Las empresas presentan resultados en el contexto económico más difícil
En las rendiciones de cuentas, los inversores se fijan sobre todo en las expectativas de las compañías, pero ahora la incertidumbre es máxima.
La campaña de presentación de resultados del tercer trimestre arranca con perspectivas de caídas del beneficio por acción a uno y a otro lado del Atlántico: en el Stoxx 600 Europe, el índice paneuropeo, se espera un descenso de las ganancias de alrededor de un 2%; mientras que para el S&P 500 se prevé un retroceso de alrededor de un 3%. En el caso del Ibex-35, también se anticipa una caída.
Pero esta circunstancia, siendo preocupante, dado que muestra cómo se va asentando y extendiendo el riesgo de la contracción de los beneficios, se ve compensada por la sensación de que, una vez más, las empresas serán capaces de batir las expectativas del consenso de analistas, como lo vienen haciendo recurrentemente, tal y como expresa el gráfico junto a estas líneas. El peligro se encuentra más en las perspectivas que lancen las empresas con vistas al último trimestre del año y para 2020. Emmanuel Cau, de Barclays, advierte de que, si bien la debilidad de los resultados del tercer trimestre en concreto en Europa no será una sorpresa para los inversores, las optimistas previsiones de crecimientos de doble dígito para las cuentas de los próximos, sí dejan margen a la decepción. Y a las caídas bursátiles. «Las expectativas del mercado apuntan a una recuperación en 'V' en los beneficios, pero las recientes estimaciones de crecimiento del 10% en el cuarto trimestre y en 2020 están en desacuerdo con la debilidad de la macro», afirma Cau.
La cuestión es que las empresas van a tener dificultades para comunicar al mercado sus previsiones para los próximos trimestres y para el nuevo año debido a que están en el aire cuestiones cuyo impacto se entiende muy relevante en la economía en su conjunto: el Brexit y, sobre todo la guerra comercial. Así, Celso Otero, de Renta 4, apunta que en el caso en que veamos este trimestre una caída de los beneficios y nerviosismo en las perspectivas de futuro, podríamos asistir a reacciones negativas en el mercado. Y es que éste está extremadamente sensible: el jueves, una revisión a la baja de los beneficios por parte de Philips se saldó con una caída en sus acciones superior al 8%.
Jesús de Blas, de Bankoa Crédit Agricole, coincide en que el mercado se mostrará sensible a la campaña de presentación de resultados, pero precisa que más con las malas noticias que con las positivas. «Las buenas se las tomará con escepticismo, no sólo porque se refieren al pasado, sino porque se tiene en mente que el escenario económico va a empeorar y, con él, también las cifras de las empresas. En cambio, las malas noticias sí se van a tomar muy en serio porque se van a entender como anticipo de lo que viene», afirma De Blas.
En un posible segundo plano
Antonio Aspas, de Buy & Hold, se muestra de acuerdo. Aunque considera que el efecto negativo en las Bolsas de unos malos resultados del tercer trimestre podría quedar anulado en el caso de que haya un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China: «Si se resuelven los problemas que afectan a la economía, las acciones subirán independientemente de lo que pase con los resultados. Si estos son malos, se confiará en su mejora posterior porque habrá desaparecido el más relevante peso en contra que sufre el crecimiento global», afirma Aspas.
Nicolás López, de MG Valores, añade que si el conflicto tarifario y el Brexit se resuelven favorablemente, podría llegarse a la conclusión de que la desaceleración global es sólo un traspié temporal.
Pero los riesgos que asumen las Bolsas van más allá y residen en que, como destaca Celso Otero, las cotizaciones están subiendo más que los beneficios empresariales. Quizás porque los inversores están aún comprando las optimistas previsiones para 2020 que están pendientes de confirmación o refutación. En este entorno, aunque los valores cíclicos son los más vulnerables, puesto que sufren más directamente el impacto de la desaceleración económica y de la guerra comercial, los valores defensivos son los que más se han encarecido, porque a ellos ha huido el dinero bursátil más miedoso.
Geografías y sectores
En Estados Unidos, según la firma de análisis FactSet, los sectores cuyos beneficios pueden caer más son el energético, el tecnológico o el de materiales básicos. Celso Otero advierte especialmente de las elevadas valoraciones de las compañías tecnológicas americanas por el elevado riesgo de decepción en caso de que se produzca una pequeña oscilación de sus números respecto a los esperados. De acuerdo con el análisis del mercado de opciones, hay dos compañías en concreto, Netflix y Twitter, que se encuentran entre las que se espera que registren los movimientos más bruscos cuando presenten sus resultados.
En el lado contrario, de acuerdo con el análisis de BofA Merrill Lynch Global Research, se encontrarían el sector salud y el inmobiliario, que serían los que más probabilidad tienen de batir las expectativas del consenso. Precisamente, Otero señala que las 'farmas' serían un ejemplo de compañías cuyos beneficios han crecido, mientras que sus valoraciones no lo han hecho tanto.
Si pasamos a Europa, de acuerdo con Emmanuel Cau, se espera que los valores cíclicos presenten unos resultados mucho más débiles que los defensivos. Y, de hecho, Barclays señala riesgos en sectores como el químico, el automovilístico, bienes de equipo o hardware.
En el mercado español, según Jesús de Blas, el centro de atención va a estar en el sector industrial, así como en valores que suelan dar información de la evolución de su cartera de pedidos, además de en aquéllos con cifras de ventas muy importantes pero que han tenido problemas con la evolución de sus márgenes en el pasado. En estos ve De Blas las potenciales malas noticias o las posibles sorpresas favorables (por estas últimas apuesta Nicolás López). También, los principales medidores de la salud del ciclo económico y de sus perspectivas. Antonio Aspas pone nombres a las compañías que van a suscitar más interés: ArcelorMittal, Acerinox, Cie Automotive, Gamesa o Técnicas Reunidas.
Aunque por su peso en el índice, el sector bancario volverá a ser muy vigilado. Aspas no es pesimista y no descarta que superen expectativas. Y, en todo caso, opina que, con que cumpla las previsiones, podría registrar un rebote. Pero tanto Aspas como De Blas insisten en que hay que tener cuidado con las compañías defensivas, que tanto han subido: se les perdona todo, pero hay que andarse con ojo con ellas.
¿Un balance general?, ¿cómo impactará a la Bolsa? Para De Blas, seguramente, los resultados tendrán un efecto neutral, aunque con algún sobresalto por el camino.