La inflación subyacente alcanza el 7%, niveles de 1992
La inflación se moderó en diciembre hasta el 5,7 por ciento, pero la subyacente, que excluye los alimentos no elaborados y la energía, aumentó 7 décimas, hasta el 7%
La inflación cerró el año 2022 en el 5,7 por ciento, una décima menos que la cifra adelantada por el INE hace unos días. Se trata de un punto menos que el dato registrado en noviembre.
Pero esta, en teoría buena noticia, porque aunque la inflación sigue siendo elevada está lejos de los máximos alcanzados en julio, que fueron del 10,8 por ciento, ha quedado empañada por el dato de inflación subyacente.
En diciembre, esta tasa que excluye la energía y los alimentos frescos, escaló 7 décimas, hasta el 7 por ciento. Según apunta el INE, es la tasa más alta desde noviembre de 1992 y sitúa su diferencia con el IPC general en más de un punto.
Este dato confirma que más allá de los precios energéticos, la inflación se ha extendido a todos los sectores.
Precios de los alimentos disparados
La inflación se moderó en diciembre gracias al abaratamiento de los carburantes y a una subida de la electricidad menor que en diciembre de 2021. Pero la cesta de los alimentos está disparada.
El pasado mes aumentó su variación cuatro décimas, hasta el 15,7 por ciento, la más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1994.
Este comportamiento, según el INE, se debe a los incrementos de los precios de la leche, queso y huevos, los aceites y grasas, el agua mineral, refrescos, zumos de frutas y vegetales y la carne, mayores que en diciembre de 2021.
Por comunidades, la tasa anual del IPC disminuye en diciembre respecto a noviembre en todas las comunidades autónomas. Los mayores descensos se producen en Cantabria (1,4), La Rioja (1,4), Castilla y León (1,3) y Castilla-La
Mancha (1,3).
Por su parte, las menores reducciones se producen en las Illes Balears (0,8 puntos) y en la Comunidad de Madrid, Extremadura y el Principado de Asturias con descensos de 0,9 puntos cada una.
