La Superliga se derrumba tras la desbandada de los clubes ingleses
La salida de los clubes ingleses y del Inter de Milán deja a la Superliga herida de muerte. El proyecto liderado por Florentino Pérez se abre a reconsiderar sus planes
El proyecto de la Superliga europea se vino abajo tras el abandono de los seis clubes ingleses, a los que se ha sumado el Inter de Milán. Se espera en breve que el Milán siga el mismo camino. En el barco comandado por Florentino Pérez solo quedan los equipos españoles y la Juventus de Turín.
Las fuertes presiones por parte de los dirigentes políticos, el órdago de la UEFA y las protestas de los aficionados, asestaron la estocada definitiva a un faraónico proyecto que apenas ha durado 48 horas.
Los clubes que se mantienen en la Superliga confirmaron que el proyecto sigue adelante pero sin la participación del fútbol británico y del italiano, está por ver que la liga pueda seguir manteniendo la financiación de 4.000 millones de euros aportada por JP Morgan.
Para frenar la sublevación, la UEFA buscaba una inyección de 6.000 millones de euros, por lo que mantuvo contactos con la gestora londinense Centricus Asset Management.
El Reino Unido estaba dispuesto a tomar medidas drásticas contra la Superliga
Finalmente, las presiones desde las esferas políticas y deportivas, pero sobre todo, el desencanto de sus propios aficionados, forzaron la salida al unísono de los clubes ingleses.
Tras confirmar la salida de los equipos británicos, el ministro de Cultura, Oliver Dowden, dijo que el colapso de los planes para una Superliga de fútbol europea es una "victoria de los aficionados".
Dowden confirmó que el gobierno de Boris Johnson iba muy en serio para frenar la Superliga "Estábamos dispuestos a tomar medidas muy, muy audaces para detener estas propuestas", aseguró a la cadena Sky News.
El propio Boris Johnson dio la bienvenida a la decisión de los clubes ingleses y aseguró que “es el resultado correcto para los aficionados, los equipos y las comunidades de todo el país”.
En realidad, las imágenes de los aficionados del Chelsea expresando su descontento a las puertas de Stamford Bridge fueron el detonante que hizo saltar el proyecto por los aires.
La Superliga reconsiderará sus planes
En un comunicado, la Superliga europea dijo: "Dadas las circunstancias actuales, reconsideraremos los pasos más adecuados para remodelar el proyecto, siempre teniendo en cuenta nuestros objetivos de ofrecer la mejor experiencia posible y mejorar los pagos solidarios”.
Lo cierto es que el proyecto que convulsionó el fútbol europeo ha quedado herido de muerte. Acuciados por el coronavirus y el desplome de los ingresos, los clubes más ricos de Europa buscaron una salida sin contar con los políticos y los aficionados.
Con lo que no contaban era con la presión popular. Según la consultora Brand Finance, la Superliga habría supuesto para los clubes una pérdida en valor de marca de 2.500 millones de euros.
“El incremento de ingresos al que están mirando los clubs fundadores no está teniendo en cuenta el riesgo que asumen frente a los fans o el riesgo de reputación en sus marcas”, dijo Teresa de Lemus, directora gerente en España de Brand Finance.