La rentabilidad por dividendo cobra atractivo tras las caídas bursátiles
Como la rentabilidad por dividendo depende del precio de las acciones, la corrección reciente ha provocado que en algunos casos se dispare. Los analistas responden a la pregunta de si es acertado invertir buscando esta fuente de rentas, o no.
Quince compañías del Ibex-35 tiene una rentabilidad por dividendo superiores al cuatro por ciento. Pero es que, además, el indicador cuenta con componentes en los que este ratio incluso rebasa la cota del siete por ciento. De hecho, según señala Victoria Torre, de Self Bank, el mercado español es uno de los más generosos en lo que a dividendos se refiere y se espera que continúe siendo así. ¿Es ésta una buena coyuntura para invertir persiguiendo un dividendo que en muchos casos es más que tentador?
Jesús de Blas, de Bankoa Crédit Agricole, afirma que el dividendo no puede ser un criterio absoluto para decidir una inversión por mucho que parezca atractivo. «El dividendo puede ir y venir porque los beneficios de una empresa varían con el tiempo. De hecho, en los últimos años hemos visto grandes variaciones en las retribuciones al accionista», señala. De Blas recuerda algo esencial: una variable de la que depende la rentabilidad por dividendo es la cotización de la acción. «Los precios han bajado una barbaridad, de ahí que rentabilidades por dividendo que antes estaban en el cuatro por ciento ahora se encuentran en el seis o en el ocho por ciento», señala. Añade que ese retorno será el que se obtendrá siempre y cuando la cotización se mantenga en los niveles actuales y si tras pagarse y descontarse el dividendo del precio de la acción recupera ese mismo nivel de partida.
Por ello, como Eugeni Siscar, de BNP Paribas Personal Investors, afirma que considera el dividendo, no como un fin en sí mismo, sino como un «plus», un valor añadido. «Yo miro los fundamentales de la compañía y su negocio. De qué sirve que compres una acción que te reparte rentas si con el tiempo va cayendo de precio en Bolsa», afirma Siscar.
Suele justificarse la inversión con el criterio del dividendo afirmando que este tipo de compañías son más estables. «Aunque no es una regla infalible, en muchos casos así es. Por concepto, las empresas que reparten dividendos son las que tienen beneficios y se pueden permitir distribuirlos. Muchas veces se asocian a compañías con ingresos recurrentes y sectores más defensivos. En épocas de tipos bajos o de inestabilidad, los inversores pueden sentirse atraídos por empresas con buena política de distribución de dividendos», explica Victoria Torre.
Pero en opinión de Juan Gómez Bada, gestor del Avantage Fund, una elevada rentabilidad no supone ninguna protección contra las minusvalías en Bolsa. «Lo que ayuda en los malos momentos es que las compañías estén baratas respecto a su beneficio, que coticen con un per bajo o con unos múltiplos sobre su beneficio bruto de explotación reducidos. Una acción barata tiene menos potencial a la baja, porque el dinero entra antes», comenta Gómez Bada.
Relación de acciones con dividendo con los bonos
Pero en la última corrección, una elevada rentabilidad por dividendo no ha impedido fuertes recortes. Y es que las últimas caídas han tenido una causa muy particular: el incremento de los intereses de los bonos descontando una mayor inflación y una subida de los tipos oficiales más rápido de lo esperado. Si continuara la tendencia, la renta fija podría llegar a hacerle la competencia a las compañías con más atractiva rentabilidad por dividendo. Al final, como apunta Ángel Pérez, de Renta 4, muchas de estas acciones, especialmente las más endeudadas, como las 'utilities', pueden terminar comportándose como los bonos. Pero, según Gómez Bada, mientras los tipos suban por debajo de la inflación, la Bolsa subirá, y las compañías de alto dividendo tampoco deberían verse muy afectadas, aunque pueda haber algún «shock» como el que hemos vivido, por cuestiones más ligadas al sentimiento que a la realidad.
Ángel Pérez concede que en una situación de mercado como la actual, con expectativa de subidas de tipos, este tipo de compañías pueden sufrir algo de presión, pero cree que la estrategia de invertir con el criterio del dividendo puede ser acertada, sobre todo con vistas al largo plazo. Ignacio Cantos, de Atl Capital, apunta que las subidas de tipos hacen menos atractivo al dividendo. Pero añade: «Mucho tienen que subir los tipos para que los bonos les hagan la competencia a las acciones».
Cantos, al inversor partidario del dividendo o que se pueda ver tentado por las rentabilidades actuales, le aconseja analizar si el dividendo que ofrece una compañía es sostenible, mirando, por ejemplo, el 'pay out' o el porcentaje del beneficio que se destina a la retribución al accionista, así como la generación de caja libre. También hay que preguntarse la razón por la cual es tan elevado. Torre añade: «Es importante no atender sólo a la cuantía del dividendo, sino también a la política de retribución de la compañía. Es importante que ésta sea clara, de modo que el dividendo sea sostenible en el tiempo».
Las mejores opciones
Si en realidad hay grises, si lo que hay que hacer es apostar por las mejores compañías entre las que mayores dividendos reparten, ¿cuáles serían las opciones? De Blas comenta que apostaría por las eléctricas, por Endesa o Iberdrola, por precio, incluso asumiendo que el dividendo puede ser en el futuro menor que el actual. Cantos apunta que, entre las 'utilities', se quedaría con Enagás, puesto que su retribución al accionista le parece sostenible incluso teniendo en cuenta el riesgo regulatorio al que se enfrenta. Además, considera que Endesa seguirá retribuyendo bien a los accionistas, debido a que el principal, Enel, está interesado en seguir obteniendo rentas de ella. Añade que Telefónica también es atractiva por debajo de los 8 euros y también confía en que Mapfre, una compañía que considera muy bien gestionada, conserve su atractivo dividendo.
Pérez afirma que si se invierte con el criterio de la retribución al accionista, hay que diversificar. Ahora mismo, en la cartera de Renta 4 están Iberdrola, Endesa, Enagás, Atresmedia, Repsol, Telefónica, Merlin y BME.
Torre también apuesta por una cartera diversificada de acciones con elevada rentabilidad por dividendo, compuesta por Endesa, Enagás, Mediaset, Repsol, Gas Natural, Mapfre, Iberdrola, Telefónica y Dia.
Pérez también señala que hay otras opciones al margen de las que tiene en cartera, como Ferrovial, por su atractiva valoración, o Acciona, por sus negocios con potencial a largo plazo. Siscar apunta que, de tener que escoger alguna, se quedaría con Acciona, con ACS y quizás con Mapfre. Además, recuerda que las socimis están obligadas a repartir su beneficio entre sus accionistas y entre ellas le gusta Colonial.
Si quiere diversificar, además de optar por una cesta de acciones, puede delegar su elección a un gestor profesional, escogiendo un buen fondo de inversión.
Si te ha interesado este artículo, también te puede interesar:
- ACS sopesa "incrementar algo" su rentabilidad dividendo
- Acciona invertirá unos 1.000 millones al año y empujará su rentabilidad por dividendo
- Repsol logra su mayor beneficio en seis años y eleva su rentabilidad por dividendo después de cuatro