La recuperación de los 10.600 del Ibex abriría la puerta hacia los 11.200 puntos
La Bolsa española tendrá que contar irremisiblemente con la colaboración de la banca para cumplir con su misión
El Ibex-35 comenzaba el año en los 10.000 puntos. De repente alcanzaba los 10.400 puntos, se paraba en ese entorno durante más de una semana con un discreto goteo al alza, y a continuación rebasaba los 10.500 puntos el pasado martes por primera vez desde el mes de noviembre. Pero poco duró ahí. Casi inmediatamente, al día siguiente, el miércoles, llegó un repliegue no demasiado amenazante, en principio. Quizás porque el índice aún no se atreve a marcar los 10.600 puntos y a superarlos ampliamente, que sería el acontecimiento que le ayudaría a plantearse objetivos mucho más ambiciosos y, por tanto, a comprar con justificadas opciones de ganar dinero en Bolsa.
¿Por qué son importantes los 10.600 puntos? No es ni mucho menos una cota escogida al azar sino que, como recuerda Eduardo Faus, de Renta 4, responde (ese punto o el de los 10.700) a un nivel importante de Fibonacci, referencia indispensable para quienes operan siguiendo el análisis técnico. El selectivo marcó máximos en los 11.200 puntos a principios de mayo pasado y de ahí cayó hasta los 9.985 puntos, zona en la que marcó sus mínimos más recientes el pasado mes noviembre. El nivel clave del que ahora hablamos equivale al 62,5% (proporción «mágica» para los analistas técnicos y para los inversores que se guían por ellos) de esa corrección.
Óscar Germade, analista de BNP Paribas Personal Investors, añade que si bien los 10.600 puntos no son importantes porque no son los máximos de ningún periodo de referencia, se vuelven relevantes porque en varios momentos el año pasado el indicador estuvo buscando esa cota sin éxito. Niveles que se resisten, cuando se rebasan, dejan la puerta abierta a avances muy importantes, porque gestores y máquinas tienen órdenes de compra prediseñadas si ese evento, si esa superación, se hace realidad. En teoría, hay mucho dinero esperando a la puerta de esa cota.
Pero Eduardo Bolinches, de Bolsacash, apunta otra razón por la que es importante este nivel y es que, con vistas al pasado vencimiento de opciones y futuros, el que tuvo lugar el viernes, los operadores, con sus posiciones, apostaron que de momento el indicador no iba a alcanzar ese nivel. De ahí el nuevo rechazo que el Ibex-35 mostró cuando recientemente superó los 10.500 e incluso cuando llegó a acercarse a los 10.600 el pasado martes. De todas maneras, la resistencia para Bolinches está difuminada entre los 10.500 y los 10.700 puntos.
La clave bancaria
Eduardo Faus detecta otras razones por las que el Ibex-35 se ha parado en el umbral de un nivel clave: el español es un indicador muy pegado al sector financiero, replica sus movimientos por el importante peso que tiene en su composición, y el índice sectorial bancario del Eurostoxx 50 ha chocado con los máximos de mayo del año pasado, tras un muy buen arranque de ejercicio, para replegarse levemente. Posiblemente al sector financiero le ayudaran en los primerísimos compases del año la batería de buenos datos macro y los signos que vinieron a continuación de que los bancos centrales podrían acelerar el proceso de normalización monetaria.
Luego le habrían frenado las dudas que surgen al mirarse en el espejo del año pasado, cuando esas mismas expectativas que hincharon sus cotizaciones se frustraron, como apunta Jesús de Blas, de Bankoa-Crédit Agricole. Además, como añade este experto, a los bancos más internacionales, BBVA y Santander, por su exposición más global, les frena la fuerte apreciación que ha tenido el euro y que ha acompañado a las expectativas de que el BCE termine siendo este año más duro de lo en principio previsto.
Nicolás López, de MG Valores, también señala que en general todos los índices europeos parecen haberse frenado por razones técnicas, por enfrentarse a niveles ya comprometidos.
¿Corregir para seguir?
Pero estos factores no mueven al pesimismo a los expertos respecto a lo que pueda hacer el Ibex-35 de ahora en adelante. Bien es verdad que Jesús de Blas anticipa la posibilidad de un parón antes de continuar adelante con el apoyo de los resultados empresariales.
