Los halcones pelean para que el BCE retire los estímulos en diciembre
Los halcones del BCE insistirán el jueves en la reducción de compras activos a partir de diciembre. Enfrente tendrán a unas palomas temerosas de los precios energéticos
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) se reúne este jueves con la tarea de preparar la crucial reunión de diciembre.
El mercado no espera que el organismo anuncie cambios importantes, pero sí que los miembros del consejo debatan sobre la amplia variedad de temas que hay sobre la mesa.
Los analistas de ING señalan que el debate “no solo se centrará sobre las tasas de inflación reales, que han vuelto a ser más altas que las proyecciones del propio BCE, sino que los precios más altos de la energía y las continuas fricciones en la cadena de suministro están complicando claramente la vida del BCE”.
El incremento de la inflación, que todavía queda por saber si es de manera transitoria o más persistente de lo esperado, será el argumento utilizado para que los halcones insten al BCE a reducir las compras mensuales de activos, preferiblemente en la reunión de diciembre.
En cambio, las palomas podrían argumentar que los precios más altos de la energía afectarán el consumo privado y, por lo tanto, retrasarán la recuperación de la eurozona, advirtiendo contra cualquier retirada prematura de la acomodación monetaria.
El incremento de los bonos mete presión para subir los tipos
Ante la perspectiva de que no habrá cambios en la política sí que los mercados estarán muy atentos a la rueda de prensa de la presidenta, Christine Lagarde.
En ella, Lagarde se tendrá que referir al incremento del rendimiento de los bonos, que se ha movido significativamente más alto, lo que refleja las expectativas del mercado de bancos centrales cada vez más agresivos en ambos lados del Atlántico.
Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G, reiterará que la inflación es de carácter temporal, reforzando con ello el forward guidance comunicado hasta ahora.
De esta manera, se intentaría alejar la posibilidad de incremento en la facilidad de depósito, que el mercado ya descuenta para el último trimestre de 2022.
Pero para los expertos de Carminag es una contradicción ya que el BCE no ha logrado cumplir sus objetivos. “En otras palabras, en su próxima reunión, el BCE debe defender la credibilidad de sus propios compromisos”, reitera la gestora.
La reunión de diciembre todavía transmitirá prudencia
En la reunión de diciembre del BCE se actualizarán las nuevas predicciones macroeconómicas.
También se dará el pistoletazo de salida para el cierre del programa de compras prepandémico, conocido por sus siglas en inglés como PEPP.
Konstantin Veit, gestor de carteras en PIMCO, cree “que el Consejo de Gobierno evitará un efecto precipitado en las compras de activos” y optará, en cambio, por reducir gradualmente el ritmo de los actuales 90.000 millones de euros al mes hasta una tasa estable de entre 40.000 y 60.000 millones de euros al mes durante el segundo trimestre del próximo año.
También es probable que el organismo anuncie nuevas operaciones de financiación a largo plazo con objetivo específico (TLTRO) en diciembre, aunque en condiciones menos generosas que durante la fase de crisis pandémica.
En este sentido, Veit cree que la nueva estategia del BCE, con el incremento del objetivo de inflación al 2 por ciento y la adopción de bandas elásticas, permite “mantener la actual configuración de la política monetaria durante más tiempo en lugar de relajar las condiciones de forma agresiva”.
Un programa para evitar un endurecimiento de las condiciones de financiación
Para los expertos ya no es tan importante como reducir el PEPP sino qué medidas adoptará el BCE para evitar que las condiciones de financiación se endurezcan una vez finalizadas las compras.
En ese sentido, ya dan por sentado que se aprobará un nuevo programa de compras.
“Un escenario realista para que el BCE logre este objetivo sería reemplazar el PEPP por uno más pequeño y temporal “pospandémico”, prevén desde Carminag.
En este escenario, la transición de los mercados de tasas desde el PEPP al antiguo programa de compra de activos (APP) sería mucho más suave.
Al mismo tiempo, un nuevo programa temporal daría al BCE más flexibilidad en comparación con el APP para lograr sus objetivos.