La estanflación entra en juego y dispara el bono español a máximos de 5 meses
La combinación de alta inflación y bajo crecimiento económico cada vez hace más ruido en el mercado y presiona al alza sobre las rentabilidades de los bonos
La rentabilidad del bono español a diez años escaló por encima del 0,5 por ciento y superó máximos de cinco meses, por el miedo de los inversores a una combinación de alta inflación y escaso crecimiento, lo que define el escenario de estanflación.
El fuerte repunte de los precios del petróleo, el carbón y el gas en medio de una crisis energética global disparó las expectativas de inflación y puso en guardia los inversores.
Los bancos centrales siempre han defendido que la subida de los precios sería transitoria pero este discurso cada vez se sostiene menos.
Por eso, los precios de los bonos se mueven a la baja y su rentabilidad (que es inversa) cotiza al alza, descontando la posibilidad de que los bancos centrales aceleren la retirada de estímulos y la subida de los tipos de interés.
La estanflación entra en juego y presiona sobre los bonos
El problema es que se entre en un escenario de inflación al alza y crecimiento económico estancado, lo que haría entrar en juego los riesgos de estanflación.
Sin ir más lejos, Alemania acaba de rematar su semana fatídica tras encadenar una racha de datos macroeconómicos a cual peor, que arrojan serias dudas sobre su crecimiento.
Una reciente encuesta de Deutsche Bank entre inversores profesionales del mercado mostró que el mayor riesgo percibido para los mercados es ahora la inflación y el incremento de las rentabilidades de los bonos.
Un peligroso 'shock' de oferta
Existe "un consenso bastante fuerte" de que algún tipo de sea más probable que haya algún tipo de estanflación”, apuntó el estudio del banco alemán.
El incremento de los precios de la energía es lo que los economistas denominan como ‘shock’ de oferta. Se produce cuando hay un cambio rápido en las condiciones de costes y productividad.
Estas perturbaciones originan una subida de los precios, una caída del PIB y un incremento del desempleo. Todas las variables objetivo de la política económica se ven comprometidas.
Suben las rentabilidades de los bonos en Europa
Este escenario de mayor riesgo se dejó sentir en las rentabilidades del bono alemán, que escalaron hasta el -0,123 por ciento, frente al -0,152 por ciento del cierre anterior.
En las economías de la periferia europea, la rentabilidad del bono italiano subió hasta el 0,91 por ciento, mientras que la del bono griego alcanzó el 0,901 por ciento y el de Portugal el 0,395 por ciento.
Con todo, en algunos extremos del mercado se percibió el riesgo de estanflación como desmesurado.
La preocupación por la estanflación es quizás exagerada, incluso si hay un entorno de expectativas de inflación crecientes junto con con un crecimiento lento, dijo Kerry Craig, estratega de mercado global con JP Morgan Asset Management.
"No creo que vayamos a estar en un entorno en el que veamos que la estanflación se afianzará a medida que el crecimiento se vea respaldado por la inversión de las empresas, el gasto de los consumidores y el alivio en la presión sobre las cadenas de suministro”, dijo este experto.