Los Jackson Hole que anticiparon cambios relevantes en política monetaria

Algunos de los últimos simposios que organiza la Reserva Federal de Kansas todos los veranos han sido el escenario escogido por los banqueros centrales para presentar sus medidas de política no convencional o para anunciar bajadas de los tipos de interés.

Todos los finales de agosto los principales banqueros centrales del mundo se reúnen en Jackson Hole (Wyoming) para despedir el verano, analizar cuestiones relevantes de la economía (como el año pasado las consecuencias del creciente poder de mercado de las grandes corporaciones) y, a veces, también para anticipar las medidas que tomarán con el inicio del nuevo curso. 

Los inversores suelen prestar bastante atención al simposio porque, en ocasiones, los presidentes de las autoridades monetarias dan noticias relevantes que pueden cambiar el rumbo de los mercados. 

Eso fue lo que ocurrió, por ejemplo, en 2014, cuando el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, sentó las bases del programa de compra de activos, del QE, en su discurso al otro lado del Atlántico, lanzando la advertencia de que las expectativas de inflación se habían deteriorado mucho: "Utilizaremos todos los instrumentos disponibles necesarios para asegurar la estabilidad de precios", afirmó. El año siguiente el QE europeo estaba en marcha.

En el año 2012, el que dio el bombazo fue el presidente de la Reserva Federal norteamericana en aquel momento, Ben Bernanke, que desveló que estaba considerando la posibilidad de poner en marcha una tercera ronda de compra de activos. Además, defendió con pasión la efectividad de la expansión cuantitativa para apoyar la economía. Al mes siguiente, el QE3 estaba ya en marcha. 

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La reunión de Jackson Hole de 2008, recordemos, tenía lugar apenas días antes de la caída de Lehman Brothers. Entonces, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, y el presidente de la Fed de Nueva York y que luego se convertiría en secretario del Tesoro de Estados Unidos, ya con Barack Obama de presidente de Estados Unidos, Timothy Geithner, estuvieron mucho más pendientes de la evolución de los mercados que de las sesiones de conferencias. 

La reunión de 2007 también fue muy interesante, puesto que tuvo lugar en el momento en que arrancaba la crisis financiera: fue a principios de agosto de ese año que colapsaron fondos de inversión especializados en titulizaciones de hipotecas basura. Bernanke puso sobre la mesa una bajada de los tipos de interés, al tiempo que puso de manifiesto el peso que suponía para la economía americana la caída del mercado inmobiliario y mucho énfasis en la importancia del buen funcionamiento de los mercados. El mes siguiente, la Fed bajó los tipos de interés medio punto porcentual, iniciando la secuencia que llevaría el precio del dinero cerca del 0%.

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