A las big four se les "rompe el corazón" tras despedir a 16.000 consultores en Rusia
Las salidas de KPMG y PwC de Rusia marcaron el camino a EY y Deloitte. La medida afecta a 16.000 profesionales de la consultoría
Las sanciones a Rusia por su invasión de Ucrania han llevado a múltiples empresas internacionales a salir del país euroasiático, entre ellas las cuatro consultoras del big four: KPMG, PwC, EY y Deloitte. Entre el domingo y el lunes anunciaron su marcha del país.
"Creemos que tenemos la responsabilidad, junto con otras empresas globales, de responder al actual ataque militar del Gobierno ruso a Ucrania. Como resultado, nuestras firmas de Rusia y Bielorrusia dejarán la red de KPMG", aseguraban desde la consultora con sede en Holanda este domingo
Se trata de una línea muy similar a la marcada por PwC, que el mismo domingo también afirmaba en un comunicado que "como resultado de la invasión de Ucrania por parte del Gobierno ruso, hemos decidido que PwC no debe tener una firma miembro en Rusia".
Ernst & Young se sumó a esta iniciativa el lunes por la mañana, haciendo público que, "no prestará servicios a ningún cliente del Gobierno ruso, a empresas estatales o a entidades y personas sancionadas en ningún lugar del mundo", además de iniciar una reestructuración de su división rusa para separarla de la red global.
Quedaba todo listo, por tanto, para ver cuándo cortaba el cable Deloitte, y la decisión llegó el lunes por la tarde, momento en que la firma de asesoría ratificó su anterior condena del ataque a Ucrania declarando que concluía la revisión de su negocio en Rusia con la decisión de dejar de operar tanto en este país como en Bielorrusia.
Deloitte llega más tarde, pero se une a la salida de Rusia
"Deloitte está inequívocamente con el pueblo de Ucrania. La invasión rusa de esta nación soberana es un acto de agresión indefendible que recuerda los días más oscuros de la historia europea", señalaba Deloitte en su comunicado del pasado 2 de marzo sobre la guerra que asola al pueblo ucraniano desde hace ya 12 días.
La consultora de origen londinense indicaba de esta manera que su principal preocupación pasaba por garantizar la seguridad y la cobertura de las necesidades esenciales de sus colegas en Ucrania, donde sí suspendió inmediatamente las operaciones comerciales y el servicio a los clientes mientras se centraba "en cuidar de su gente y de sus seres queridos".
Esta suspensión operativa, sin embargo, no se produjo en Rusia hasta que las otras tres grandes consultoras manifestaron una por una su intención de abandonar el país completamente.
Pese a su indecisión hasta el último momento, el CEO de Deloitte, Punit Renjen, hizo hincapié en que el cese de las operaciones era la decisión correcta pese a que "tendrá un impacto en los cerca de 3.000 profesionales de Deloitte ubicados en Rusia y Bielorrusia".
"Al igual que otros, sabemos que nuestros colegas en Rusia y Bielorrusia no tienen voz en las acciones de su gobierno", expresaba el CEO de la firma, añadiendo que les apoyarán en la transición laboral tras el cierre de la firma.
Esta línea de apoyo a los empleados también la siguieron el resto de asesoras.
Los cierres también afectan a las empresas
El proceso de salida empresarial de Rusia afecta tanto a la economía rusa como a las propias compañías, como se ha podido apreciar con el ejemplo del impacto bursátil sufrido por Inditex en España después de comunicar el sábado pasado que cerraría sus 502 tiendas en el país euroasiático.
EY, por ejemplo, apuntaba que la decisión de sacar las operaciones en Rusia de su red global es algo que "les rompía el corazón, dado que el cierre de las mismas implica la puesta en la calle de 4.700 empleados", de acuerdo al comunicado de la consultora.
De igual manera, KPMG explicaba que contaba con más de 4.500 personas en Rusia y Bielorrusia, y que poner fin a su relación laboral con ellos era "increíblemente difícil".
La decisión, sin embargo, no tenía que ver con estos trabajadores, matizaban desde KPMG. "Es una consecuencia de las acciones del Gobierno ruso. Somos una organización orientada a objetivos y valores que cree en hacer lo correcto", añadían.
PwC tampoco se alejaba de este discurso, asegurando que estaban trabajando con sus 3.700 trabajadores en Rusia "para llevar a cabo una transición ordenada para el negocio".
El listado de salidas no para de crecer
Pese al daño que puede provocar la salida de Rusia a las propias compañías, desde la afamada universidad estadounidense de Yale comparaban el proceso cuasi unánime actual con el boicot empresarial a gran escala vivido en la Sudáfrica del Apartheid en la década de 1980.
La lista elaborada por la universidad, que va actualizándose cada día, cifraba el número total de empresas que han salido del país en 230 a fecha del 7 marzo, una cifra que es a todas luces superior, puesto que el listado no incluye empresas como la mencionada Inditex ni tampoco a EY. Sí a KPMG y PwC.
La institución universitaria exponía, además, que "algunas empresas occidentales han seguido operando en Rusia sin inmutarse", identificando hasta 30 empresas con una exposición especialmente significativa a los mercados rusos, entre las que seguía incluyendo a Deloitte a fecha del 7 de marzo, antes de que esta confirmara su marcha del país.
El martes, la consultora saldrá de esa lista negra, en la que de momento seguirán otras multinacionales que no han decidido interrumpir su negocio en Rusia, como McDonald's, Nestle, Coca Cola y Pepsi.