La inflación se gripa y la Fed sube tipos... ¿acierta?

No hemos tenido muy buenos datos económicos en Estados Unidos en las últimas semanas. Si nos quedamos únicamente con los[…]

No hemos tenido muy buenos datos económicos en Estados Unidos en las últimas semanas. Si nos quedamos únicamente con los que se han conocido en este mes de junio, nos encontramos con que en mayo se crearon 138.000 nuevos empleos, por debajo de los 182.000 previstos y de los 174.000 del mes anterior. Además, los salarios crecieron un 2,5% interanual, por debajo del 2,6% anticipado por los analistas. Tampoco fueron bien los pedidos de fábrica o las órdenes de bienes duraderos. Y ayer mismo, el dato de inflación decepcionó, como también lo hicieron las ventas minoristas. Y ello después de un PIB del primer trimestre que en tasa anualizada quedó en un raquítico 1,2%, sólo un poco mejor de lo previsto. 

Estos indicadores, así como la crisis política en la que sigue inmerso Estados Unidos y el parón (si alguna vez comenzó) en la agenda económica (y expansiva) de Donald Trump han llevado al dólar a cotizar en mínimos desde el pasado otoño y al interés de los bonos americanos a diez años a situarse en su nivel más bajo desde las elecciones americanas del pasado 8 de noviembre. Pero, cuidado, los rendimientos de los bonos a dos años no han aflojado en los últimos tiempos, lo que quiere decir que los inversores no tienen dudas de que a corto plazo los tipos de interés seguirán subiendo en Estados Unidos, mientras que dudan sobre lo que ocurrirá con vistas al más largo plazo. 

Por eso "cuadra" que ayer la Reserva Federal norteamericana subiera los tipos de interés, pese a que apenas unas horas antes la agenda económica americana hubiera decepcionado al mercado. Como señala James Athey, gestor de inversiones de Aberdeen AM, "habíamos visto algunas insinuaciones de que una reciente debilidad en la inflación podría asustar a la Fed para subir los tipos más allá de hoy", pero, en su opinión, "ésta hubiese sido una mala decisión". "La inflación se ha suavizado últimamente, pero no durante el suficiente periodo de tiempo como para suponer una preocupación real. La inflación subyacente está en el 1,5% y esto es totalmente consistente con una continuación del ciclo de subida de tipos". 

Dudas sobre la inflación y más subidas

La propia presidenta de la Reserva Federal norteamericana, Janet Yellen, sugirió en su comparecencia de ayer que la debilidad reciente de la inflación no persistirá. Aunque, de cualquier manera, apuntó que las subidas de los tipos de interés continuarán si la economía sigue progresando, incluso si la inflación sigue quedándose por detrás de las expectativas. De hecho, manifestó que sería un error sobrerreaccionar ante lecturas que muestren escasas subidas de precios porque, en su opinión, no es malo que haya un 'gap' entre las expectativas del mercado y las de la Fed. Por lo pronto, este año aún quedaría un incremento del precio del dinero por delante, después de haberlo subido ayer y en marzo. En seis meses, lo ha elevado tres veces, porque también lo incrementó el pasado diciembre. 

Pero Anna Stupnytska, economista global de Fidelity International, no tiene tan claro que la Fed vaya a subir los tipos otra vez este año: "Sigo pensando que será la última subida de tipos de 2017, a la vista de los obstáculos que están apareciendo en la economía estadounidense, sobre todo en el consumo, pero también de la preocupante trayectoria de la inflación y el crecimiento de los salarios". Y añade: "Aunque el aumento de las tensiones en el mercado laboral podría terminar tirando al alza de los salarios y los precios, existe un alto grado de incertidumbre en cuanto a los plazos y la magnitud de este movimiento. En cualquier caso, el posible aumento de los salarios y la inflación probablemente sea gradual, lo que significa que la Fed no tendrá presión para endurecer su política monetaria durante los próximos meses".

Respecto al posible enfriamiento que está registrando la economía americana, Athey se muestra preocupado: "La economía estadounidense está progresando positivamente y absorberá fácilmente esta subida de tipos". Y añade: "No se ha producido ningún cambio sustancial en una economía que ha estado creciendo de forma constante y que lleva absorbiendo subidas de tipos durante algunos años". 

Razones de fondo y respuesta del mercado

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También hay que tener en cuenta que la Fed debe endurecer su política monetaria si quiere tener a su disposición herramientas de impulso cuando la economía se enfríe de verdad. Por eso, también ha anunciado que comenzará a reducir su balance (hinchadísimo tras tres rondas de expansión monetaria desde el estallido de la Gran Recesión) desde los actuales 4,5 billones de dólares. De acuerdo con la economista de Fidelity, "durante el segundo semestre todo girará en torno a la puesta en marcha de los cambios en el programa de reinversión de su balance, lo que en sí mismo podría suponer un pequeño endurecimiento de las condiciones monetarias en el conjunto de la economía". De acuerdo con los analistas de Sabadell, al ritmo inicialmente propuesto de reducción de reinversiones de vencimientos para reducir el balance, "al cabo de 5 trimestres habría reducido unos 450.000 millones de dólares lo que podría ser el equivalente a casi 100 puntos básicos de subidas de tipos de interés y mantendría el ritmo de 50.000 millones de dólares mensuales hasta que considere apropiado el tamaño del balance". ¿Y si, a la vista de la debilidad de la inflación, la Fed se contenta con reducir el balance y no sube tipos? Los expertos de Sabadell ya apuntan la posibilidad de que el inicio de la reducción del balance se sitúe en septiembre, lo que haría difícil que subiera tipos simultáneamente. 

Aunque la intención declarada de Yellen no es ganar margen ante una futura crisis económica, por supuesto, sino evitar quedarse detrás de la curva y luego tener que subir el precio del dinero de manera muy acelerada. De todas maneras, Noelle Corum, analista macro de Invesco, afirmó que el tono del comunicado de la Fed y de la intervención de Yellen fue 'hawkish', es decir, agresivo, algo sorprendente en una persona de su perfil. 

¿Qué efectos vimos en el mercado? El dólar, que perdía posiciones, remontó frente al euro y, de acuerdo con Mark McCormick, de Toronto-Dominion Bank, en declaraciones a Bloomberg, Yellen le ha dado algo de margen para recuperar. En los tipos de los bonos, tanto el diez años como el dos años (menos) caían ligeramente, aunque con menor virulencia que antes de que la Fed comunicara su decisión de política monetaria, lo que quizás significa que no interpretaran que Yellen fuera ayer muy (o demasiado) agresiva. 

Quizás la peor parte se la llevó la Bolsa, aunque las consecuencias no fueron uniformes. Así, el Nasdaq volvió a ser el más débil, con una caída del 0,4%. En cambio, el Dow Jones cerró en verde, gracias, quizás, a la contribución de la banca, que revivió con las palabras de Janet Yellen.

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