Ricardo Torrella, de Gesinter, por su parte, afirma que le da la impresión de que Europa está esperando una corrección en Estados Unidos para entrar en la renta variable con mayor seguridad. Apunta que uno de los problemas a los que se enfrentan las Bolsas es al vértigo que da la escalada protagonizada por los índices americanos. Señala, asimismo, que tras una corrección en Wall Street, el Ibex-35 podría sobrepasar los 10.600 puntos. Aunque da otra pista para ayudar a determinar si la apertura de la veta alcista en los mercados europeos es segura, o no: cree que el Stoxx 600 Europe debe superar los 400 o los 415 puntos, nivel contra el que ha venido chocando recurrentemente desde el año 2000.
Pero, como señala Jesús de Blas, para que el selectivo español suba es necesario que BBVA rompa su movimiento lateral y que remonten tanto Telefónica como Inditex. Es decir, el Ibex-35 requiere el apoyo de los grandes valores, que últimamente no están acompañando. Y, a diferencia de Torrella, cree que uno de los riesgos a los que se enfrentan las Bolsas europeas es a un giro de Wall Street. Aunque la Bolsa americana parece bien soportada por los resultados empresariales, pueden saltar problemas políticos. O, como dice Torrella, puede ser la sucesión de buenas noticias la que provoque el recorte.
¿Recorte en el Ibex-35?, ¿puede suceder? De acuerdo con Eduardo Bolinches, los 10.400 puntos parecen ahora un soporte importante. No sólo porque se han rebasado de manera segura, no como en noviembre cuando la ruptura se demostró en falso, sino porque la media de 200 sesiones pasa poco por encima de los 10.400 puntos. Pero, por si acaso, Bolinches da dos niveles por abajo que pueden actuar como soportes adicionales: los 10.275 y los 10.170 puntos. En todo caso, lo que Bolinches ve más probable es una reacción alcista una vez superada la sesión de vencimientos del pasado viernes. De hecho, piensa en un repunte rápido hacia los 10.750 o los 10.800 puntos.
Hasta los 11.200 y más allá
Eduardo Faus, por su parte, señala que entre los 10.400 y los 10.600 no hay obstáculos y que lo único que ha habido ha sido un primer rechazo a ese nivel por parte del índice. Una vez alcanzados los 10.600 puntos, Faus cree que llegaría del tirón hasta los 11.200 puntos, que son los máximos de mayo del año pasado. Este experto no lo ve por encima de esa cota, pero advierte que hay que ir paso a paso, por si se observa que el índice tiene más potencial a partir de ahí. El siguiente nivel de referencia estaría en los 11.900 puntos, que se corresponde con el más alto alcanzado en 2015.
Con este escenario coincide Nicolás López, que apunta que el nivel mínimo al que aspirará el Ibex-35 este año será a los 11.200 puntos y, si se anima, si todo se da bien, se podría atrever hasta con los 12.000 puntos. Reitera la importancia que tiene el comportamiento de los bancos, especialmente para el Ibex-35, y comenta que factores tales como la mejora de las cifras de morosidad, el aumento de los volúmenes de negocio y las bajas valoraciones a las que cotizan debería justificar que salgan del movimiento lateral en que se encuentran inmersos.
Bolinches también cree que Repsol debería reaccionar al alza gracias al precio del barril de crudo, siempre que éste se mantenga sobre los 62 dólares. De acuerdo con este experto, la petrolera puede cubrir el hueco dejado por Telefónica, a la que no ve tan buenas perspectivas.
Pero, para Óscar Germade, antes de intentar probar los 11.200 puntos, tendrá que hacer frente a los 10.758 puntos, nivel clave porque marcaría el punto en que el selectivo dejaría de marcar máximos decrecientes para darse la vuelta. En opinión de este experto, plantearse los 11.200 puntos a corto plazo es hablar de palabras mayores. Máxime si tenemos en cuenta que hay varios riesgos políticos en el horizonte. Por ejemplo, las elecciones italianas el primer fin de semana de marzo.
Un factor a favor del Ibex-35 que señala Victoria Torre, de Self Bank, reside en el diferencial que se abrió a finales de año entre el Ibex-35 y el resto de Europa
. De hecho, por ejemplo, tanto el Dax alemán como el Cac 40 francés se encuentran ya por encima de los niveles máximos del año pasado y el Ibex-35, no. En opinión de Torre, «es posible que la bolsa española cierre este año la brecha abierta principalmente por las turbulencias políticas (sobre todo en los últimos meses del año pasado) con respecto a las demás plazas europeas. Esto puede ser visto por los inversores como una oportunidad de entrada, cotizando la Bolsa española a unos precios más atractivos que sus homólogas europeas, y podría aupar al Ibex-35 a los máximos de 2017, superando los 11.000 puntos». Así pues, no descarta una subida de dos dígitos a lo largo del año en el selectivo español.