Las cuentas de las empresas ayudarán a reducir la volatilidad de la Bolsa
Los expertos creen que los beneficios empresariales mostrarán la suficiente fortaleza para dar soporte a la renta variable.
En medio de la incertidumbre que han introducido en los mercados tanto la disputa comercial entre China y Estados Unidos como la creciente tensión en Oriente Medio donde se gesta una guerra mundial, comienzan a presentarse los resultados empresariales del primer trimestre. Y casi podríamos decir que en buena hora, puesto que los analistas, prácticamente sin excepción, son optimistas con las cuentas que las compañías han empezado a presentar. «Desde nuestro punto de vista, el principal soporte para la Bolsa está en la fortaleza de los beneficios. Este primer trimestre del año deberían tener fuertes crecimientos», sintetiza Joan Bonet, de Banca March.
Beatriz Catalán, de Ibercaja Gestión, coincide: «Después de la volatilidad vivida estos tres primeros meses del año, la temporada de resultados, si no lleva ninguna sorpresa que en principio no esperamos, puede servir de soporte para los mercados». «Los resultados pueden ayudar a tranquilizar a las Bolsas en un momento volátil», añade Celso Otero, de Renta 4, que apunta que, como mínimo, las cuentas no aportarán volatilidad. Sara Herrando, de Norbolsa, añade una nota de cautela: «Los resultados van a seguir siendo buenos, y es importante que lo sean, pero no creo que el mercado se fije mucho en ellos: está preocupado por otros temas, como la guerra comercial, las tensiones geopolíticas y los discursos de la Fed, que tienen mayor capacidad de mover al mercado».
El mercado va a estar especialmente pendiente de los resultados americanos, dada la longevidad del ciclo en esa economía, que ya dura nueve años, y que preocupa a los inversores por si pudiera estar cerca su final. Para Beatriz Catalán, «teniendo en cuenta los principales indicadores, como el ISM, el IPC subyacente, el paro, el Per o la pendiente de la curva de tipos, el nivel de riesgo se está aproximando ya a una zona 'crítica', a no ser que volvamos a tener nuevas sorpresas que sean capaces de generar beneficios empresariales por encima de lo que hoy espera el consenso».
Y las previsiones que tiene ahora el mercado, como señala Bonet, es que el beneficio por acción en EE.UU. debería crecer un 18% en este trimestre, y las ventas, un 8%. Estas cifras, para Bonet, implican aún un leve potencial de subida para Wall Street. Aunque añade: «Lo que no vemos es capacidad de expansión de múltiplos para el mercado americano con los tipos de interés subiendo».
Roberto Ruiz-Scholtes, de UBS, explica que a ese fuerte crecimiento de los beneficios contribuyen dos elementos: el importante avance de los resultados del sector energético debido a un efecto base, por lo deprimido que estaba hace doce meses; y la bajada de impuestos de Trump. De ahí que, según Ruiz-Scholtes, pueda ser un trimestre confuso, en el que habrá que hacer mucha depuración de los datos, puesto que ambos efectos son temporales. Así, este experto cree que habrá que fijarse en la evolución de las ventas y de los márgenes. En su opinión, éstos van a seguir siendo elevados, por lo que, al igual que otros analistas, opina que van a ser fuente de confort para la renta variable.
Pronto para ver un deterioro
Las cuestiones que según Otero pueden ocasionar algo de temor, como el aumento de las primas de riesgo por los peligros que afloren, la mayor tasa de descuento que hay que aplicar por el aumento de los tipos o que los salarios terminen subiendo y que, con todo ello, los márgenes se deterioren, aún no se atisbarán en estos resultados y probablemente tampoco en las previsiones que trasladen las compañías. Los beneficios empresariales, por tanto, no aportarán datos sobre los que se pueda sostener la sospecha de un cambio de ciclo.
Pero si el avance de los beneficios en EE.UU. este año por las bajadas de impuestos va a ser de un 20%, el próximo año el incremento previsto seguirá siendo muy sólido: de un 10%.
