Microsoft pone contra las cuerdas a Sony
La apuesta de Microsoft por Activision Blizzard impulsa su rivalidad con Sony hacia una nueva etapa
La compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft catapultó las acciones de la empresa desarrolladora de videojuegos, que pasaron de 65 a 85 dólares en cuestión de horas, y paralelamente hundió los títulos de Sony, que cayeron más de un 12 por ciento pasando de los 14.200 yenes japoneses (110 euros), hasta los 12.400 yenes.
El acuerdo entre Microsoft y Activision, por tanto, se tradujo de inmediato en un recorte en el valor de las acciones de Sony que le supuso una fuga de capital de casi 18.000 millones de euros, pero además, plantea dudas sobre el futuro a largo plazo de la empresa nipona dentro del sector de los videojuegos.
Y es que si Microsoft opta por quedarse en exclusiva con los videojuegos creados por Activision Blizzard para su consola, la Xbox, puede poner en graves problemas a la PlayStation de Sony, que no pasa por su mejor momento.
Una competición en la que hasta el momento ha perdido Microsoft
La rivalidad entre Xbox (Microsoft) y PlayStation (Sony) se puede entender como la vivida entre Real Madrid y Barcelona. Quien escoge uno de ambos equipos difícilmente cambiará su elección, igual que muchos usuarios de iPhone son fieles a la empresa durante toda su vida.
PlayStation salió mucho antes al mercado, en 1994, pero a partir del lanzamiento de su segundo modelo, la PlayStation 2 del año 2000, ha vivido en competencia con una Xbox cuyo primer aparato salió en 2001 y a la que, de momento, siempre ha logrado batir.
Las últimas versiones de ambos dispositivos, la PlayStation 5 y las Xbox Series S y Series X (un modelo más pequeño y barato que la Series S), son la cara de la última batalla entre Microsoft y Sony, y pueden marcar el punto de inflexión en que Xbox por fin supere a si gran rival.
De momento, a fecha de noviembre de 2021 y de acuerdo a los datos de VGChartz, Playstation 5 lideraba la tabla comparativa de ventas de ambas consolas con 15,2 millones de dispositivos vendidos, mientras que los dos modelos de Xbox se quedaban en un acumulado de 9,8 millones.
El crecimiento de Playstation 5, no obstante, se ha visto ralentizado en los últimos meses debido a limitaciones en la cadena logística a las que Sony ha tenido que hacer frente por la escasez de componentes.
Estos problemas en la cadena de suministro, de hecho, llevaron a la empresa a recortar sus previsiones de ventas para el año financiero, y colocaron las ventas de PlayStation 5 durante su primer año en el mercado por debajo de las de su predecesora, la PlayStation 4.
El avance de la industria del videojuego hacia un modelo Netflix
En este contexto de cierta debilidad para la PlayStation, la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft puede suponer un gran impulso para la Xbox. Y el motivo es el extenso catálogo de juegos con el que va a hacerse la compañía estadounidense al pagar los 68.700 millones de dólares en los que valora al desarrollador de videojuegos.
Los títulos creados bajo el paraguas de Activision Blizzard, como la franquicia de "Call of Duty" o "World of Warcraft" cuentan con un total de 400 millones de jugadores activos en todo el mundo, y actualmente están disponibles tanto en PlayStation como en Xbox.
Microsoft, sin embargo, cuenta con un servicio de videojuegos bajo suscripción llamado Game Pass que está marcando tendencia dentro de la industria, y su intención de consolidar esa fortaleza puede dejar fuera de la ecuación a Sony.
Game Pass de Microsoft para Xbox cerró 2021 con 25 millones de usuarios que, al pagar por su servicio, tuvieron acceso a un extenso catálogo de juegos incluidos dentro de la plataforma, de igual manera que Netflix o HBO proporcionan acceso a películas en su streaming.
Y de igual manera que los contenidos de Netflix no pueden verse en HBO y viceversa, el mercado especula con la posibilidad de que estos juegos de Activision Blizzard que atraen a cientos de millones de usuarios, pasen a estar disponibles solo en Xbox. Una opción que llevaría a muchos fanáticos de los videojuegos a plantearse un cambio.
Malas noticias para Sony, buenas para los desarrolladores
De momento, Microsoft no ha confirmado que esta exclusividad vaya a ser su postura respecto a los juegos que desarrolle Activision Blizzard, pero sí ha señalado que "con los casi 400 millones de jugadores activos mensuales de Activision Blizzard en 190 países, y sus tres franquicias de mil millones de dólares, esta adquisición convertirá a Game Pass en una de las líneas de contenido de juegos más atractivas y diversas del sector".
El anuncio de Microsoft recalcaba, además, que tras el cierre de la operación con Activision Blizzard, "contará con 30 estudios internos de desarrollo de juegos", lo que le permite seguir apostando por la creación de títulos propios que atraigan a más jugadores.
Y en palabras del analista de Wedbush Securities, Michael Pachter, para Bloomberg, si los usuarios no pueden volver a jugar a "Call of Duty" en su PlayStation, el movimiento puede impactar significativamente sus ventas.
El mercado, desde luego, ha reaccionado asumiendo esta posición y penalizando las acciones de Sony.
A la vez, los inversores han premiado a estudios de desarrollo de videojuegos que no fabrican consolas, como es el caso de Capcom, famoso creador del juego "Street Fighter", que subió un 4,5 por ciento, Square Enix, creadores del "Final Fantasy" que subieron un 3,7 por ciento, o Konami, responsables del "Pro Evolution Soccer" que escalaron un 1.7 por ciento.