La primera corrección bursátil del año

Primera semana de recortes para el Ibex-35 después de cuatro consecutivas de ascensos en que el indicador había pasado desde[…]

Primera semana de recortes para el Ibex-35 después de cuatro consecutivas de ascensos en que el indicador había pasado desde los 10.000 hasta los casi 10.600 puntos. Justo tras intentar la conquista de ese último nivel, clave porque los analistas técnicos dicen que abre la puerta a alcanzar niveles superiores, los máximos de 2017 en el entorno de los 11.200 puntos, el índice se ha venido abajo.

Pero el movimiento bajista no ha sido exclusivo de un selectivo español enfrentado a niveles de resistencia importantes, sino que ha sido global. Se ha producido en todas las geografías, la emergente incluida. 

Tras un mes de enero favorable para las principales plazas, los primeros cambios de febrero han mostrado su peor cara. Y de forma más cruel en Europa, donde las pérdidas han superado en algún caso, como en el del español, el 3%. Quizás porque el euro sigue mostrando mucha resistencia a pesar de que muchos factores han jugado a favor de que se produjera una apreciación del billete verde. Que la fortaleza de la divisa comunitaria está detrás del peor comportamiento relativo de los índices europeos lo demuestra el hecho de que cuando el viernes a primera hora de la tarde se publicó un informe oficial de empleo en Estados Unidos que batió las expectativas y el dólar recuperó terreno, la renta variable europea recortó sus pérdidas. Aunque fue un efecto momentáneo. Las severas pérdidas con las que abrió Wall Street el último día de la semana hizo olvidar a Europa el benévolo efecto del último movimiento de la divisa. 

Para la Bolsa de Nueva York, la que termina ha sido la peor semana en dos años. Para Europa, ha sido la peor caída desde agosto. 

El factor fundamental que ha pesado contra las Bolsas ha sido la aceleración de la subida de los tipos de los bonos después de declaraciones del gobernador del banco central holandés a favor de terminar pronto con el programa de compra de activos en Europa; de un mensaje de la Reserva Federal norteamericana algo más agresivo de lo esperado avisando seriamente del ciclo abierto de endurecimiento monetario, coincidiendo con el relevo en su presidencia (llega Jerome Powell, se va Janet Yellen); y de un informe de empleo en Estados Unidos mejor de lo previsto, tanto en creación de puestos de trabajo como en la evolución de los salarios. Precisamente, en lo que más se fijó el mercado fue en este último factor, en los salarios, puesto que tiene la llave de la a la vez tan ansiada como tan temida inflación.

El rendimiento de los bonos estadounidenses a diez años ha pasado en la última semana desde el 2,66% hasta el 2,83%, con lo que se encuentra en el nivel más alto desde principios de 2014. El interés de sus comparables alemanas ha avanzado en la última semana desde el 0,62% hasta el 0,75%, máximos desde 2015.

Tipos de interés más altos son mayores costes de financiación para las compañías, por lo que sus valoraciones deben ajustarse al nuevo escenario. Además, es posible que, con cupones más elevados, la renta fija gane competitividad frente a las acciones como alternativa de inversión.  

Pero hay a sectores a los que favorecen tipos más altos: por ejemplo, al financiero. Pero, a la vista de los resultados, los bancos no han logrado sacar partido del cambio de escenario. Ello porque los resultados de Deutsche Bank fueron muy castigados, como también algunos de las entidades españolas, sobre todo los de Bankia, aunque también los de Sabadell y los de CaixaBank. Además, ni los de Santander ni los de BBVA fueron excesivamente celebrados.

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Al Ibex-35 le ha hecho un flaco favor la incertidumbre regulatoria abierta en eléctricas y gasistas: el ministro de Energía, después de rumores y especulaciones en la prensa, avisó de un recorte de la remuneración a las gasistas de 50 millones de euros (menos de lo inicialmente previsto) y de cerca de 200 a las eléctricas, lo que se ha dejado sentir en las cotizaciones, puesto que los cambios se producen antes de lo comprometido: la remuneración actual no vence hasta 2020 y 2021, según se trate de electricidad o gas. Aunque además de esos valores también han sufrido un intenso correctivo compañías más cíclicas como Acerinox y ArcelorMittal.

En general, en el Ibex-35, las acciones en verde han sido la excepción. ¿Seguirá la corrección, las virulentas caídas que hemos visto son sólo el principio de un proceso bajista más largo, o es momento de comprar aprovechando las rebajas?

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