No se fíe (todavía) del euríbor y del petróleo

La caída "brutal", "histórica" o "sin precedentes" que han experimentado el Euríbor y el barril de Brent esconden una peligrosa realidad de la que hay que percatarse: el indicador hipotecario se encuentra, hasta hoy, en máximos históricos (sí, todavía, a pesar de las últimas caídas) y le falta mucho para que usted, como hipotecado que es, se beneficie; el crudo ha caído tanto porque la que se avecina es dura, esto es, porque se prevé una recesión tan grande que los productores descuentan ya con una caída importante del consumo.

En el primero de los casos, nadie ha advertido al inocente consumidor de que el Euríbor se debería situar por debajo del 4,64% para beneficiarse de una revisión a la baja de su crédito, en el caso de que le toque hacerlo le próximo mes. Y, por muy bien que se esté comportando, recuerde que los datos que se ofrecen son diarios, pero lo que realmente vale es la media del mes que, por ahora, se encuentra en el 5,38%, la misma que septiembre. Probablemente bajará alguna décima más hasta el próximo día 30, pero, ni por asomo, como para acercarse a ese 4,64% de hace un año. Tendrán que pasar dos o tres meses para que el indicador hipotecario se sitúe, al menos, en las mismas cotas que un año antes.

Y lo del petróleo puede ser pan para hoy y hambre para mañana. La especulación se apoderó del crudo durante el primer semestre del año. Ahora, todos abandonan el barco, con las previsiones de consumo cada vez más bajas... Pero, atención, la OPEP está a punto de realizar un drástico recorte de la producción y se acerca el invierno, una etapa en la que la demanda aumenta con respecto al verano. Es complicado que esta bonanza del "oro negro" se prolongue a medio plazo.