La condena del inversor conservador: sufrir caídas o perder poder adquisitivo
Los ahorradores con mayor aversión al riesgo aguantan una primera mitad de año de fuertes caídas. ¿Qué alternativas tienen?
Incluso antes de que los bonos de gobierno europeos entrasen en terreno negativo, los expertos llamaban a la cautela con la renta fija. Y, sin embargo, año tras año el inversor cauto ha sido premiado con la revalorización de su cartera sin la necesidad de asumir riesgo. Hasta ahora. El amargo despertar del inversor en renta fija ha llegado al fin en 2018. Claro que, tal y como le ocurrió al pastor que gritó lobo, las alertas de los expertos han perdido fuerza en el momento que más razón tenían. Los más cautos se plantan en el ecuador del año con una cartera de fondos ahogada en los números rojos.
Lo primero a entender es cómo se ha llegado a este punto. José María Luna, de Profim, reconoce que si el escenario ya de por sí es complicado, para el más cauto se convierte en una labor de titanes. Por un lado, porque los tipos de interés se han rebajado al cero, y esto lleva a que los depósitos renten cero o muy próximo a ello. Y, por otro lado -y esto es el gran cambio de 2018-, es que la renta fija está demostrando ser de todo menos fija. Es cierto que en Europa sigue el paraguas del Banco Central Europeo, pero luego la política hace acto de presencia inesperado y las primas suben. O, como lo resumen desde Profim: «Donde la rentabilidad no es 0 hay riesgo».
Con este telón de fondo, los ahorradores han agotado su principal fuente de rentabilidad. O, como lo explica sencillamente Diego González, de Bull4all Advisors, «los bonos están muy caros». ¿Qué significa? Pues que debido a la mejora del entorno económico y a las acciones de los bancos centrales, los diferenciales de crédito de los bonos, es decir, «lo que pagan de más los bonos frente a los activos libre de riesgo», están muy ajustados. Esto es: se paga poco más por comprar activos arriesgados. ¿Y qué implica? Pues que estas diferencias aún pueden, y probablemente lo hagan, ampliarse más, lo que se traducirá en pérdidas para el bonista.
¿Condenado a perder?
¿Implica este escenario que el ahorrador conservador está condenado a años de perder poder adquisitivo? Los expertos son sinceros: si no se aplica una estrategia adecuada, sí. Esto es, si se mantiene al 100 por cien en productos monetarios. Levantar esa condena, en opinión de Carlos Farrás, de DPM Finanzas, requerirá ampliar su método y horizonte de inversión. «A muchos inversores conservadores no les importa invertir en un inmueble pese a los gastos de entrada (un 8 por ciento) y su baja rentabilidad, por el hecho de que nadie les envía un informe a final de mes de cuánto vale su inmueble. En las inversiones financieras, sin embargo, se obsesionan con el corto plazo, tomando en ocasiones decisiones equivocadas, como invertir caro en momentos de complacencia o vender barato en momentos de miedo», ejemplifica.
«Lo que tiene que tener claro el inversor es que, si es conservador, lo seguirá siendo a pesar de que la rentabilidad de los activos sea baja», sentencia Victoria Torre, de Self Bank. «Es peligroso asumir un riesgo más elevado, especialmente si los niveles de volatilidad empiezan a formalizarse». Por fortuna, los expertos aún ven opciones para este perfil. Lo que sí recuerda Paula Mercado de VDOS es que será difícil repetir los resultados de años anteriores, por lo que las expectativas de retorno que se deben manejar son de menor rentabilidad.
Fondos que aportan
González exigiría los siguientes criterios a un fondo de renta fija. Primero, que sea de baja duración, porque como explica, si tengo un bono de larga duración y bajan los tipos, como lleva pasando los últimos años, entonces ganará; pero si suben los tipos, como se prevé que ocurra próximamente en Europa, perderá. Como escudo, buscaría emisiones a tipo variable, lo que se denominan bonos a tipo flotante, y optaría por una calidad de crédito media. Como respuesta a esta lista de la compra de Bull4All, Torre propone el Gesconsult Corto Plazo para la pata de renta fija a corto plazo, el BGF Global Government Bond para un enfoque amplio, y el Amundi FDS Convertible Global para la parte de convertibles.
Entre las ideas que proponen los asesores, hay un claro favorito: el Nordea 1- Low Duration European Covered Bond Fund BP - Eur. El fondo invierte en deuda financiera colateralizada, es decir, bonos respaldados por hipotecas de alta calidad; un nicho que a Luna le parece muy atractivo en estos momentos. Por un lado, porque tiene el mismo respaldo que la deuda senior, la de mayor calidad de una entidad, y, además, porque responde toda la cartera hipotecaria del banco, por eso sufre menos en momentos de estrés de mercado. A diferencia de los bonos subprime que desencadenaron la crisis financiera, las hipotecas detrás de estas emisiones son «lo mejor de lo mejor», como le describe Luna: clientes con altas rentas, una hipoteca a la que le restan pocos años, etc.
Un toque de bolsa
La flexibilidad es la mejor baza para el entorno complicado. Por ello es imprescindible elegir fondos que sepan aprovechar esa libertad. Que encajen en ese perfil, Farrás destaca dos. Para una apuesta por Europa, el BlackRock Strategic Funds - Fixed Income Strategies Fund, un fondo de renta fija multi sectorial con sesgo europeo. Y para una visión global, el La Française LUX - Multistratégies Obligataires, un flexible de renta fija con objetivo de rentabilidad Euribor 3,5 por ciento y volatilidad máxima del 5 por ciento. A Farrás le gusta este último porque es muy activo en sus decisiones y realmente se pone en duraciones negativas si piensa que la renta fija puede caer.
Luna se mantiene firme al defender que no estamos en un escenario de 'fin de partida'. Claro que habrá que ser más oportunista en la selección. Encuentra dos gestores interesantes para fondos más de autor. Vasco Teles, gestor del Novo Banco Euro Bond, ha demostrado saber aprovechar el momento para consolidar la cartera y logra mantenerse en positivo en el año mientras que la competencia está sufriendo. Y dentro de las fronteras nacionales, se decanta por Rafael Valera, del Buy & Hold Renta Fija. Si bien es para un perfil más agresivo, ya que es un 'selector de bonos' al 100 por cien, ha mostrado su capacidad para elegir bien las gangas en momentos de corrección.
Estos fondos los complementarían con un toque de renta variable, en el marco de fondos mixtos con sesgo conservador. Mercado destaca el AXA World Funds Defensive Optimal Income A Cap Eur, que puede tener hasta un 35 por ciento en bolsa y que ha mantenido bajo control la volatilidad. Para este nicho, Torre también destaca el vehículo de Axa, y añade, con un toque más de riesgo, el JP Morgan Global Balanced, el Allianz Income and Growth y el Invesco Global Income A.