Bien es verdad que cree que le será complicado continuar a la velocidad de este arranque de año. Para Nagore Díez, CaixaBank ha tenido un buen comportamiento operativo, con unos ingresos creciendo más de lo previsto, aunque se ha visto penalizado por unas provisiones mayores de lo esperado y una tasa fiscal superior a la anticipada. Pero, según Díez, el banco se ha mostrado menos cauto que otras veces, poniendo en valor su balance, su cuota de mercado y la recuperación de los márgenes. Así, esta analista, que le da un precio objetivo de 3,50 euros, avanza que prevé subírselo.

Entre los mejores del año, junto a CaixaBank y Santander, se encuentra también el Sabadell. De acuerdo con Nagore Díez, es posible que su buen arranque de año haya obedecido a que en 2016 se vio demasiado penalizado por su exposición al Reino Unido. De acuerdo con De Blas, lo que le perjudica es que un inversor que quiera apostar por un banco doméstico lo hace más por CaixaBank, mientras que a quien prefiere un banco global, el Sabadell se le queda pequeño.

Bankinter este año también está en positivo, aunque distante de CaixaBank, del Santander y del Sabadell. Gemma Hurtado cuenta que mostró un buen crecimiento en la parte alta de la cuenta de resultados, gracias al avance del volumen de crédito, además de en las comisiones. También muestra el mejor retorno sobre el capital (ROE) en España y tiene visibilidad para 2017. Lo que ocurre, según Hurtado, es que por encima de los 7,50 euros ya cotiza todo lo que de bueno tiene el banco. Y con ello coincide Díez: «Los resultados nos gustaron mucho, pero cotiza a unos ratios disparados». En opinión de De Blas, es mejor apostar por la recuperación española con una entidad que tenga unos múltiplos más razonables.

¿Por ejemplo con Bankia? Para Hurtado, sus resultados fueron sólidos y, en su opinión, podría ser la entidad, junto a Liberbank, que más partido le saque a las subidas de tipos de interés, debido al peso que tienen las hipotecas en su cartera de crédito. Ello le incrementa el potencial con el que cuenta a día de hoy a los niveles actuales de tipos de interés. Pero Díez comenta que a corto plazo lo puede hacer peor, porque le cuesta más generar ingresos, debido a sus menores márgenes. Quizás lo que le frena, según Hurtado, es la duda sobre lo que va a hacer con el exceso de capital con el que cuenta: ¿Subirá el dividendo o, por ejemplo, acometerá una adquisición, la de BMN, con la que se especula? De esta posible operación podríamos tener noticias a final del primer trimestre, cuando el FROB, que es el mayor accionista de ambas entidades, se pronuncie sobre lo que les conviene. Si bien los analistas coinciden en que Bankia y BMN encajarían, también se plantean como incógnita el precio al que se haría la operación.

Duda Popular

Pero las dudas son mayores en el Popular, que se desplomó el viernes tras presentar sus números. El mercado anticipaba 3.000 millones de pérdidas, pero rozaron los 3.500. Fuentes del mercado apuntan que lo que peor sentó fue que el margen de explotación del cuarto trimestre fuera negativo, es decir, que el puro negocio bancario antes de provisiones diera pérdidas en el último tramo del año. Puede que haya querido limpiarse bien antes de la llegada del nuevo presidente. La duda está en si con este ejercicio el banco queda completamente saneado y preparado para dar beneficios. Los analistas discrepan, aunque sí existe el riesgo de que, si bien la cobertura de la morosidad es razonable, la de los activos adjudicados es baja y los niveles de capital, ajustados, lo que implica que puede hacer falta una nueva ampliación o ventas de activos. Álvarez mantiene su recomendación de sobreponderar su precio objetivo de 1,23 euros. Pero quizás sea mejor esperar y escuchar al nuevo presidente a partir del 20 de febrero.

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