Lagarde sofoca la primera gran rebelión en el BCE de su mandato

División en el BCE: los bancos centrales de Alemania y Bélgica se amotinaron por el dinero barato. Desde Draghi no se había visto nada igual

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, frustró la mayor rebelión de su mandato esta semana con persuasión, desgaste, y un poco de ayuda alemana, dijeron seis fuentes con conocimiento directo de la discusión.

Cuando la rebelión se calmó, solo dos de los 25 legisladores, los gobernadores de los bancos centrales de Alemania y Bélgica, se opusieron a la nueva orientación del BCE sobre las tasas de interés, que esencialmente promete tipos sin cambios o más bajos hasta 2024.

Pero esa decisión enmascara profundas divisiones, según varias fuentes internas del BCE.

Casi la mitad del Consejo de Gobierno expresó varias reservas u objeciones sobre la propuesta original de orientación del BCE, que hacía referencia a sobrepasar la meta de inflación.

Fueron necesarias dos rondas durante la reunión para que la mayoría de los disidentes se unieran. "La primera propuesta todavía habría obtenido una mayoría, pero muy justa". "Estaba lejos del consenso".

Esta fue una situación inusual para los consejeros del banco. Las propuestas técnicas del BCE rara vez se modifican durante las reuniones y la mayoría de las decisiones se apoyan mediante consenso o por mayoría abrumadora.

Además, los técnicos responsables de la formulación de las políticas del banco habían debatido la orientación varias semanas antes, por lo que ya se habían realizado algunos cambios antes del jueves.

Un portavoz del BCE declinó hacer comentarios.

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La mayor rebelión dede Draghi

La mayor rebelión reciente ocurrió en septiembre de 2019, cuando un tercio del Consejo de Gobierno se opuso a la propuesta del entonces presidente del BCE, Mario Draghi, para comprar más bonos. Sucedió solo unos meses antes de la llegada de Lagarde.

"La de esta semana, no alcanza la magnitud de septiembre de 2019, sin duda, pero es una señal de que la discusión sobre la compra de bonos a finales de este año será muy, muy difícil", dijo otra fuente.

Las fuentes consultadas agregaron que Lagarde se ganó a varios miembros del BCE al hacer cambios en el texto. No pocos elogiaron la habilidad política de Lagarde para obtener un amplio apoyo al final.

La inflación divide al BCE

Se eliminó una referencia para llevar la inflación a "al menos" el 2 por ciento para aliviar las preocupaciones de que el BCE pretenda deliberadamente sobrepasar su objetivo, algo que preocupa en particular a los consejeros alemanes, cautelosos con los precios.

Isabel Schnabel, miembro de la junta del BCE, una poderosa voz alemana en el Consejo de Gobierno, estuvo entre los primeros escépticos. Pero acordó apoyar la propuesta después de la segunda ronda de redacción, declarando que podía aceptar los cambios, dijeron tres de las fuentes.

Esto pareció convencer a varios opositores para unirse a la mayoría y abandonar sus objeciones.

Los alemanes han visto durante mucho tiempo la política del BCE con profundo escepticismo. Varios representantes han renunciado en protesta por las dos décadas de historia del banco central, un dolor de cabeza permanente para los presidentes del BCE.

El jefe del Bundesbank divide al BCE

De hecho, el jefe del Bundesbank, Jens Weidmann, fue uno de los dos rebeldes el jueves, por lo que los alemanes dividieron su voto en el BCE.

Otros disidentes quedaron conformes cuando acordaron que la nueva guía se referiría específicamente a los tipos de interés y que no habría ninguna nueva referencia sobre los planes del BCE para la compra de activos, discusión que probablemente tendrá lugar en otoño.

"La credibilidad también fue un problema aquí. Si sigues diciendo que no a un borrador tras otro, la gente no te tomará en serio, así que creo que algunas personas simplemente cedieron", dijo una de las fuentes.

Otoño caliente en el BCE

Aún así, las fuentes consultadas sostienen que la difícil discusión del jueves presagia tensas reuniones durante el otoño, cuando los responsables políticos deben decidir si reducir el estímulo de emergencia y aumentar otros esquemas de apoyo.

La paz también puede ser transitoria, ya que Lagarde todavía usó la frase "al menos" el 2 por ciento en su conferencia de prensa y adoptó un tono decididamente más moderado que el expresado por el Consejo de Gobierno, lo que molestó a varios.

"Creo que a Lagarde le fue bien", dijo una cuarta fuente. "Las divisiones al final del mandato de Draghi eran más amplias y ella lo manejó mejor". ● Un artículo de Balazs Koranyi, Francesco Canepa y Frank Siebelt (Reuters)

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