Natalia Aguirre, de Renta 4, pues, señala que será clave que los resultados y las expectativas constaten que el ciclo va bien y que trasmitan tranquilidad sobre los próximos trimestres: «Es importante que los datos macro y los micro terminen apuntalando las valoraciones, que siguen atractivas, más en Europa, que en EE.UU.».
Si los resultados pueden ayudar a ratificar la salud que de momento conserva la economía estadounidense, los inversores también van a vigilar al sector tecnológico, que ha estado en el ojo del huracán en las últimas semanas y que, como recuerda Bonet, supone una cuarta parte de la Bolsa americana. Daniel Varela, de Attitude Gestión, señala que, dado que los ratios a los que cotiza el sector son tan exigentes, puede ser un trimestre muy volátil e imprevisible para el sector. Otero, sin embargo, prevé buenos resultados para las tecnológicas, y anticipa que se convertirán en un balón de oxígeno de corto plazo, pero que no vacunarán de los riesgos regulatorios a los que se enfrentan sobre todo las compañías de internet. Prefiere los fabricantes de semiconductores.
¿Qué ocurrirá en Europa?
Según datos de Ruiz-Scholtes, si los beneficios en EE.UU. sin reforma fiscal crecerían un 8% en este primer trimestre, en Europa, el avance será de entre un 10% y un 12%, muy saludable. Pero habrá actividades que generen mayor interés. Así, según Catalán, serán, en primer lugar, el sector financiero (no sólo en Europa, también en EE.UU.), donde por fin parece que el crecimiento de los beneficios regresa. Además, añade que hay sectores, como el de las telecomunicaciones, donde los inversores quieren ver por fin si existe un cambio de tendencia, ya que sigue siendo uno de los más deprimidos por comportamiento. Enrique Cuadra, de Solunion, apunta que en Europa observa buenas perspectivas en sectores como el automóvil, el químico, el farma, así como el del metal, en España, y el 'retail', en Reino Unido. Pero, precisamente, respecto al sector 'retail', sobre todo sobre el más defensivo, se muestra más cauto Antonio Aspas, de Buy & Hold: tanto por los ratios exigentes a los que cotizan como porque quiere comprobar hasta qué punto están aguantando la competencia de la venta por internet.
Beatriz Catalán, de hecho, señala que, ya en España, el mercado estará muy pendiente de las cuentas de Inditex, aunque hasta junio no conoceremos sus números: «La evolución del margen de Inditex pensamos que va a ser un foco importante para los inversores». Juan Gómez Bada, asesor del Avantage Fund, aclara que aunque sus números no sean buenos, no dañarán el valor a largo plazo que presenta la compañía.
Gómez Bada cree que para gran parte de las compañías españolas soplan vientos de cola y sus cifras pueden ayudar al Ibex-35 a subir. En este sentido, Jaume Rey Miró, de GVC Gaesco Gestión, cuenta que en este 2018 su firma se ha reunido con 47 empresas y que el 'feedback' que ha obtenido por lo general sobre lo que puede ser el primer trimestre ha sido muy positivo. Gómez Bada señala que, en particular, las compañías industriales y los bancos pueden presentar buenas cifras. Y sería importante que así fuera, dado el gran peso que tiene la banca en el Ibex-35. Para Rey Miró, en las entidades, habría que ver si el volumen de crédito empieza a aumentar con fuerza, o no, dado que de lo contrario no se podrán beneficiar de la subida de tipos que tarde o temprano llegará. Desde Renta 4 comentan que es posible que este primer trimestre no sea el mejor, dado que el margen de intereses continuará deprimido y, ante el mal comportamiento del mercado, las comisiones de gestión de activos pueden fallar.
Sara Herrando opina que además de pendientes de bancos y Telefónica, los inversores prestarán atención al sector inmobiliario. Y Natalia Aguirre añade que también será importante vigilar los sectores cíclicos, con Acerinox y ArcelorMittal, posiblemente en el foco, dado que en Repsol estarían los beneficios asegurados, gracias a la subida del crudo.
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