Lagarde prioriza la inflación para avanzar en la retirada de los estímulos
La presidenta del BCE mantiene los planes de reducción de compra de bonos a pesar de que el mercado esperaba más cautela por la guerra en Ucrania
La reunión del Banco Central Europeo (BCE) había levantado mucha expectación. Los mercados se preguntaban sin el organismo optaría por controlar la inflación, que se desbocará por el alza de los precios energéticos, o por apuntalar un crecimiento débil amenazado por la guerra en Ucrania.
Y finalmente, ha pesado más en el banco central la subida de precios, sorprendiendo a los mercados, que apostaban claramente por lo segundo. Además, el BCE dejó abierta la puerta a subir este año los tipos de interés, lo que no esperaba el mercado.
Y es que el banco central han trastocado los planes de los inversores al acelerar sus planes de reducción de compras. De acuerdo con el comunicado, el BCE reducirá la compra de bonos a 30.000 millones de euros (33.000 millones de dólares) en mayo, luego a 20.000 millones de euros en junio para detenerlo tan pronto como el tercer trimestre.
Momento decisivo para Europa
A pesar de calificar la guerra como un momento decisivo para Europa, el BCE se comprometió a frenar la compra de bonos desde principios de mayo.
No obstante, durante la rueda de prensa, su presidenta, Christine Lagarde, ha insistido que “no estamos acelerando de ninguna manera” la normalización de la política monetaria, sino que más bien, está enfatizando las "opciones adicionales" para que el BCE pueda responder con agilidad.
A pesar de estas palabras, las acciones bancarias, las grandes beneficiadas de que el BCE mantenga la hoja de ruta apuntada en diciembre, han reaccionado al alza. De hecho, Lagarde ha entonado la frase “haré todo lo necesario para salvaguardar los precios”, en una clara señal de que a que el BCE le quita el sueño, y mucho, esta inflación.
Para ello, la banquera ha insistido que el final de las compras de activos netos en APP es "condicional", aunque ha reconocido que ha habido discusiones sobre el panorama “muy intensas”.
También admitió durante su intervención que hubo diferentes puntos de vista alrededor de la mesa en todas las direcciones, pero también" una determinación de todos" para unir la propuesta presentada por la junta ejecutiva. Eso, dice Lagarde, es un "enfoque equilibrado" que cumple con el mandato de estabilidad de precios.
Previsión de inflación al alza y PIB a la baja
Lagarde señala, en relación a la inflación, que “estamos notando que los cuellos de botella de la oferta se están aliviando”. Pero a pesar de estas declaraciones, el BCE se ha visto obligado a elevar las previsiones de inflación para este año y para el siguiente.
Así, el nuevo outlook queda de la siguiente manera. En 2022 los precios escalarán hasta el 5,1 por ciento, desde el 3,2 por ciento de la visión de diciembre. Para el próximo año, la inflación se situaría en el 2,1 por ciento, desde el 1,8 por ciento del planteamiento inicial. Para 2024 la inflación volvería a anclarse en el objetivo: un 1,9 por ciento.
“Las expectativas de inflación a más largo plazo, se han vuelto a anclar en el nivel objetivo”, ha insistido Lagarde.
Paralelamente, “la recuperación de la economía se ve favorecida por el desvanecimiento de la covid”. Sin embargo, el BCE ha rebajado las previsiones para la eurozona. Así, la economía crecerá un 3,7 por ciento desde el 4,2 por ciento de diciembre. Para 2023, el BCE ve el crecimiento en el 2,8 por ciento, una décima menos que en la anterior estimación.
Ucrania y la guerra
Lagarde también ha tenido palabras para la guerra en Ucrania y ha admitido que "las perspectivas de la economía dependerán del curso de la guerra entre Rusia y Ucrania y del impacto de las sanciones económicas y financieras y otras medidas"
Pero también ha señalado que el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania debe evaluarse en el contexto de las sólidas condiciones subyacentes de la economía de la zona del euro, ayudada por un amplio apoyo de políticas.
Lagarde ha confirmado que el BCE está evaluando como tomar medidas para ayudar a Ucrania.
Los tipos podrían subir en 2022
El banco central ha mantenido sin cambios los tipos de interés, que permanecen anclados en el cero por ciento desde marzo de 2016.
La facilidad de depósitos tampoco ha experimentado cambios, ya que siguen en el -0,50 por ciento.
Pero en esta reunión, el Consejo de Gobierno matizó ese mensaje con una nueva redacción sobre la senda de los tipos de interés que apunta a unas perspectivas de endurecimiento más agresivas.
Si bien el comunicado ya no sugiere que las tasas podrían ir "más bajas" que en la actualidad, ahora también dice que cualquier aumento será "gradual" y tendrá lugar "algún tiempo después" del final de las compras netas de bonos previstas para el tercer trimestre.